ñuzco | Jin [mudado]

VI

 

 

A nada te acostumbres para que nada te falte.

 

 

 

 Grace aún no era dada de alta, la enfermera no quería arriesgarse a que la chica en su condición volviera al frío. No podía concentrarse en su lectura puesto a que en su cabeza solo había una cosa: "¿Cómo voy a salir?" porque solo tenía puesto una bata de hospital y unas medias que la protegían de la frígida cerámica. Las horas pasaban y pasaban, la enfermera me se había ido a su cabaña con el resto del personal médico. Grace estaba pensando en como salir pero, nada. Hasta que la puerta se abrió... A la misma hora que la noche anterior.

— ¿Grace? —preguntó una voz— ¡Grace! —llamó en un murmuro. Era la chica de estos días— Ey —dijo al verla. La enfermería era grande; sin embargo, Grace era la única ahí—. ¿Cómo estás? —se acercó y se sentó en la punta de la camilla— Me contaron que casi te congelas... Oh, perdón. Sé que debía presentarme —sonrió—. Soy Hwasa pero, puedes decirme María.

 Con que su nombre era Hwasa. Su era piel morena con cabello largo y unas fabulosas caderas ¿En serio esta chica le estaba preguntando a Grace cómo se sentía? Imposible pero, no imposible porque ahí está, viéndola con un brillo en sus ojos. Extraño.

— Bien —contestó.

— Me alegro mucho... ¿Por qué estabas ahí? ¿Huías de algo? —Grace negó— ¿Entonces? No debes salir del campamento sola, más porque eres una chica. Te lo digo por experiencia, me pasó algo igual hace unos años.

— ¿Años?

— Sí, este campamento fue construido hace unas décadas... En fin, volviendo al tema —no pudo seguir hablando ya que, Namjoon estaba tocando la puerta. Grace le dio una seña para que entrara y lo hizo, se veía contento y vestía de manera casual.

— Hola —saludó— ¿Estás lista? Pensé en venir para saliéramos juntos.

— No tengo ropa —dijo Grace. Namjoon se asombró y se sonrojó, una imagen de ella sin ropa extrañamente cruzó por su cabeza. Él se quitó su chaqueta y se la dio, parecía un vestido—. Oh, gracias —sonrió—, esto está bien —Grace ya estaba aprendiendo a contestar pero, por él, ya que comenzaba a tenerle confianza— ¿Ya son las 12 con 12?

  El chico rió un poco y negó con su cabeza.

— No, son las 12 pero, quería que llegáramos a tiempo a la banca —extendió su mano para que Grace se levantara y salieran, Nam le dio sus pantuflas y caminaron hasta el lugar... Solo que en la cabeza de la chica pasaba algo ¿Dónde estaba Hwasa y por qué el tiempo pasó tan veloz? 

 No estaban tan lejos del sitio, caminaban tranquilamente en silencio. Nam tenía sus manos dentro de sus bolsillos y le daba una que otra mirada a la pequeña chica que llevaba puesta su chaqueta "Que tierna". Al llegar se sentaron, en todo ese transcurso pasaron los 12 minutos y así formarse las...

 

 

 

12:12

 

 

 

 

 La hora en la que Nam decidió que se verían. No por algo casual, sino... Que para él era la hora perfecta, y más porque se encontraba con una chica. Los chicos estaban tranquilos, ninguno de los dos decía nada, solo observaban las estrellas y compartían miradas.

— ¿No tienes frío? —preguntó. Grace negó con una leve sonrisa, así que el chico rió un poco— ¿Quieres comer algo? —ella negó— Está bien —el silencio regresó, y ahora sí era un tanto incomodo. 

— ¿Can —la miró rápidamente—...Cantas? 

— Oh, sí pero, no mucho ¿Quieres que cante algo? —Grace asintió y cerró sus ojos.

 

 

 

En el aire frío de la mañana.
Yo abro secretamente los ojos
La armonía de esta ciudad, me resulta tan familiar.
Aunque mis días jóvenes están muy lejos y solo está lleno de edificios y autos, después de todo, es mi hogar.
(Seúl, Seúl)

 


 

¿Por qué tu pronunciación es igual a “alma”?

¿Qué clase de alma tienes?

¿Qué es lo que me sostiene a tu lado así?

 

 

 

 Grace disfrutaba de su voz tan suave, tan masculina. Cantaba un poco bajo por la hora que era, no querían que fueran descubiertos para meterse en problemas por mal entendidos... Males entendidos que podían ser así puesto a que Namjoon se acercaba mucho a Grace.

 Sin embargo, un ruido los puso alerta.

— ¿Qué fue eso? —expresó un tanto asustado y se levantó para asomar su cabeza por donde oyeron el chillido— Creo que lo mejor es volver —dijo, al no ver nada. Grace sostenía su brazo, cuando Nam lo notó, se sonrojó de inmediato. Caminaron a la enfermería y se despidieron para dormir y volverse a ver mañana a la misma hora.

 

 




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