O' Sullivan Mystery: La Explosión de Neullén

Capítulo 9: Un Poco de Fe.

Seré sincera, les llevaré al grano, que sé que es lo que ustedes quieren saber.

Pues sí, en la noche de ese mismo día, quité el cuadro y bajé.

Con la pequeña luz colgante, busqué una puerta secreta, y de hecho, la encontré.

 

¿Saben dónde estaba?

Estaba tapada por unos muebles antiguos. Tuve que mover todos esos muebles viejos para poder abrir la puerta. ¿Quién dice que necesitamos un hombre para usar fuerza bruta?

 

Eso sí, levanté muchísimo polvo. Volví a toser.

 

Y con la llave que tenía mi bisabuela, abrí la bendita puerta.

 

Y cuando la abrí, había un tremendo pasillo con las mismas luces pobres colgantes, al parecer me llevaban a un lado mucho más importante.

No les mentiré, tenía mucho miedo.

 

Caminé, era un pasillo largo, sentía que nunca se terminaría.

Habré estado como una hora caminando, sin mentir.

Hasta que pude divisar por fin algo, era una habitación.

Cuando llegué al final, vi algo cilíndrico, estaba lleno de telarañas, y no podía ver muy bien que es lo que exactamente era.

Le di un soplido para limpiarlo un poco, y efectivamente, era la bomba.

En la paredes de la habitación habían papeles antiguos, y también, había un libro en el suelo.

A diferencia del diario, este no tenía muchas hojas usadas, sólo había una plana.

 

Cuando la abrí, me di cuenta qué era.

El testamento de mi tatarabuelo.

¿No qué estaba en el manicomio? ¿No que simplemente había desaparecido?

Pues al parecer, dejó un último recado.

Decía lo siguiente:

 

—"Hola a quién sea que está leyendo esto, sólo quería agradecerle por poder encontrar esta bomba. No puedo llevármelo yo, porque me están buscando unos doctores, y capaz que me encierren por siempre.

Había tenido esta habitación para agregar una biblioteca secreta, pero al parecer, terminó siendo una guardería de explosivos.

Sé que no estoy loco, y sé lo que el maldito de Moore trama. Sé que se fue a una cárcel, y gracias a los trabajadores que lo vieron, me ayudaron trayéndolo hasta aquí.

Como alcalde, puede que reemplacen, y está bien, pero sólo pido que algún día, algún O'Sullivan pueda retomar el cargo. Dejo a mi familia aquí, porque simplemente no puedo volver. Me iré al norte de Chile, a ver si puedo renovar un poco mi vida, destruida simplemente por un sueño que tuve.

Dejé una carta a mi hija, y la llave de esta habitación, aunque seguramente ya lo sepas.

La bomba ya no funciona, hasta que otro lo active, así que sí tú estás aquí, te pido que te deshagas de esto lo más pronto posible, con eso ya estaré tranquilo.

Ojalá todo salga como lo planeado, y espero que esto quede entre nosotros. ¿Qué hubiera pasado si las autoridades supieran sobre esto? El pueblo habría sido totalmente evacuado.

Gracias, y espero que todo salga como lo planeado, aunque no sea mucha, aún conservo un poco de fe.

 

-O'Sullivan"—

 

—Ya entiendo todo.— Me dije a mí misma en voz alta.

Mi tatarabuelo se fue solo para no estar en un manicomio, y se fue al norte, al menos ya sé un poco más se su paradero, pero quedaba lo más difícil.

 

Y al menos también sé, quién fue el que construyó este lugar, y el que entregó la llave a mi bisabueli.

 

¿Qué carajos hago con esto? ¿Cómo lo saco de casa? ¿Cómo lo saco del pueblo mismo?

 

—Necesitaré ayuda, llamaré a Cony.— Volví a hablarme a mí misma en voz alta.

 

—No creo que sea necesario.— Dijo una voz misteriosa.



#27646 en Otros
#3832 en Aventura
#11653 en Thriller
#6668 en Misterio

En el texto hay: investigacion, mujer poderosa, latinoamerica

Editado: 22.01.2019

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.