-¿Qué podría ser peor?-
Es lo que antes me imaginaba.
Estaba en un lugar cerrado, donde la única salida que había, estaba bloqueada por los Moore.
Y de paso, acompañados con una bomba, y aunque esté desactivada, seguía siendo una.
-Muy bien hecho, Isaac. Esta niña nos ha llevado a lo que nuestros ancestros querían.-
No entendía lo que decía la señora Moore, pero estaba ultra confundida.
Aunque, las caras de mis padres eran peores, ellos sí que no entendían nada.
Y la cara de Isaac, era extraña. Como he dicho este tiempo, él es un chico súper extraño y misterioso. No supe interpretar su expresión facial.
Los malditos Moore están locos. ¿Por qué trataron llevar a mi tatarabuelo al manicomio y no a ellos?
-Tu tatarabuelo, fundó una ciudad, donde debería ser nuestro territorio, una gran empresa, teníamos un futuro, íbamos a ser millonarios solo por esta mierda de poblado.
Pero aquí está, la bomba y la herencia de los Moore.-
Contaba el padre de Isaac mientras se acercaba a la bomba, hasta que presionó un botón (Que por cierto, cuando lo hizo creí que iba a explotar, así que mi corazón técnicamente saltó de mi pecho.) Pero solo había un compartimiento, y ahí, sobresalía una pequeña cajita.
La abrió, y literalmente era la herencia. Habían millones y millones de billetes, supuse que eran dólares, pero no estaba segura, no era lo importante.
-Ahora que tengo el dinero y la bomba, puedo activarla y finalmente irme y fundar la empresa que tanto queríamos.- Decía el loco Moore.
Sí, hablaba como un loco, temía que tuviera una especie de psicosis o algo de ese estilo.
El padre de Isaac realmente era muy extraño.
-Nos vamos de aquí, iré a casa y ordenaré nuestras cosas. Isaac, activa esta cosa y amarra a tu amiga. Ya vuelvo.-
Se acercó Isaac, y pudo amarrarme. Intenté escapar, pero nada servía, lo lograron.
Tenía que haber sabido que esto ocurriría, pero ya es muy tarde.
Estoy aquí, amarrada, con una cinta en la boca, con mis padres, mi bisabuela y Lucie.
Isaac estaba al frente, activando la bomba, le costó un poco hacerlo, era antigua, y no se esperaba ese tipo de artefacto.
En el tiempo que se demoraba en hacerlo, el me hablaba. (Porque entenderán que yo no puedo hacerlo, tengo una cinta en la boca.)
-Tú familia arruinó la mía, eso dicen mis padres. Los O'Sullivan no merecen nada, ni siquiera el reconocimiento que tienen en este pueblo. Ahora serán recordados como los que crearon un pueblo, para llenarlo de gente y matarlos a todos, son asesinos. ¿Sabes? Cuando mi mamá te vio ese día que llegaste a mi casa, no te iba a abrir, pero lo pensé bien, y creé un plan, donde ustedes consiguieran pistas y pudieran ubicarnos donde está la bomba. Mi tatarabuelo lo dijo, necesitamos encontrarlo, tenemos que seguir el plan, mi papá y mi mamá me lo dijo. Ellos me criaron así. Tengo que seguir mi tradición.-
Finalmente terminó de activarla. 8 horas para que todo explote.
Y se fue, abandonándonos a nosotros.
El fin de los O'Sullivan.
¿Qué coño iba a hacer ahora?
Lo peor de todo, es que todo fue mi culpa. Yo metí a toda mi familia en esto, sólo por romper un cuadro que estaba en mi habitación.
No podía hacer nada.
Realmente era el fin.
Pero después de unos minutos, alguien se acercaba, sólo podía ver su figura, no había mucha luz.
-¿Otra vez aquí, Isaac? ¿Volvió?- Pensé yo, al verlo a lo lejos.
¿Que querrá el otra vez?
Pues no.
Era Cony.