MESAS Y BAILES 

CAPITULO DIECISIETE 

Las luces estereoscópicas del club brindaban un ligero reflejo de las personas que caminaban de un lado a otro en él, en una mesa en lo más alto de una tarima donde se situaban los clientes más importantes de Sara, parada en una mesa una de las bailarinas Andrea para ser exacta movía sus caderas al compás de la música entreteniendo a los hombres que acompañaban a hijo del escorpión, nunca se le ha visto mucho tiempo en un lugar, el único sitio donde permanece sin tanta seguridad a su lado es en el club justo donde minutos antes se encontró con una señorita de impresionantes ojos azules. 

La mujer que tenía frente a él era su juguete favorito que no le estaba prestando atención en lo más mínimo a pesar de que la chica se estaba esforzando demasiado en hacer que la levantara y la llevara a una de las áreas traseras que contenía el club. 

-Lárgate – le dijo a Andrea que seguía en su baile, le extendió un billete de cien haciendo que la mujer casi desnuda solo por una diminuta falda que en minutos previos pasaría al reguero de prendas que tenía ese lugar – Olivia vete – la separo de él haciendo que la mujer se quedara estupefacta por su acción, el dinero de ese a costón le serviría para pagar la colegiatura de su hijo que tenía seis años, cada noche que llegaba implicaba una ronda de sus servicios que la dejaban bien remunerada para sus gastos, el hombre de ojos oscuros al ver que no se movía la tomo del brazo de mala gana tomo el dinero que le correspondía pagarle por estar acompañándolo se lo puso frente a la cara juñendo en su odio – vete de una puta vez – la mujer dudando en tomarlo o no por unos instantes tomo el dinero y se retiró de aquel lugar. 

Sara le había dicho que esa niña no estaba dentro de su servicio de atención al cliente, ella era de entretenimiento por lo que estaba lejos de conseguirla, Dereck que siempre estaba acostumbrado a obtener lo que quería le dijo a Sara que le pagaría mucho más por esa chiquilla de lo que le había pagado por la virginidad de Dana o por la de cualquier otra niña que tuvo en su cama. 

Justo en ese momento Saray entro diciendo que cualquiera de ese lugar estaba a su disposición si eso quería, pero que se mantuviera alejado de Lucía o tendrían desacuerdos muy graves haciendo que se desatara la guerra entre ellos. 

Dereck se movía de un lado a otro para tomar una decisión su padre siempre le dijo que las mujeres eran el principal motivo de guerras en el trabajo, pero nunca pensó que eso fuera cierto ahora que no podía tener a aquella mujer que hizo que solo con su voz se avivara uno de sus más preciados órganos dudaba mantener la cabeza fría. Debía encontrar una manera para que esa niña se acercara por su propia cuenta, por lo pronto todo lívido fue sustituido por rabia y frustración por no conseguir por el momento a aquella pelinegra.   

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HOLA, ES CORTO, MUY CORTO PERO ESPERO LES GUSTE, ME GUSTARIA SABER SU OPINION