CAPITULO VEINTE Y CUATRO
El sonido de mi teléfono sonando constantemente con una melodía que identificaba a Victoria, eso solo significaba que estaba en graves problemas, veo a mi rededor no identifico ningún mueble dentro de este lugar, mi aturdimiento se esta poniendo grave, lo último que recuerdo estar en el sillón acordando que necesitamos una orden del registro nacional de personas donde encontraremos a todos los Dereck del país, así como los Demian.
No recuerdo en que momento de esa conversación me quede dormida en ese sofá, debía de estar justo ahora en casa, en estos meses jamás había faltado en llegar a dormir, tengo problemas interminables justo hora para sumar una lista enorme de cosas por resolver.
No tengo el valor de responder, que le diré que no llegue a dormir a casa, no tengo ninguna excusa sobre una razón viable y verificable, tampoco le puedo decir estoy bien, segura en casa de Erick, vuelve a sonar el teléfono.
-Llegaste a las tres de la mañana, dormiste hasta las siete, dejaste listo el desayuno, saliste temprano para estar presente en una entrevista que inicio justo hace diez minutos por lo que no debes responder – esta vestido con un traje gris y una corbata dándole una aspecto formal, se ve más grande que lo que en realidad es
-¿Cómo has hecho todo eso? – me pongo de pie de la cama aun llevo la ropa de ayer, puesta.
-No fue difícil – se encoje de hombros – todos en tú casa tiene el sueño pesado, lamento si tu ropa no es de tu agrado, pero el estar en el dormitorio donde duerme Victoria por mucho tiempo, no era de mi agrado.
Con todo lo que tengo por delante no hago preguntas de como logro eso, a pesar de eso le agradezco con un asentimiento de cabeza, me hace señales de donde se encuentra mi ropa, luego me dice que el baño esta en la siguiente puerta. Reviso mi teléfono tengo cuatro llamadas perdidas de mi amiga desde las siete y quince de la mañana.
No recuerdo hace cuantos años fue que me levante tan tarde, son casi las ocho de la mañana. Me dirijo al baño con todas mis cosas escucho que cierran la puerta, entro en la ducha, el agua fría que cae hasta el momento que se logra calentar moja todo mi cabello, agradezco el contacto de las dos temperaturas haciendo que mis músculos se relajen.
Me visto con la ropa que ha traído Erick de mi casa, son unos pantalones negros, una blusa clara, una chaqueta del mismo color que el pantalón y unos zapatos altos, no pretendo ponerme otros zapatos altos después de todo el tiempo que estuve de pie toda la noche y madrugada con los tacones en el club, deseo descansar un poco lo que se puedo con zapatos bajos hasta la noche.
Doblo la cobija que me cubría sobre su cama, tomo mis cosas la meto en una pequeña mochila que reconozco ser mía, guardo la ropa de el día anterior, salgo a la mesa donde nos quedamos sentados la madrugada, tiene unos papeles en la mano que lee con atención.
-¿Qué no lo hemos leído suficiente para, saber que tiene todo su local en orden? – avanzo, veo una taza de chocolate humeante, necesito energía para todo el día. Tomo la taza en mis manos y por sorbos uno a uno ingiero el chocolate, es lo mejor del mundo, siempre me a gustado los dulces.
-Esto – dice poniéndolo frente a mi sobre la superficie de la mesa y veo otros papeles que no había visto antes – son detalles de algunas constructoras, son fotografías de sus edificios o impresiones de sus logo, no logro identificar a más de tres haciendo que me sienta decepcionada de mi corto conocimiento al respecto – las siguientes seis son las que se encuentra aquí en la ciudad por lo que tienes una cita hoy, me muestra una centro comercial que asumo su oficina esta dentro, es pequeña pero ha tenido dos contratos grandes en realización de residenciales y otros tres en urbanización de tres calles de otro departamento – me pasa el expediente – se sabe que todo están en regla por lo que no deberás tener problemas de ninguna índole, sigues teniendo el mismo nombre de la universidad, para no afectar tu autentica cuartada.
- De ¿Dónde has sacado todo eso? – pregunto incrédula, poseía información de alguna de ellas al menos los nombres no sus ubicaciones
-El general se ha enterado lo ha enviado hoy hace diez minutos, ha pedido que te integres de inmediato a uno de los puestos – me ve con una sonrisa que me da miedo
-Ya lo han hecho ellos – resoplo ante ese detalle, siempre que se meten a resolver el ingreso de un agente a ese lugar siempre hay una persona que conoce tu verdadera identidad – no me gusta para nada
-No han resuelto nada – dice poniendo en mi mano una agenda de tres entrevistas justo para la tarde de hoy iniciando a las mil cuatrocientas horas, donde recuerdo que el día de mañana uno de los castillo tendrá una reunión para ultimar detalles de una colaboración que llevan
- Lo que han hecho son los tramites para que te den la cita, así que debes conseguir el puesto por ti – eso me complace verdaderamente, deja mas tranquila que nadie sabrá nada de mi en cualquiera de los lugares que visitare hoy.
Termino de beber mi taza de chocolate tomo mi bolso dejando la maleta de mi ropa en uno de los closet del recibidor para llevarla después a casa, los dos comemos en silencio algo de fruta y un poco de cereal, el cual me sabe a gloria.
Las cosas entre ambos siguen igual de tensas, pero hacemos un gran esfuerzo para que las cosas sean tolerantes, mi teléfono suena nuevamente saltando en la pantalla el nombre de mi desesperante amiga,- contesta o no dejara de insistir – me dice Eric, tomo aire para lo que se avecina y contesto a una muy mal humorada Victoria que grita sin parar, la sonrisa de Erick al escuchar sus gritos me ponen de malas, parece que esta disfrutando todo esto y cada segundo que pasa de ello me arrepiento de haberme quedado dormida, fuera de casa, pero de algo estoy segura que no hubiese logrado nada en casa sin levantar sospechas.
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Editado: 05.07.2021