¿??: Relájate, además… no te voy a soltar hasta que por lo menos me des un beso –dice tocando mi nariz con su dedo índice-
S: Pues mejor espera sentado que parado te cansas –digo en tono burlón quitando su mano de mi rostro-
¿??: Jaja que chistosa pero me temo que no te irás de aquí a menos de que hagas lo acordado
S: Yo no acordé nada –digo seria-
¿??: Entonces, me temo que no te soltaré, así que nos quedaremos aquí.
De la nada sale un chico muy apuesto y le propina un puñetazo en la cara al idiota, provocando que me suelte, aunque para mi suerte, la bestia esa me empujó y torció mi tobillo.
¿??: ¿Cuál es tu problema imbécil? –Dice limpiando un poco de sangre en su rostro-
Chico: Ninguno, al parecer, otro es el que tiene un problema –dice recostándolo contra una pared y alzándolo mientras lo toma de su camisa-
¿??: Basta, basta, suéltame –dice tapando su rostro-
Chico: Ya lárgate cobarde –dice tirándolo al piso-
Poco después de que huyera el idiota ese, el chico se acercó hasta mí para ayudarme o algo así.
Chico: ¿Estás bien? –Dijo extendiendo su mano para ayudarme a levantar-
S: No exactamente –dije tomando su mano-
Al tomar su mano pude levantarme, pero la pierna de mi tobillo dislocado comenzó a temblar, haciéndome perder el equilibrio.
Chico: Creo que es mejor que te cargue –dice sosteniéndome abrazada a él-
S: No creo que sea necesario, además…
Ni siquiera pude terminar de hablar cuando ya me llevaba en sus brazos. *aprovecho para examinar a mi héroe* Tiene cabello castaño con unos rizos de ensueño, piel de tez blanca, ojos azules, figura delgada y musculosa.
“Sin duda Dios escuchó mis plegarías” *digo en mi mente*
Cuando terminé de examinar a mi hermoso y apuesto héroe siento que alguien me habla, oh, es él :3.
S: Yo también, aunque te reconocí por tu apellido. Ahora me acuerdo, estudiamos juntos desde 2do de primaria ¿No es cierto??
I: De hecho sí, pero no recuerdo que hayamos hablado mucho –dice con cara larga-
S: Pero… una pregunta ¿Cómo me reconociste?
I: Por tus hermosos ojos y tus lentes, recuerdo que los cambiaste en 5to cuando un chico en deporte te lanzó un balón accidentalmente en la cara y s-se r-r-rompieron –dice rascando su nuca-
S: ¿Fuiste tú Itan? –Digo alzando una ceja-
I: Y-y-yo lo siento, no fue mi intención de veras. Si nos vemos la otra semana en la preparatoria, te buscaré para ir a la cafetería por pudin ¿Sii?
S: No te preocupes Itan, me hiciste un favor. Ya quería deshacerme de ellos, pero no rechazaré esa oferta –dije intentando acomodar mis lentes-
I: Deja y te ayudo –dice acomodando mis lentes-
S: Gracias Itan –digo sonriente-
I: D-de nada, ¿Ya estamos cerca de tu casa?
S: Emm si, es esa de allá –dije señalando la última casa de por aquí-
I: Eres muy linda Mushasha
S: ¿Eh? –digo sonrojada-
I: Digo, e-es m-muy linda tu casa *sonrojado* pero no estaría de más decirte lo muy hermosa que eres –dice acomodando un mechón de cabello que estaba en mi cara haciéndome sonrojar mucho más de lo que ya estaba-
Por unos minutos, nos quedamos en silencio hasta que por fin llegamos a mi casa.
S: Y-ya llegamos, p-puedes bajarme ahora
I: Eso creo –dice tomándome de la cintura para ayudarme a parar-
Cuando mis pies tocaron el suelo, Itan y yo nos quedamos en silencio mirándonos, cosa que no entendí en lo más mínimo, para ser sincera, lo único que hago es mirar sus ojos y su sonrisa al igual que él a mí. Puedo observar un brillo en sus ojos, un pequeño destello que sin duda, me encanta.
S: Me alegró verte Itan, nos vemos en la cafetería la próxima semana –dije tomando sus manos quitándolas cuidadosamente de mis caderas-
I: A mi mucho más, nos vemos Sarah –dice acercándose más a mí y posando sus manos en mis mejillas-
Por un momento pensé que me besaría pero no fue así, o al menos no como yo esperaba que lo hiciera. Al acercarse me dio un pequeño beso cerca de mis labios, cosa que me pareció muy tierna. Luego nos despedimos.
Cierro la puerta y me dispongo a ir a mi cuarto.
Es un sueño, por fin el amor toca nuestra puerta “Mushasha”
Dice mi mente para hacerme reír como una loca desquiciada.
*Tocan la puerta*
Pase - digo con pereza-
C: ¿Qué te pasa “Mushasha”? ¿Por qué te ríes? –Dice con las manos en las caderas y una risa ladina-
S: ¿C-cómo dijiste?
C: Dije Mushasha. Por cierto, Itan es muy lindo, no lo dejes ir –dice alzando las cejas con una sonrisa pícara-
S: ¿Q-qué te pasa? Nos acabamos de conocer, y además… ¿Lo conoces?
C: Emm, si, es el hermano de un amigo, pero… sólo no lo dejes ir.