Ojos Con Secretos

14. PASTEL Y TE

DAMIAN

Estábamos desayunando tranquilamente en una plática muy amena, era un momento muy lindo entre los Riddle y Adara. Pero dicen que todo lo bueno tiene un final, y eso era la presencia de Adrian, su esencia la percibí a unos metros de aquí antes de que llegara, y por las caras de los Riddle, ellos también lo sintieron. 

–¡Adaline! ¡Xander! ¿Qué hacen aquí?–Exclama Adrian con una genuina sorpresa en el rostro al entrar en el comedor. 

–Vinieron a la fiesta de la Diosa Luna o ¿Es que ya se te olvidó esa vieja costumbre?–respondí por ellos, tomando el control de la conversación, no quería altercados.  

–No, sólo tengo muchos años sin asistir a la fiesta. Y tampoco pensé que ellos iban a venir–dice mirando a los Riddle con odio, el cual es recíproco. 

–Tampoco sabíamos que ya habías encontrado a tu mate–dice Kosmos con su singular actitud. 

–Tan directo como siempre Kosmos–dice el Alfa de Akela mientras sus ojos centellean en rojo. 

–Porque mejor no vamos a terminar de desayunar ¿Si?–pidió la gamma de manera amable en general–¿Vamos papá?–añadió tratando de distraer a Adrian. 

–Hija ¿Qué haces aquí?–Al parecer el nuevo Alfa estaba tan sumergido en su enojo que no se había percatado que Adara se encontraba aquí–Pensé que aún no habías bajado a desayunar. 

–Estábamos desayunando tranquilamente todos, mira ya llego mi nana–Señala con su mano a la Sra. Ana–Vamos está todo delicioso–Lo agarra del brazo y lo ayuda a sentarse a un lado de ella.   

Después de un rato todos retomamos el desayuno, solo que se añadió a la mesa un silencio incómodo. Yo estaba sentado en la cabecera de la mesa, a mi lado derecho estaban los Riddle, al lado izquierdo estaba William con su mate y su suegro, luego Adara, Adrian, Nick, la Sra. Ana y por último su esposo. Y aunque ya llevamos unos cuantos minutos conviviendo "tranquilamente", podía notar en los rostros de Adaline y Xander su descontento y las preguntas no formuladas en el aire. 

–Adrián, cuéntanos ¿Como ahora eres un Alfa? ¿Cómo pasó? Si cuando te fuiste eras un beta–pregunta Adaline mirando fijamente a Adrián. Por la cara de Adara y de todos los que venían con el de Akela, sabía que eso era un secreto más de Adrian. 

–Cuando ustedes me desterraron, llegué con mi hija sin rumbo fijo a Akela. Su Alfa nos acogió y fui su mano derecha por mucho tiempo, cuando murió me cedió el linaje sin pensarlo–responde con una mirada severa hacia los Riddle–Es una manada pequeña, reservada y bonita para vivir, tu la amarías Adaline. 

Para que un lobo muera tiene que ser envenenado con una extraña planta llamada LIRINCHOE (produce graves daños al riñón, corazón, afectando el ritmo cardiaco, también produce irritación gastrointestinal) o si utilizan un arma para matar tiene que tener impregnado el veneno. Cuando un Alfa está a punto de morir y no tiene descendencia, puede hacer un ritual de traspaso de rango a su beta o algún lobo de su confianza, esto se hace para que no se pierdan las manadas por falta de descendencia. 

–Adara ¿Cuántos años tienes?–pregunta Lucas. 

–Diecinueve años y ¿tú?–le asegura con una sonrisa, al parecer se llevara bien con él.  

–Kosmos y yo, tenemos cien años–responde señalando a su gemelo. 

–Wao! no se ven tan mayores–comenta con una sonrisa muy tierna, la cual hace que mis ojos se vayan directo a su boca. Esto hace que me pierda en pensamientos nada apropiados con Adara. 

–¿Por qué tantas preguntas?–la voz de Adrian me regresa a la realidad–¡Ya basta de su maldito interrogatorio!–golpea la mesa con su palma abierta y con mucha fuerza, dejando a los presente impactados en especial a su hija–¡Ustedes!–gritó señalando a los gemelos–Me tienen cansado, los dos, con sus estúpidas preguntas sobre nuestra vida.

–¿Cual es el problema Adrian?–contraataca Lucas al mismo tiempo que se levanta de su lugar en la mesa–¿A que le tienes miedo?. 

–Dejate de idioteces niño–contesta Adrian haciendo lo mismo que Lucas–Se ve que no has cambiado y sigues siendo el mismo niño irresponsable e inmaduro de siempre. 

Adrian sabía que esas palabras iban a enfurecer a Lucas, y consiguió la reacción que esperaba. Él no esperó un segundo más para darle un golpe en la mandíbula a Adrian, por supuesto el Alfa de Akela no se iba a quedar de brazos cruzados. 

–¡Ya paren!–ordené con mi voz de Alfa Real. Una combinación de la voz de Seth y la mía. Es un elemento estrictamente utilizado para casos en los que tengo que imponer mi autoridad. 

–Suéltame Kosmos el me las va a pagar–Lucas trata de soltarse del fuerte agarre de su hermano. 

–Lucas, cálmate por favor, no vale la pena–pidió Lili, su esposa, tocando su rostro con cariño para hacerlo reaccionar. Sus padres estaban todavía en sus asientos un poco sorprendidos. 

–Esto no se va a quedar así–expresa Adrian al mismo tiempo que se limpia con la manga de su camisa la sangre que brota de su boca. 

–Papa, para, tranquilízate–pide Adara acercándose a él, y parece que funciona. 

–Está bien, hija–dice antes de darle un beso en su frente–Te espero en tu despacho Damian–anuncia mirándome brevemente antes de salir por la puerta. 

–Ya que terminaste tu espectáculo, vamos a curarte las heridas–ordena Xander  con voz severa a Lucas, y por la mirada que le dio a su hijo se que le espera un buen sermón. 

–Voy con Lili y Papa, para calmar las aguas–explica Kosmos luego de darle un beso en la frente a su madre, para luego seguir a Xander. 

–¿Estás bien Adaline?–La noticia que les di fue una verdadera impresión para todos y sumándole la pelea que acabo de presenciar, temo que sean muchas emociones para ella. 

–Sí querido, no te preocupes. Estoy bien, solo que me impresionó la reacción de Lucas, hace años que no se comportaba así. 

–Está bien, voy al despacho y ahora hablamos.




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