Capítulo VI "Ambición"

No me tomó mucho llegar al salón del castillo, quería saber cuánto antes que noticias me traía Naberius.

—¡Por fin llegaste! —exclamé feliz 

—¡Ay, que poco cariño me tienes! —Naberius como siempre sobreactuando— ¿Cómo estás Naberius?, ¿Te hicieron daño?

—Oh, vamos, no es que no me importes, sino que es imposible que alguien te lastime, después de todo eres inmortal

—¡Tu falta de preocupación por mí, me lastima Pandora!

Me causaba gracia, no lo puedo negar, verlo gesticulando como si estuviera en una comedia griega, se le daba bien hacerme reír

—Vamos Naberius, no te habría enviado sino supiera que eres altamente capaz de realizar el favor que te pedí 

—Bueno, te diré lo que conseguí, solamente porque aceptas que me necesitas 

 El marqués se sentó en los escalones de piedra que conducían hacia el trono de mi padre Dissaor

—Pues bien, entré en la casa de los hermanitos, y me encontré con una reunión muy particular, los gemelos tomaban el té con nada más ni nada menos, que Roger van Euwen

Pude sentir como la rabia subía, formando un nudo en mi garganta, Roger, el desgraciado que había maquinado todo contra mi familia. Por su culpa estaban muertos mis padres y aunque no esperaba que apareciera tan pronto, sentí satisfacción de solo pensar en que pudiera llegar a tenerlo cara a cara.

—La cosa es, que los gemelos pedían mantenerse al margen de todo, lloraban e imploraban, de la forma más patética que he visto, si me preguntas, que no querían verse involucrados en ningún asunto que tuviera que ver con hacer daño, que estaban hartos de pagar los platos rotos por situaciones en las que nunca quisieron participar, a lo que Roger les dijo que él se encargaría de todo si los atacaban y que no fueran cobardes

—¿Aún se encuentra allí? —pregunté deseando que me dijese que sí

—No, se retiró luego de la conversación que te acabo de comentar, y es lo mejor

—¡Podríamos haber acabado con él! —Protesté—¡Habríamos dejado a los van Euwen sin su cabeza!

—Ay Pandorita, Pandorita—el demonio se llevó la mano derecha hacia su frente demostrando una gran contrariedad—No es tan fácil como piensas, si debo ser sincero, tu fuerza aún no se acerca a la de Roger; puedes ser una vampiresa completa y él sólo un dhampir, pero, él lleva mucho más entrenamiento que tú encima, es un ser meticuloso y calculador, cada paso que da está fríamente calculado en toda situación posible y ya tiene un plan para cualquier escenario que pueda enfrentar, si a eso le sumamos su kinesis de la tierra, versus tú que aún no despiertas ninguna. Es un rival que no querrás enfrentar aún, apreté los dientes de la impotencia. Naberius ya me había mencionado antes la diferencia entre los hermanos que hemos derrotado hasta ahora y el poder del hermano mayor, pero jamás pensé que fuera tan abismal. 

—Bien, ¿Dices que los gemelos están solos en su casa?

—Dije que Roger se había ido, no que estuvieran solos

—¿Cuántos hay?

—Pues…si tuviera que calcular, diría que 50 hombres apostados en las afueras de la mansión, pero no sentí ninguna amenaza mayor, solo son un gran número de humanos sin inteligencia ni talentos 

Parecía ser que aún nos infravaloraban, pensando que un enorme grupo de humanos podrían detenernos.

—¡Perfecto! —exclamé—Hace mucho que no iba a alimentarme, esta será una ocasión especial 

—Ja, ja, ja—Naberius estalló en una carcajada estrepitosa—¿Así vas a proteger a los humanos?

—Protegeré a aquellos que se vean involucrados de forma indirecta en esto, todos los que aceptan trabajar para ellos, merecen su misma muerte

—Claro, porque ganarse la vida de alguna manera para tener que comer ellos o sus familias no tiene nada que ver en esto, ¿no?

—Bien, entiendo tu punto, a esto te referías con que no podría salvar a todos los “inocentes”

Naberius apareció de improviso frente a mí y con uno de sus dedos tocó la punta de mi nariz

—A-sí es, pero va más allá de eso Pandorita, tu motivo para vengarte es válido, pero, para aquellos hijos de los hombres que asesines hoy, tú serás la villana, tú habrás matado a parte de su familia y despertarás en ellos el deseo de buscarte para acabar contigo, la venganza es un círculo sin fin de odio y a mí, ¡Me encanta!, soy un demonio, me alimento de ello pero tú, ¿Estás realmente consciente de lo que haces?

Mi compañero podía llegar a ser bastante irritable, pero era evidente que tenía la razón, no podía pararme a separar justos entre culpables, los gemelos van Euwen deberían morir, eso era seguro, y para ello también caerían muchos inocentes.

—Lo sé—contesté mientras asentía con la cabeza—Tengo claro que pasaré a ser la villana de muchas vidas y que seré perseguida por alguno de ellos, pero ya inicié esto y no daré marcha atrás, aquellos niños que pierdan a sus padres en el proceso, tendrán el derecho de buscarme y acabar conmigo, y cuando eso pase, los estaré esperando pues no dejaré que acaben con mi existencia tan fácil, pero ya metí las manos al lodo, no puedo retirarlas y pretender que nada pasó.

—Pues entonces, ¿Qué esperamos?

—Nada realmente, vamos a la puerta dimensional 

En cuestión de segundos estábamos frente a ella, le pedí a Naberius que me traspasara las imágenes del lugar donde vivían Armand y Richard, coloqué la mano en el cristal como de costumbre y la puerta se abrió, sin dudarlo ambos saltamos al interior del portal a continuar con el legado de mi venganza.

En un abrir y cerrar de ojos, aparecimos en aquel lugar. Era un terreno enorme, lleno de árboles, el cielo nocturno cruzado de estrellas y la luna enorme y brillante en todo su esplendor, brillaba en las blancas paredes de la gran mansión. Una construcción Greco-romana con sus pilares tallados cual antigua Grecia, enormes ventanales con bellos acabados en mármol, la casa estaba completamente iluminada en su interior, sería difícil pasar desapercibidos una vez dentro, además de los cincuenta hombres patrullando en el patio, claro estaba.