—¿Estás bien?—Escuché hablar a Derek cuando su papá salió de mi campo visual.
—¿Y ahora te preocupas por mi? Suéltame—Le dije enojada y safandome de su agarre
Él me mostró una cara de preocupación
—Nor, yo tampoco quería esto—Dijo buscando mi mirada—Cuando papá me lo dijo, de verdad intenté por todos mis medios hacerlo cambiar de opinión
—Pues no parece que te hayas esforzado mucho, ayer, no hiciste nada cuando tú papá estaba agrediendome.
—Yo también estoy sufriendo, Eleonor, no tienes ni idea de lo que mi papá es capaz de hacer. Solo estás pensando en ti sin conocer lo que realmente pasa.
—¿¡Y que quieres que haga!?¿¡Preocuparme por alguien que me tiene prácticamente secuestrada!? Perdóname, Derek, pero después del trato que tuve ayer, me importa un comino lo que pase aquí.
—Pues sorpresa, querida, todo lo que pase aquí también te va a afectar porque te recuerdo que tú y yo nos tenemos que casar y esta será tu casa pronto durante el resto de tus días.—Ambos nos quedamos callados durante algunos segundos que me parecieron horas hasta que Derek suspiró y me dió la espalda —Sígueme, necesito enseñarte algunas cosas ya que el baile será esta noche.
Los pasos de Derek resonaron con decisión y solo me quedó resignarme y seguirlo. Esta vez no me deleité en prestar atención a los pasillos pero si que traté de memorizar todo por si algún día me encontraba sola.
Me guió hasta unas puertas grandes de madera que crujieron cuando las abrió. Un olor a madera inundó mis fosas nasales, lo primero que vi fue un enorme ventanal y demasiados libros.
Era una biblioteca hermosa, había algunos sillones que se veían demasiado cómodos, estaba bien iluminado el lugar y solo pensé en quedarme ahí para siempre.
—Primero, lo principal. ¿Quienes vendrán?
Vendrán 3 manadas, la manada del Río, la mamada del sol y la manada de las nubes.—Derek se sentó en un pequeño escritorio y yo hice lo mismo que él, así que quedamos frente a frente y prosiguió—Es muy importante que sepas sobre nuestros códigos, Nor; aunque pertenecemos a la familia de Alphas, debemos hacer una pequeña reverencia cuando vemos a otros Alphas o Lunas, esto demuestra el respeto mutuo entre las manadas.
—Jamás e visto que alguien de ustedes lo haga en otros bailes—Dije un poco desconcertada.
—Es porque mi padre está en contra de esto, dice que el no se va a inclinar ante ningún otro Alpha, pero es importante que tu y yo si lo hagamos—Continuó—Esto mejorará considerablemente la relación con las manadas, hace tiempo nuestras amistades se han debilitado, hemos perdido dos grandes aliados en los últimos 50 años.
—La manada de la tierra y la manada del viento—murmuré para mi misma pero Derek asintió como si nada
—Así es, esas manadas decidieron separarse y seguir su propio rumbo.
¿Porque? Tierra, agua, viento, nubes, sol y luna, todas éramos manadas hermanas. Nos necesitábamos unos a otros para poder vivir. Sabía que Tierra y Viento se habían separado, en su momento causó mucho revuelo dentro de nosotros, hubo mucha preocupación de por medio. Pero el tiempo borra todo, hacía muchos años que no se sabía nada de ellos y ninguno de nosotros preguntó más.
Derek me miró fijamente, como si tratara de descifrar mis pensamientos. Parecía por un momento que quería hablar y en su lugar solo cerró los labios se levantó del sillón y fue a buscar un libro.
—Toma, aquí está el libro que contiene el linaje de todas las manadas. No te agobies con tantos nombres solo procura recordar los que ocuparemos esta noche.
—No voy a recordar todos los nombres—Dije frustrada
—Tranquila, Nor, yo estaré contigo toda la noche.
Mi corazón empezó a palpitar rápido de repente y yo hice una mueca. ¿Qué demonios me pasaba ahora?
—Tambien quiero explicarte lo que diremos a los Alphas, es muy importante que nuestras historias concuerden.—Derek volvió a sentarse a un lado de mi mientras mi corazón seguía palpitando rápido—Diremos que nos encontremos en el hospital. Un evento desafortunado a causa del problema que tuvo mi madre pero fue ahí que nos topamos y supimos que éramos nuestros mates.
Hice una mueca
—Es un primer encuentro muy ordinario—Dije Abriendo el libro y ojeandolo un poco.
—Lo es pero eso lo hace especial, más real, más creíble—Dijo él como si se estuviera convenciendo más a si mismo que a mi.
—¿Alguna otra cosa rimbombante que deba saber?—Pregunté con la intención de que esa reunión terminara pronto.
—Desde hoy, te quedarás aquí en la mansión, tus cosas ya están siendo transferidas aquí—Derek me miró como esperando que yo explotara pero solo suspiré con resignación.
—Me gustaría ir a mi casa mañana para asegurarme de unas últimas cosas.
A decir verdad, esto era algo que ya esperaba. Me habia preparado mentalmente para esta situación desde que el Alpha me obligó a firmar aquél papel. Era obvio que tarde o temprano iba a pasar, aunque, mentiría si dijera que no me afecta.
Derek me explicó algunas cosas más acerca del baile. El orden con que iban a psar las cosas, horarios, códigos y demás que solo lograron darme un dolor de cabeza.
Me preocupaba el hecho de que yo no fui criada para ser una Luna, todos se darían cuenta de que muchos de mis movimientos serían torpes y quizás algunas cosas no me saldrían bien pero Derek me juró un montón de veces que no se iba a despegar de mi lado.
Aún así, todo seguía agobiandome. Una cosa era platicar con Derek acerca de esto y otra muy distinta era fingir frente a todos.
Derek había sido amable conmigo este rato y hasta ahora había respetado mi espacio, cosa que me pareció un poco rara pues yo esperaba que fuera igual que su papá. Me alegraba muchísimo que Derek no fuera así, al menos, me ayudaba a que todo este asunto fuera más llevadero.
Cuando Derek terminó de explicarme todo, se despidió prometiendo que pasaría por mi a mi habitación a las 7pm en punto y me dejó sola en la biblioteca. Durante todo el tiempo que estuvimos ahí no me di cuenta que pasó tanto tiempo y sentía algo en el pecho que no podía explicar hasta que la puerta de la biblioteca se abrió otra vez y mis ojos brillaron cuando lo vi entrar.
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Editado: 18.09.2024