Capítulo 26: El día después

La fiesta terminó sobre las 4 de la mañana y mi vestido estaba embarrado con pedacitos de pastel que habían quedado en el piso.

La noche estaba en su máximo apogeo y se veía tan bella y mágica. Como que nada podía parar  a aquellas personas intrépidas que se animaban a salir a estas horas.

Algunas se animaban a salir a bailar a esta hora, algunos se escapaban para ver el amanecer juntos a sus amigos y otros salían de bares tambaleándose , posiblemente pensando en la resaca que les esperaría al día siguiente.

Una parejita alegre pasó frente a mí riendo.

-Para cuándo tu boda?

Los miré confundida hasta que miré el ramo que tenía en mi mano.

-Para cuando consiga a alguien que me quiera atar.

-Yo lo haría-agregó Will-Con gusto.

-No te parece que es un poco pronto?

-Para mi no existe el tiempo perfecto en el amor, suelo hacer las cosas sin pensar y las hago por impulso.

-Como te resultan?

-Desde que he llegado a aquí bastante bien por suerte.Tienes quien te lleve?

Negué.

-Vamos. Yo te daré un aventón a casa.

-Gracias.

Un silencio inundó el auto apenas nos metimos.

-Will?

-Si?-me miró antes de arrancar el auto.

-Te molesta que me quede en tu casa?

-No linda , para nada.Puedes hacerlo, pero tendré que atarte para que no huyas esta vez.

Sus palabras me hicieron sentir más avergonzada de lo que ya estaba.

-Ya te había pedido disculpas.

-Lo sé-solo bromeaba.

-Descuida.Estaré ahí cuando despiertes al día siguiente

Podría haber huído .

De nuevo, pero que lograría con ello?

Hacer que Will se canse de mi y se vaya, esta vez sería él quien escaparía.Y no dejaría  que aquello ocurriera.

No quería cometer más errores en mi vida, Por lo menos no con él.

Will se había abierto a mi, me había contado todos sus secretos, incluso los que más le apenaban y yo seguía aquí, a su lado.

No me iría tampoco.

Pero no por eso debía dar todo por sentado.

Decidí que tenía que ponerme mis botas de niña grande y hacerme cargo de lo que sentía .

Quería estar con él y mostrarle lo que significaba para mí.

Cumpliría mi promesa y me quedaría al día después.