Capitulo 44: La calma tras la tormenta

Esto de verdad estaba pasando? Mis amigas en serio me habían hecho esto? Sabiendo lo mal que estaba?Lo que lloré? 
-No tengo tiempo para esto. 
-Dame una oportunidad para explicarme-dijo acercándome nuevamente a él. 
-Creo que ya te explicaste bastante bien-respondí intentando ignorar la corriente que recorría mi cuerpo. 
-Por favor,Liv. 
-No me digas Liv. 
-Cómo quieres que te llame? 
-De ninguna manera si eso es posible. 
-En serio dejarás que esto se termine?-apuntó con su dedo primero a él y luego a  mí. 
-Esto nunca existió-imité sus movimientos-Porque tu me usaste para conseguir un rango más importante en tu trabajo.Un premio.Espero que hayas disfrutado de la cena en tu honor. 
-No lo hice. 
-Qué pena, hiciste todo esto por nada entonces. 
-Por favor, que quieres que haga Olivia? Quieres que me arrastre de rodillas para mostrarte lo arrepentido que estoy?No es mi vida sin ti en ella. 
-Vaya que cliché. 
-No estoy hablando por hablar, Olivia. 
Si no daba mi brazo a torcer las cosas seguirían así y no estaba de humor para generar un espéctaculo.Suficiente con el de la otra vez. 
-Bien.Qué quieres? 
-Dame una oportunidad de explicarme.Las cosas no son como tú lo piensas. 
-Está bien.Mañana al mediodía en Clency’s . Una hora y tu invitas el café. 
-Lo que tu quieras.Necesitas que te lleve? 
-No .Gracias.Hasta mañana William. 
-Hasta mañana Liv. 
Sali del bar tambaleándome, y no sabía si era el resultado de tanto alcohol o que, pero nuevamente todo daba vueltas a mi alrededor . 
Paré el próximo taxi que se acercó por la puerta del lugar y solo pude relajarme cuando estuve a salvo en mi cama. 
A la mañana siguiente , tenía una gran punzada en mi cabeza pero me la merecia.Quien me manda a tomar tanto? Ya no tenía 21. 
Saqué del gabinete del baño un par de aspirinas y me puse lo primero que encontré para ir a la cafetería. 
Era increíble que el lugar donde todo empezó posiblemente sea el mismo lugar donde todo termine.O empiece nuevamente . 
Tomé una sudadera gris y un jean azul y mis pantalones negros .Salí caminando tranquilamente hasta la cafetería. De esa manera podría pensar mejor las cosas y calmarme un poco. 
Para las 12:15 ya había llegado y William estaba sentado en nuestra mesa favorita. Ya había ordenado. A cualquier chica le habría molestado esto, pero no a mí,pues él sabía lo que me gustaba y quería , entonces que conociera mis gustos era casi halagador. 
-Buen día-dije colocándome frente a él. 
-Hola-intentó tocar mi mano pero la retiré de inmediato, no estaba lista para eso. 
-Te ordené lo que te gustaba . 
-Lo veo , muchas gracias.Puedes empezar a hablar.Debo volver al trabajo en pocas horas. 
Algo en él se veía diferente.Su barba estaba más gruesa, tenía ojeras bajo los ojos y su pelo estaba más largo. 
En cierta manera me alegraba saber que no había sido la única que la había pasado mal, pero al fin y al cabo él se la había buscado a todo esto. 
-Quiero que sepas que nada de esto es fácil para mí. Y no porque me moleste pedir disculpas.Sé reconocer cuando me equivoco.Pero, sin embargo no es sencillo para mí verte de esta manera.Y saber que soy el causante de ello. Cuando dije eso ese día , no lo quise decir de esa manera. Si, fue una parte de mi plan ir a atenderte a ti para conseguir ese trato que me llevaría a la cima,pero también lo hice porque cuando volví a verte, me trasladé a mis años en la escuela a cuando estaba profundamente enamorado de ti, pero tu no lo veías porque estabas detrás de Nick. Y lo entiendo.Pero la vida me dio una nueva oportunidad y la aproveché. Y fui muy feliz.Eres increíble y te necesito en mi vida de nuevo.No miento, de verdad te necesito.Por favor, tomame de nuevo. 
Lo miré con atención por unos segundos y no me había percatado de estaba llorando.Realmente habían lágrimas en sus ojos. 
No pude contenerme y tomé su mano. 
-Ey cálmate por favor.No me gusta verte así-suspiré-Está bien.Empezemos de nuevo pero sin secretos esta vez. 
-Lo juro, sin secretos. 
-Está bien.Te amo-dije bebiendo un poco de café. 
-Yo a ti.No me dejes nunca. 
-No lo haré. 
El resto del desayuno pasó en silencio salvo por alguna que otra mirada cómplice y llena de deseo y planes a futuro. 
Cuando mi teléfono sonó supe que era momento de marchar. 
-Debo irme, Will. 
-Te llamo mañana? 
-Claro-me acerqué a su lado para besarlo-Te amo. 
Mientras estaba por cruzar la calle mi celular seguía sonando en mi pantalón, lo saqué de mi bolsillo y abrí el mensaje que acababa de llegar.  
Cuando me dispuse a responder , sentí una bocina que se acercaba hacia mi pero no tuve tiempo de reaccionar, lo siguiente que sentí fue un fuerte golpe en mi cuerpo y luego todo se volvió negro. A lo lejos podía oír ruidos y gritos y la voz de William gritando mi nombre.