Onirico

EL VENDEDOR DE SUEÑOS

Aquel día al pueblo entró un extraño, a muchos les llamó la atención su forma de vestir tan peculiar, cada prenda que usaba estaba hecha solo de parches de diferentes colores, sin importarle comentario alguno se paró en la fuente central del parque y comenzó a hablar:
—¡Buenos días a todo el pueblo! —gritó —me llaman el vendedor de sueños y hoy de manera especial para ustedes tengo algunos que les gustarán.
De entre sus ropas de forma extraña sacó un extraño costal y continuó su pregón mientras la gente comenzó a pararse para verlo —mi primer artículo es el más bello, pero también el más barato, se llama fama —del costal sacó una pequeña caja de cristal con joyas —así es amigos, por muy bella que es, en realidad no es caro obtenerla, sin embargo, un descuido por muy pequeño que sea y se rompe en mil pedazos —con mucho cuidado dejó la fama en el suelo y volvió a buscar en el costal.
—Este pequeño cofre, contiene la eternidad, es fácil de obtener si te mantienes firme en todos tus objetivos, pero solo pocos logran verlo, por eso está bajo llave en este cofre —del mismo modo lo dejó en el suelo junto a la fama.
—A continuación tenemos el poder —y del costal sacó una espada sin empuñadura —cuidado con él, es grande pero siempre traicionero —y con todo cuidado lo regresó al costal donde no podía hacer daño.
—Veamos que tenemos aquí —dijo entusiasmado y sacó una pequeña flor —es nada más y nada menos que el amor ¿Cuántos soñamos con el verdadero amor? Pues aquí lo tengo, frágil y pequeño, su belleza no es exterior, más bien se contempla cerrando los ojos y mirando con el corazón, vamos intenten verlo de verdad, cierren sus ojos los que desean conocer el verdadero amor —sólo unos pocos se atrevieron a cerrar los ojos y lo que vieron fue algo que los dejó asombrados —este artículo no puede quedarse en un costal o ponerse en el suelo por su amplia belleza, además no tiene precio ya que los únicos que pueden poseerlo son los que dan su vida por los seres amados, así que lo dejaré en mi propio corazón —y sin más colocó la flor en su pecho donde quedó guardado.
Por un momento dejó de hablar el vendedor mientras buscaba incesante algo en el costal, buscó y buscó hasta que cansado continuó hablando —Mil disculpas, el siguiente artículo es un tanto difícil de encontrar, se llama felicidad, lo que pasa es que entre más lo buscas menos lo encuentras, así que dejémoslo para ver si llega solo a cada uno de los presente ya que además es gratis.
Toda la tarde siguió presentando una infinidad de peculiares artículos que salían de ese costal que parecía no tener fin, algunos, los más vanos, los puso en el suelo, los peligrosos los regreso al costal y la mayoría de los más humildes fueron regalos que solo se podían contemplar con el alma. 

Al final del día el vendedor de sueños salió del pueblo con una sonrisa en el rostro ya que había vendido tanto cosas buenas como malas, pero sobre todo su costal estaba lleno de nuevos artículos que vender en el siguiente poblado.

 



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En el texto hay: fantasia, magia, cuentos cortos

Editado: 01.12.2023

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