QUE NADIE

(escenas fuertes)

La semana fue muy tranquila, una semana demasiado tranquila para ser verdad. Jimin volvió a comportarse de manera misteriosa, el líder ni volteaba a verlo incluso si hacia una travesura en sus narices solo pasaba por su lado. Era muy raro...

-- Jimin, mañana es tu cumpleaños. ¿Qué te parece si vamos al lago? -- jimin solo lo miro desde su cama y tras meditar un poco asintió con una tenue sonrisa en los labios

-- estoy seguro que encontraremos sapos, llevare mi bolso para así tener una mascota sapo-- mencionó, pero cuando giro su cabeza al lado de jimin, este ya se había dormido. Suspiro y se decidió por dormir, seguro fue un día muy largo para el menor y él lo estaba fastidiando.

Al día siguiente yoongi despertó temprano en la mañana para hacer sus deberes y poder pasar todo el día con Jimin.

Cuando acabó fue y tomó un baño, ya listo fue en busca del rubio, buscó por todo el orfanato, en la cocina, donde tomaba clases, en la biblioteca e incluso fue al lago por si el menor se le adelanto, pero no estaba ahí. Camino de regreso pensando donde podría encontrarlo ya había pasado una hora buscándolo, paso por su cabeza decirle a la Madre de la situación, pero cunado paso por el patio trasero lo vio. Tenía la mirada perdida y sus ojitos parecían querer llorar, con cada paso que daba le temblaban las piernas. Su cabello estaba desordenado y sus labios hinchados.

¿Qué le había pasado?

Yoongi se acercó lo más rápido que pudo sosteniendo sus mejillas e intentando que hicieran contacto visual. Una vez jimin volvió a sus sentidos y se percató de la presencia del mayor, solo sonrió, una sonrisa que hacía a sus ojos desaparecer.

-- ¿jimin, que pasó? ¿Porque estas así? ¿De dónde vienes? -- jimin esquivo todas esas preguntas y se abrazó a yoongi con todas sus fuerzas, cómo si con el calor del cuerpo de su hyung olvidara lo que paso y estuviera en su lugar favorito.

--ya podemos ir al lago-- murmuro aun pegado al pecho de yoongi

El camino fue silencioso, jimin estaba colgado en la espalda del mayor, parecía pensativo ya que cuando yoongi preguntaba algo el solo respondía monosílabos o simplemente asentía.

-- hyung? -- preguntó jimin, haciendo callar a yoongi en un segundo para prestarle atención

-- dime jiminie-- tras unos segundos de silencio jimin solo negó sujetándose mejor y todo volvió a quedarse en silencio

Una vez en el lago jimin solo se sentó en las orillas del lago mientras miraba a los renacuajos nadar de un lado para el otro y de a ratos soltaba uno que otro suspiró. Yoongi se sentía morir cada segundo, por más que intentaba sacarle una sonrisa o alguna platica a jimin este no le respondía, ni con una de sus súper bromas logro hacer que sus ojos brillen.

-- jimin? -- el menor giro su cabeza-- feliz cumpleaños...

Jimin solo asintió y volvió a perderse en su mente.

Jimin no dejaba de repetir esas horribles palabras. Le dolía saber que estuvo tan cerca de cumplir su sueño y se lo arrebataron sin piedad. No se lo contaría a yoongi, podría ser que se pusiera triste y jimin no quería hacerlo sufrir más.

-- eres tan lindo, mi diente de león. Pero sabes... Te tengo una sorpresa... por tú cumpleaños. -- susurro en su oído, jimin solo quería que lo dejara en paz y que dejara de acariciar sus partes privadas mientras hacia lo que fuera atrás él -- una pareja llego ayer a mi oficina... Mmm~ gimió-- jimin sintió asco de escuchar eso--y preguntaron por los hermanitos... -- hermanitos? Pensó -- les dije que aquí... no hay hermanitos. Y sabes que me mostraron? -- jimin negó suavemente para evitar, de esa manera, mover su cuerpo-- señalaron por la ventana... a ese niño malcriado...-- ese era yoongi, a si lo llamaba el líder cuando se refería a él-- querían adóptalo... querían adoptarlos a los dos -- los ojos de jimin brillaron con entusiasmo, por fin saldrían de ahí, por fin podría ser feliz con yoongi-- pero les qué..--volvió a gemir-- les dije que ya... habían sido escogidos..-- sonrío, sonrisa que jimin no pudo ver por estar de espaldas -- sabes por qué lo dije? Mm... ¿Lo sabes? -- jimin negó con lágrimas resbalando de sus ojos -- porque tú eres mío y ni esos hijos de puta, ni ese niño malcriado te alejaran de mí. Tú me perteneces -- con la mano que entes estaba usando para masturbarse agarro las mejillas de jimin y lo obligo a darle un beso -- eres tan hermoso mi diente de león, tan perfecto-- dejo los labios de jimin para comenzar saborear su cuello -- mío...

Pudo ser una familia feliz con yoongi, pero ahora ya no podría.... Estaba atrapado y lo único que podía hacer era proteger al mayor.... O almenos a sus ojos, esa era la única manera de hacerlo

Al rato tuvieron que regresar ya que la noche estaba cayendo, yoongi se volvió a ofrecer para cargarlo y jimin se dejó, podía darse cuenta que había bajado de peso, sus mejillas ya no estaban tan rosadas y abultadas cómo antes.

¿qué le estaba pasando a su sol?

Yoongi no durmió nada esa noche, pero cómo dormir cuando a la una de la mañana jimin comenzó a llorar, llanto que intentaba callar con su almohada, yoongi no le preguntó, sabía que si lo estaba haciendo a esa hora era porque no quería que él se diera cuenta y si descubría que si lo escucho se sentiría aún más miserable...

Al siguiente día se había hartado de todo eso, no soportaría ver a su flor marchitarse tan pronto, él iba a descubrir que estaba pasando. No le importaba meterse en problemas.

Fingió que se estaba levantando para alimentar a las gallinas, pero solo se escondió bajo su cama, a la media hora jimin se levantó y se colocó sus zapatos, cuando yoongi lo vio salir fue tras el cuidando de no ser percibido.

No sé sorprendió al verlo entrar a la biblioteca, era normal, él siempre se encargaba de acomodar todo ahí. Porque a pesar que era un niño de once años, era muy inteligente y hábil ya que estar en el orfanato los obligo a hacer las cosas por su cuenta.