Calony se convierte en heroína al salvar a Oriol y a Lyra. Se describe el origen de Calony. Uno de los sobrevivientes explica que los poderes de Lyra no están desarrollados aún. Eaves va al pueblo donde Malcolm le entrega el collar. Eaves le insiste, Malcolm le cuenta a Eaves una teoría de conspiración del pueblo. Malcolm muere misteriosamente de un ataque en el pecho.
—Se nos vino la noche, señores, como podremos sobrevivir, la rama ha atascado la nave de tal manera que no podemos salir. Eso dijo Austin, el jefe de los mercenarios.
—Bueno, bajen Risto y Remuel con las espadas de electro láser a cortar las extrañas ramas que atan la nave. Esto lo decía Austin, el líder de los Mercenarios.
—Después de unos minutos ni Risto ni Remuel regresaban. Lo que llevó a Austin a creer que no podían ser efectos de los poderes de Lyra, puesto que ella debería estar bien sedada porque el veneno que le lanzaron era un tipo de veneno específico de su planeta. Además, los ancianos del planeta Istal le habían explicado que Lyra no había desarrollado ni un 10% de su capacidad, por eso era poco peligrosa por el momento.
—Computadora, por favor dinos las coordenadas donde aparecerá el próximo portal para poder salir de aquí. Decía Austin entrando en franca desesperación al ver que los demás no regresaban.
No debimos haber accedido a esta misión dentro de esta dimensión, pero sea lo que sea lo que nos está atacando, tú debes saber que es. Dime y te dejaré ir. Le preguntó el Mercenario a Oriol, quien estaba dentro de una jaula apartada de Lyra, que todavía continuaba dormida dentro de la nave.
—Está bueno que les pase eso para que aprendan a respetar la universidad de Éter. Susurró Oriol, quien estaba semi recostado de un rincón al fondo de la jaula.
Se interrumpió la conversación cuando desde afuera se escucharon unos gritos acompañados por unos disparos y luego de unos cuantos destrozos, roturas de ramas, mordeduras, últimamente se escuchó Algo masticando, luego ya no se escuchó nada más.
Esto aumentó más el temor en los ojos del mercenario.
—Te diré lo que quieras saber, si me dices quien está haciendo esto, yo solo quiero salir de aquí. Por favor a qué nos estamos enfrentando. Dijo el Mercenario Austin abriendo la jaula donde se encontraba Oriol, levantándose y agarrándolo por los brazos.
Hubo partes de la nave que fueron destruidas al instante, por lo que la computadora de la nave empezó a emitir diferentes alertas de intrusos dentro de la nave. La máquina daba también porcentajes de daños de esta y también de que no iba a poder despegar hasta que se pudieran reparar los sectores dañados. Esto aumentó la paranoia de Austin, el mercenario.
—De cualquier forma, quien sea que nos ataca es porque desea liberarlos y si este es el caso, te sacaré de aquí y negociaré mi vida por la tuya.
—pero que es lo que le pasa a la nave, aún no entiendo nada, le contestó Oriol desde dentro de la jaula. Te diré lo que ocurre si sueltas a Lyra, ella es la única que puede hacerle frente al monstruo que está destruyendo tu nave.
—Hay no, ella no. Ella es el botín más jugoso que hemos tenido en años lunares. No puedo.
Mientras ellos estaban hablando, un espectro irrumpió dentro del búnker de la nave aprovechando la oscuridad del ambiente. Pues primero unas raíces abrieron la jaula donde se encontraba Lyra sacándola de manera silenciosa. El hecho es que cuando observaron hacia la jaula ya no estaba la bella durmiente.
Esto fue el motivo definitivo para que el mercenario entrara en la jaula y activará la protección de electro—láser de la jaula mediante un control remoto que poseía este en su cinturón de armas.
—Quien quiera que seas no podrás atravesar el escudo de esta jaula que está hecho para retener a los más fuertes criminales. A pesar del esfuerzo de Austin, una rama muy espinosa de la planta destruyó un interruptor de la jaula causando una falla eléctrica que hizo que la protección desapareciera.
—Oh, no hemos fallado. Oriol también se asustó al ver que dentro de los efectos reflectores de la en medio de la oscuridad, la tenue luz ocasionada por los destrozos de la nave y sombría aurora de alerta dejaron ver poco a poco como salía Calony desde las sombras. Cómo Oriol podría olvidarla si hacía pocas horas antes estuvo a punto de comérselo.
—Pero si es Calony, Calony, Oh. Oriol, no sabía qué hacer. Aunque de cierta manera lo suponía, ya que escuchó hablar al mercenario de raíz y ramas que se apoderan de la nave.
Calony empleo sus ramas para abrir la puerta de la jaula de un zarpazo. Las ramas cercaron a Austin, lo envolvieron y solo se escuchó un grito agudo en la oscuridad, sin embargo, Calony no dejó que lo devoraran, puesto que si elimina a todos los criminales sin ninguna confesión como podría justificar todos los destrozos que había hecho. El resultado fue que las plantas le habían inyectado un veneno para evitar que el mercenario Austin escapara sin antes confesar los que estaban detrás de ese secuestro.
—¿Calony eres tú? Grito Oriol en medio de la desesperación, mientras observaba la mayor extensión de los poderes de aquella que había ofendido a penas algunas horas.
La planta no respondió, pero Oriol fue sujetado por unas ramas que lo atraían hacia los pistilos de la planta principal, que era grande, de color púrpura y con manchas rojas. Poseía filosos dientes entre los pétalos superiores e inferiores. Su corteza era de color verde llena de espinas y a su alrededor tenía otras ramas de color blanco y verde.
—No, No Calony ahora si me quieres devorar, discúlpame por lo que te dije por favor. Gritaba oriol mientras era atraído lentamente a las fauces de la devoradora.
Cuando ya estaba muy muy cerca, Oriol cerró los ojos proclamando, “es mi fin entonces”. Pero fue ahí donde sintió unos labios que buscaban los suyos con desesperación y poco a poco Calony se fue convirtiendo en su forma humanoide mientras besaba a un muy sorprendido Oriol.