Alfa era lo que en el argot profesional se conocía como un Autómata, es decir, una maquina de apariencia humanoide incapaz de pensar por su cuenta.
-Abajo- ordeno Nox, era una agradable sensación eso de poder mandar sobre alguien sin que se lo discutieran.
Cuando Alfa bajo de un saltito todos se aglomeraron en torno para verlo, su diseño era insólitamente geométrico por todas partes, estaba compuesto de rombos y gotas afiladas en cada segmento, sus pies, extrañamente parecidos a garras de buitre exageradas provocaron varias sonrisas al darse cuenta de que no podía caminar, solo saltar como un pajarito, sus brazos parecían fuera de sitio y se pegaban como alas a los costados pero no eran sus verdaderas alas, las reales y responsables de su envergadura bajo la sabana eran dos alas chicas con tres mini motores por cada lado, también tenía una cola bastante larga y gruesa que se balanceaba autónomamente de un lado a otro y de arriba abajo, su cabeza era más grande que su pecho y llevaba una especie de gorra que terminaba la forma de gota de la cabeza en conjunto, con un dibujo de la letra griega a la que debía su nombre.
Los detalles artísticos y el color eran obra de Nio pero todo lo demás, incluyendo la ocurrencia del nombre griego en inmediata burla al número en el pecho de Asimo, eran idea de Nox, nadie lograba explicarse cómo era posible que esa cosa volara.
-Nox- llamo Gideón en baja voz, para que quedara entre ellos- eso no se ve bien.
-Culpe a Nio, yo no lo pinte- replico Nox con asombroso descaro hacia su creador.
-¿Eso fue un chiste?- dijo Gideón enarcando una ceja- yo no sé de aerodinámica pero dudo que eso pueda volar.
-Se llama Alfa y si puede, solo hay que ver más allá de la apariencia para entenderlo, como con todas las maquinas.
Y Gideón guardo silencio, acababan de callarlo con un argumento de su propio libro.
Asimo miraba a Alfa con parco desconcierto, de nuevo con esa cara de estupidez cómica de cuando no entendía nada.
-¿Es un ave?- fue lo único que se le ocurrió preguntar.
-Es tu derrota- dijo Nox, poniéndole la mano derecha en el hombro- ahora, si me permites- aparto la mano- hagamos historia, Alfa, al fondo y prepárate.
El autómata se dirigió al fondo del patio dando graciosos saltitos, aquello había adquirido un aire de espectáculo al aire libre, ya allí se dio la vuelta y se inclino ligeramente, agarrando la postura de estar a punto de dar un salto particularmente alto, se parecía a esos juguetes con forma de aves que beben de un vasito de agua.
-¿No necesita más espacio?- pregunto alguien.
-Solo algo de impulso- dijo Nox- por favor háganse a los lados.
Todos se corrieron a un lado del patio.
-Muy bien Alfa, quiero que les pruebes de lo que eres capaz, elévate, da un par de vueltas y aterriza.
Y el espectáculo comenzó.
Con un súbito ruido de martilleo las piernas de Alfa parecieron quebrarse hacia el frente pero en realidad habían aparecido un par de articulaciones de rodilla, ya con ellas empezó a correr como no imaginaba nadie que pudiera hacerlo, la cola se puso recta al cuerpo inclinado, los motores le dieron el primer impulso y cuando parecía estar a punto de chocar al otro lado salto, en fracción de segundos sus patas de buitre dieron la vuelta adosándose a las piernas y estas quedaron transformadas en turbinas que le permitieron dar un adecuado viraje y salir disparado al cielo, volando, abajo quedo el comentario de asombro del público.
-Está fabricado en aluminio ligero- empezó a explicar Nox, aprovechando el impacto- casi todo el interior son sistemas hidráulicos, por ahora solo se sostiene unos minutos y consume mucha energía pero en un futuro se que podre mejorarlo, imagino una fuerza defensiva, un batallón de Stinger que surquen los cielos.
Entonces Nox quiso ver a Asimo, su hermano miraba hacia arriba pero ya no con desconcierto, la expresión era nueva, una insólita indignación que le dotaba de fuerza.
-¿Algo que quieras decir?- pregunto Nox poniéndose frente a él.
-Esa cosa es una vulgar y aberrante imitación a la naturaleza- dijo Asimo mirándolo, se le oía realmente furioso.