—¡Ese hombre te dejo! Te embarazo y te desecho como una simple basura. -negué con la cabeza tras escuchar las palabras de Débora y con lagrimas en mis ojos mire a mi madrastra a los ojos.
—Él no es así. Él no me dejó -dije con apenas voz audible y ella soltó una gran carcajada.
La rabia había crecido en mi interior de una manera arrolladora, igual que el deseo de borrarle de la cara la maldita sonrisa de satisfacción que tenía ella en el rostro.
—Entiendelo de un vez por todas mocosa -inqurio ella mientras acortaba la distancia que había entre nosotras dos. —Ese ricachón te endulzó la píldora para tomar posesión de tu cuerpo niña estúpida, ese hombre solo quería utilizarte y tú cómo la gran idiota que eres caíste. Te entregaste a él... Y como él ya consigo lo que quería te dejo porque nunca andaría con una pueblerina como tú. Eres insignificante a su lado, eres nadie comparado con él. ¡NO VALES NADA!
Di un paso hacia atrás por el impacto que tuvieron sus palabras en mi.
Eres insignificante a su lado, eres nadie comparado con él. Esas palabras que ella me había dicho no dejaban de repetirse en mi cabeza.
Negue con la cabeza y di un paso hacia atrás.
No podía seguir con esto. Tenía que hacer algo de una vez por todas.
—Te quiero fuera de mi casa en cinco minutos mocosa. No dejaré que me juzguen por tus pecados. Cuando vuelva no te quiero encontrar aquí.. vete lejos y no vuelvas nunca más.
La mire con lagrimas en los ojos y ella simplemente dio media vuelta y se marchó sin más.
Mire cada rincón del que había sido mi hogar antes de que mi madre muriera y el deseo de llorar creció con bastante fuerza.
—Me duele dejar todo atrás, me duele dejar nuestro hogar mamá perdóname por no cumplir con mi promesa. Perdón. -dije mientras tomaba entre mis manos lo único que me quedaba de mi madre. Una medalla de una flor. —Perdoname por ser devil, perdón por dejar a papá solo. Perdón mamá, perdón..
Para este instante las lagrimas estaban cubriendo por completo mi rostro y no me quedo más que descargar todo lo que sentía llorando.
Y cinco minutos después estaba abrodando un autobús hacia la ciudad, hacia donde estaba el amor, mi amor. Aborde el lugar y cuando esté se colocó en marcha una lágrima salió de mis iris.
—Adios mamá, adiós papá. Adiós antigua Adazla. Adiós para siempre....
***
Solo diré que esto va a esta muy bueno.
No se olviden de comentar que les ha parecido este adelanto exordio.
L@s quiere mucho,
Kim💚
Cambio y fuera
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Editado: 26.01.2024