Jacob
Llegamos a la casa y la primera en salir es mi hermana, se acerca a Sheri y la trae a sus brazos.
— ¿Estas bien? ¿Te tocó un cabello? - Pregunta ella.
— Estoy bien. - Es lo único que responde Sheri.
— ¿Y Rosa? - Pregunta Travis.
— No sé a ido de tu bendita habitación, se quedó con ganas de más. - Responde Delancy
— ¿Acaso no le diste café? - Pregunta mi hermano con humor.
— Le puedo tirar el café no dárselo, idiota. - Responde D furiosa.
— Suficiente. - Dice mamá a lo lejos.
Hay silencio mientras todos caminamos para entrar a la casa.
Hablamos de lo que había ocurrido mientras papá deja unos papeles en la mesa, mamá los toma y los va leyendo.
— Tendré que estudiar la historia de tu casa, debe de haber algo interesante. Pero hasta entonces puedes quedarte aquí. – Dice ella
— ¿Y mi papá? ¿Qué va a pensar? – Pregunta Sheri.
— Yo hablaré con él, linda. - Responde en un tono dulce.
Sheri suelta un suspiro.
— Esta bien. - Dice
Después de la conversación la familia decide que es mejor que Sheri descanse ya que es lo menos que he hecho, por lo que la llevo a mi habitación. Al entrar ella observa cada parte encantada, es grande, tiene una cama amplia. El punto es que se ve cómoda y para ella será cómoda.
— Ponte cómoda. ¿Quieres que traiga algo o.?
— Así está bien. Gracias. – Dice
Puedo leer sus pensamientos y sé que no quiere hacer que se sienta incomoda o algo por el estilo. Solo quiero tener una conversación con él para conocernos mejor.
— ¿Quieres hablar? – Pregunto
Ella se sorprende ante mi pregunta. Se le olvida que puedo leer sus pensamientos.
— Si, quiero conocerte más. – Responde.
— Esta bien. – Digo mientras me acomodo en su cama y le hace una seña indicando que se siente a mi lado.
Bien, aquí vamos...
— Cuéntame de tus papás. – Pregunto.
— Bueno, mis papás se divorciaron cuando tenía tres años. Desde pequeña tuve que turnar tiempos para estar con ambos. – Responde.
— ¿Al menos supiste por qué? – Pregunto de nuevo.
— No, no es un tema que a ambos les guste hablar. – Responde a pesar de su voz se oscurece un poco.
— ¿Y tú? Tú y tus hermanos son de padres diferentes. – Me pregunta
— La verdad es que es una historia larga de lo cual D siempre lo resume en que mamá estuvo de novio en novio. – Respondo a su pregunta con tranquilidad.
— ¿Tan así fue? – Pregunta sorprendida.
— Un poco. El único afortunado ha sido Travis. – Respondo para hacer una mueca.
Hay mucho de nosotros tres, no lo niego y en su momento Sheri sabrá de ello. Pero ahora debe enfocarse en lo que está pasando, espero que esto mejore y poder sacarla de esto antes que empeore.
☾.
Travis.
Regreso a mi habitación después de la conversación que tuvimos en la sala. Veo a Rosa en mi cama en una llamada.
— Si, Adelaide te iré a ver. Déjame salir de aquí y te ayudo con lo que necesites. – Dice ella en la llamada.
Esperen ¿Acaba de decir Adelaide?
Ella deja la llamada y yo frunzo el ceño.
— Debo irme, hablamos después. Está bien, adiós. – Dice para terminar y verme - ¿Todo bien? – Pregunta.
No, vieras que acabas de llamar a una chica Adelaide. Que posiblemente sea la chica que es mi compañera, significa que te dejaría votada.
— Si, la novia de mi hermano tuvo un problema y tuve ver como estaba, pero ahora todo bien. – Respondo para acomodarme a su lado.
— Esta bien, espero que ella se encuentre bien. Espera ¿Quién es su novia? – Pregunta.
— Sheri. – Respondo.
— ¿Sheri? ¿La nueva? ¿Novia de Jacob? – Pregunta sorprendida.
— Si ¿Por qué? – Cuestiono.
— No me lo creo. No sé, tu hermano es... muy serio, nunca le vi ese interés por una relación. – Dice.
No lo niego, yo pensé lo mismo, pero llego Sheri.
— ¿Quién es la chica con la que hablabas? – Le pregunto.
Debo sacar información.
— ¿Hablas de Adelaide? – Pregunta
— Si. – Respondo.
— Se acaba de mudar y necesita ayuda con sus cosas, pensaba ir ayudarla después de estar aquí. – Dice ella.
— ¿Cuántos años tiene? – Pregunto.
— Tiene veinte años. – Responde.
— Vaya ¿Desde cuándo conoces a personas mayores de veinte? – Le pregunto.
— Desde que empecé ir a fiestas ilegales. – Responde.
— ¿Qué te parece hacer una fiesta de bienvenida para ella? – Le pregunto, aunque es una gran excusa para conocerla.
Tengo el presentimiento de que es ella.
— ¿En serio? ¡Me parece perfecto! Le diré y de seguro aceptara. – Responde emocionada.
Ingenua.
— Ahora ¿Quieres diversión antes de que vaya a dejar a la casa de tu amiga? – Le pregunto estando lo suficiente cerca.
— Por supuesto. – Responde ella.
Después la coloco encima de mí y empiezo a besarla. Aunque sé que si veo a Adelaide me voy a sentir fatal por lo que he estado haciendo sabiendo que ella ya está a la vuelta de la esquina.
No, Travis. No te sientas mal por ello.
Me niego, pero una parte de mi hace que me sienta así. Espero que Sheri tenga razón.