Jacob
Después de la fiesta de anoche, mi hermano fue a dejar a su "chica" a la casa. Ahora Delancy se puso a limpiar junto conmigo la casa ya que se ve un caos.
— ¿Y Travis? – Le pregunto.
— Con Adelaide, fueron a "charlar" a solas – Responde ella.
Puedo notar sus comillas en la charla por lo que elevo una ceja.
— La chica es una bomba ¿Ok? Es mitad druida y dragón. – Comenta.
— ¿Qué? ¿Eso es posible? – Cuestiono.
— Si hablamos del mundo sobrenatural, si es posible. – Dice mi hermana.
— Dragon ¿Qué? ¿Qué habilidad maneja? – Pregunto.
— La niebla. – Responde.
— Esos dragones estaban extintos desde hace años... - Susurro.
— Si, lo mismo pensé, pero su familia es de las pocas sobrevivientes a la casa de los dragones. – Dice mi hermana.
Paso la escoba por la casa hasta que escucho lo que dice mi hermana, dejo de hacerlo para observarla y elevar una ceja.
— Ya eres peor que el FBI ¿Qué lograste averiguar de ella? – Pregunto.
— Tiene un hermano, es igual que ella solo que su hermano maneja el fuego. – Responde.
— ¿Cuántos años tiene su hermano? – Pregunto
— Nueve años, es un niño. – Responde ella.
— ¿Sus padres? – Pregunto.
— Su madre es una druida que manipula la magia negra sin embargo lo dejo de lado y ahora manipula la magia blanca, su padre falleció en la casa de dragones por proteger a su hija. – Responde.
— ¿A qué te refieres Delancy? – Cuestiono.
— Que Adelaide es la heredera al trono en su especie, sin embargo, esta existinta. – Responde mi hermana.
— ¿Y su hermano? – Pregunto.
— Es hijo de otro dragón que es el que vive con ella actualmente. – Responde.
Admiro a mi hermana, pero estas respuestas me hacen dudar de lo que se nos avecina, tenemos con los problemas de Sheri y ahora vienen los problemas con la compañera de mi hermano.
— Cambiemos de tema. ¿Cómo esta Sheri? – Pregunta ella.
— Supongo que bien, ayer hablamos y solucionamos todo, pero aún hay cables sueltos... - Respondo a su pregunta.
— ¿Cómo sigue su papá? – Pregunta.
— Al parecer le dio un paro, aunque en los exámenes del corazón salió normal, no tiene sentido... - Respondo.
— Es la casa, Jacob. Deja de ser tan ignorante hermano, esa casa tiene el poder de mejorar al que está peor y el que está bien a empeorarlo. – Dice mi hermana.
Hasta tengo dolor de cabeza de solo pensar lo que hemos pasado por alto o lo que posiblemente se viene.
— Eso significa que esto es solo el inicio. – Susurro.
— El inicio de cosas peores, si no podemos nosotros mismos recuerda que tenemos contactos en Rockville. – Dice ella.
Siento un valde de agua fría al oír el pueblo, decido seguir pasando la escoba.
— Nosotros podremos, no necesitamos de ellos. – Le digo.
Mi hermana se detiene para elevar una ceja y sacar una sonrisa burlona.
— No me digas que no estas listo para volver a ver a tu viejo amor. Por favor hermano, ya han pasado tres años de seguro ya paso página. – Dice ella en un tono burlón.
— Ya cállate y siga limpiando, Delancy. – Le ordeno.
Ella suelta una risa para seguir limpiando la casa junto conmigo que realmente nos falta bastante.
Cuando terminamos decidimos sentarnos en el sofá, no encendemos la televisión, todo es tranquilo y silencioso.
— ¿Sabes? El día que alguno de nosotros decida tener hijos esos van a ser una bomba. – Comenta mi hermana.
Suelto una risa leve al oírla.
— No hay menor duda. – Le digo.
Mi hermana pasa una de sus manos por su cabeza y se queja, hasta que sus ojos cambian a un rojo y después regresan a ser normales, pero cae una gota negra de su nariz.
Me acerco a ella tomando su mano alejándola de su cabeza para hacer que me vea, se ve que le duele bastante y me duele verla así por lo que pongo mi mano en la suya para tomar su dolor, al hacerlo noto que es muy fuerte, pero trato de no quejarme. Desde pequeña mi hermana le ha tocado lidiar con Henrietta.
Henrietta fue una bruja con la cual mamá tuvo que lidiar en el paso, para ser honesto es nuestra bisabuela. Cuando Delancy nació quiso tomarla para tomar sus habilidades para la magia negra sin embargo ella se alimenta de almas puras y carne humana, es un demonio prácticamente. Para vivir para siempre decidió meterse en el cuerpo de mi hermana, desde entonces no a sido sencillo y se que ella tiene que lidiar día a día con esa bruja.
— ¿Estás mejor? – Le pregunto.
— Si, lo estaré. – Responde ella agitada.
— ¿Desde hace cuánto estas así? – Le pregunto.
— Desde que llego Sheri, ella a sido una tentación. Su aura es muy pura, Travis me lo advirtió. – Responde.
— ¿Por eso no pasas en la casa cuando ella está aquí? – Cuestiono.
— Si, es eso o que literalmente complazca los caprichos de Henrietta. – Dice en su defensa.
Después de su respuesta mi hermana se levanta del sofá para alejarse de mí, no me gusta la barrera que ella misma se crea para afrontar todo esto y poder ayudarla con la bruja de nuestra bisabuela es complicado.
☾.
Las horas se me hacen eternas, Travis llega a la casa con una sonrisa embobado hasta que vi mi rostro esa sonrisa se esfuma.
— ¿Qué paso? – Pregunta él.
— Es D, hace unas horas le bajo una gota negra por su nariz... - Respondo seco.
— ¿Henrietta? Pensé que estaba en control con eso. – Comenta mi hermano.
— Lo estaba, pero al parecer desde que llego Sheri se ha descontrolado, eso me dijo Delancy. – Le digo.
— Hermano, esto no tiene buena pinta. Tengo una sensación extraña y no me gusta para nada. – Dice Travis.
— Lo sé, D comento algo parecido. Iré a la casa de Sheri, prometí que iría hoy. – Le digo para tomar mis llaves y mi chaqueta.