Al escuchar la campanilla salimos de la habitación, ya no había marcha atrás, estaba condenada a tener que parecer una dulce niñita, feliz aunque ese momento me diera tal melancolía que casi no pudiera soportar las lágrimas, pero debía hacerlo, no podía permitirme llorar delante de mis tíos ni de mis acompañantes, y mucho menos delante de los invitados. Ni mi amor a mi familia ni mi orgullo me permitía tal cosa, era absurdo siquiera pensarlo, este día debía ser perfecto para mi tía, ella se lo merecía, así fuera por un solo día, y yo se lo iba a conceder. Estábamos ya bajando y <<agg. Qué horror todo es rosado>> pensé mientras bajábamos. Cuando íbamos a la mitad de las escaleras todos los invitados empezaron a aplaudir, mientras murmuraban, me sentía ridícula pero al llegar abajo mi tía estaba ahí esperándome con un elegante joyero no más grande que una mano. Cuando salude a mi tía ella dijo que me veía hermosa a lo cual solo Sonreí ya que yo no lo sentía así pero bueno. Después se acercó mi tío y me dio un beso, abrió el joyero y me puso un hermoso collar negro con un dije en corazón los aretes eran iguales. Pero el anillo no, este tenía una extraña forma parecía una especie de llave rara con dos esmeraldas verdes pegadas en el pero era hermoso.
Luego sonó el vals. Había estado preparándome para ese dichoso baile desde hacía ya 3 mases antes, era espantoso. Pensé que iba a bailar con extraños, y... pues si era así pero aquellos eran dos jóvenes muy a puestos.
No podía negarlo eran muy lindos y bailaban muy bien después de bailar con ellos me pasaron a mi tío y luego a un mundo de hombres que esperaban ansiosos a bailar conmigo.
Después de eso me pase, por toda la sala de la primera planta saludando y agradeciendo a los invitados por haber venido dieron vino hicimos el brindis y el reloj toco las 12:00am desde hace rato estaba esperando por esa hora, ya que podía cambiarme el vestido así que dije:
-bueno en estos momentos debo ir a cambiarme el vestido, pero en menos de 20 minutos estaré de vuelta con vosotros. Camilo, Maicol, ¿vamos? - pregunte mirándolos ansiosa a lo que ellos no contestaron si no que sonrieron y me ofrecieron el brazo. Cada uno por supuesto-.
Al llegar al cuarto una multitud se vino detrás de nosotros en su mayoría mujeres, supongo que ansiosos por ver el siguiente vestido, así que ellos tuvieron que entrar también. Me dio algo de pena tener que cambiarme delante de ellos pero fueron muy caballeros ya que me organizaron una especie de cortina con unas cuantas sabanas ya que mi baño tenia llave no sé por qué, también tuvieron que ayudarme a quitar el vestido - ya que ni mi tía ni la servidumbre pudieron entrar- o eso fue lo que pensé. Camilo casi no me ayudo ya que le daba mucha pena pero al final entre los dos me ayudaron a quitarme el vestido ya que era demasiado pesado para una sola persona. Cuando me lo estaban quitando mi sostén se enredó en el vestido y no sabíamos y al jalar para sacar el vestido -Dios mío me dio tanta vergüenza, ellos lo único que querían era ayudarme- el sostén callo junto con el vestido lo único que pude hacer fue cubrirme y voltear de inmediato mientras ellos buscaban una toalla para pasármela.
Camilo la encontró y me la puso encima de los hombros para que yo la cogiera cuando lo hice camine hacia mi armario abrí el cajón donde estaba toda mi ropa interior y saque otro sostén y me lo coloque luego devolví la toalla al puesto y ellos me ayudaron a poner el otro vestido todos estábamos apenados sobre todo yo y estábamos muy sonrojados tanto que parecía que nos hubiésemos echado rubor, pero al final debíamos salir, pero al intentar abrir la puerta esta jamás se abrió, parecía que le hubiesen echado llave, así que decidimos esperar a que alguien viniera a sacarnos. Pero pasaría un largo rato para eso, y un silencio de funeral se propago por la habitación pero Maicol lo rompió.
-Bueno y que has hecho en estos 15 años he- pregunto
-Bueno pues he vivido con mi tía-abuela desde que tengo 6 años y pues no me dejaban salir de casa que por ser una niña - dije algo triste
-Pero porque, muchos niños mantienes al frente de sus casa jugando y esta casa es muy grande y tampoco entiendo porque tiene ese portón tan grande debe de tener más de 3 metros de altura y es muy ancho - dijo Camilo
-De hecho si tiene 3 metros de alto y cada puerta tiene 4cm de ancho - dije algo apenada
-¿Pero para que necesitan algo tan grande? - pregunto Camilo con algo de desden. Pero cuando iba a contestarle la puerta se abrió de golpe lo que hizo que todos nos paramos, vimos a mi tío y a mi tía quien miro toda la habitación y luego miro a los muchachos y al final me miro.
-Bueno ya que los sacamos de acá, aunque no entiendo que hacían con llave, bueno ya no importa, bajemos la gente está esperando. Y ese vestido se te ve hermoso nena.
-Gracias tía - dije saliendo mientras Maicol y Camilo salían detrás de mi siguiendo mis pasos.
Cuando llegamos abajo todos quedaron impresionados con el vestido, porque era un hermoso vestido negro con retoques dorados y plateados, ya se, ya se, se estarán preguntando como iba hacer eso posible, que el vestido principal fuera un rosa pastel y el otro fuera uno negro pues algo así paso-