Otra oportunidad...

Capítulo 8.

Todo paso muy rápido, en un momento estaba demasiado nerviosa por el hecho de que le iba a contar a Alexander todo y en segundos todo eso cambió radicalmente, mi hermana llego gritándose con Luke, casi llorando. Luke declarándole su amor a mi pequeña hermana, el cómo se metió en la casa sin mirar atrás después de esa confesión. Ahora justamente estaba tratando de evitar una gran pelea entre dos trogloditas.

- Por favor, basta los dos. – grite desesperada.

- No, él debe de aprender a no meterse con Elizabeth. – respondió Alex.

- Tan siquiera deja que se explique. – me miro por uno largos minutos hasta que al fin cedió.

- Bien. – con eso lo soltó.

- ¿Qué fue lo que paso Luke?, estaban bien hace unos momentos.

- Te juro que no sé qué es lo que está pasando, estábamos bien lo habíamos arreglado, pero de un momento a otro le llego un mensaje a su celular y empezó a distanciarse, cuando llegamos al departamento que comparto con Owen fue cuando estallo, ya que encontramos a estrella medio desnuda, diciendo que yo le había dicho que la esperaba ahí y de esa forma. – menciono frustrado.

- Demonios Luke, ya es la segunda vez que te pasa algo así. – casi le grite.

- Lo sé, pero que quieres que te diga. No entiendo qué demonios es lo que está pasando. – dijo mientras se estiraba un poco el cabello.

- Debes de averiguar qué es lo que está pasando. Mientras tanto deja a mi hermana en paz. – dije seria.

- Espera Emma...

- No Alex, ahora no es el momento.

Y con eso ultimo me metí a la casa, me sentía frustrada, no quería que mi pequeña hermana sufriera y menos por culpa de esa idiozorra. Un poco más calmada, me dispuse a ir al cuarto de ella. Como había pensado se había encerrado, pero aun así se escuchaba como ahí adentro estaba llorando y con eso me dieron más ganas de partirle la cara a ese mini diablo, tal y como lo hice con su hermana. No aguante más y toque.

- Vete Emma, quiero estar sola. – grito.

- Por favor Elí, déjame entrar. – le suplique.

No la escuche por un rato, hasta que finalmente me abrió la puerta, la abrace cuando estaba completamente abierta la puerta, la abrace lo más fuerte que pude y le susurre que todo iba a estar bien, me dolía verla de ese modo.

- ¿Qué fue exactamente lo que paso? - le pregunte cuando estuvo más calmada.

- Me volvieron a mandar los mismos mensajes de hace un mes. – menciono con la voz un poco ronca.

- ¿Exactamente los mismos? – mencione sorprendida.

- Si, solo que esta vez venían con fotos. – estaba a punto de llorar de nuevo. – y ya no sé qué hacer emms, no sé si creerle o no, estoy muy confundida.

- Tranquila, si necesitas tiempo y espacio, es lo justo que él te lo de. – trate de tranquilizarla. – sabes que estoy aquí, siempre.

Estuve con ella hasta que estuvo más tranquila y se quedó dormida, salí de su cuarto tratando de no hacer mucho ruido. Mientras hacía tarea, me quede pensando por lo que está pasando mi pequeña hermana, por alguna extraña razón se me hacía muy familiar toda esta situación.

Me quedé pensando un buen rato el por qué sentía todo esto tan familiar, hasta que por fin lo comprendí. Estela, mi pequeña hermana, ella estaba pasando por exactamente lo mismo que pase yo con Alexander. Demonios tenía que contárselo a Luke y a Alexander.

ALEXANDER

Después de aquella situación en la casa de Emma, me quede con Luke. Al parecer teníamos ciertas similitudes, él practicaba boxeo al igual que yo, además de que tenía una reputación que le está costando bastante con la chica de la que está enamorado. La única diferencia entre él y yo es que él si tiene una familia estable. O eso es lo que parece.

Decidimos ir a un lugar más tranquilo, al parecer él también se dio cuenta de nuestras similitudes y decidió que sería buena opción dejarme ayudarlo, al llegar al lugar empezamos a hablar más del tema. Y ahí fue cuando me di cuenta de que por alguna extraña razón se me hacía muy familiar el hecho de lo que le estaba pasando, casi exactamente lo mismo que me paso con Emma

- Y así es como llegamos aquí. – termino por contarme todo.

- ¿Con cuantas chicas?

- Unas cuantas, no lo sé. – se veía frustrado. – solo sé que desde que ella llego, todo ha estado mejor en mi vida.

- Ella es tu luz, ¿no? – pregunte lo obvio.

- ¿Cómo lo sabes? – se veía sorprendido.

- Es lo mismo que me pasa a mí con Emma, mi mundo era oscuro, con demasiados demonios. Pero cuando llego ella, todo era mejor, ella fue mi luz en esa oscuridad. – respondí con naturalidad.

Después de eso nos quedamos en un silencio, algo cómodo ya que ambos nos quedamos pensando, el tal vez por la pequeña Elí y yo el como ellos dos, estaban repitiendo la historia que compartía con mi Emma. Y la verdad es que no creo que sea coincidencia, tengo un mal presentimiento con todo esto y debo de prevenir al pobre de Luke, pero primero tengo que hablar bien con Emma, preguntarle que sabe de todo esto.




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