Narrador omnisciente
Sabrina y Peter tenían la esperanza de que su hija recapacitara en cuanto viera que en realidad Jack seguiría adelante con sus planes porque estaban seguros de que ella lo manipulaba al darse cuenta del amor que este sentía por ella.
Para ellos verla firmar con tanta frialdad el documento donde le promete que al nacer dejara el fruto de su vientre en sus manso y se marchara los hirió, ella está vuelta un caos y ellos se sentían con la responsabilidad de hacerla ver la realidad.
Aún no le decían que tendría trillizos y eso sería algo más complejo, pues no dejaba uno ni dos, sino tres hijos sin su madre.
Paolo y Sabit se alegraron, incluso este ultimo les ayudo a buscar las cómplices de su plan, le explicaron todo y hasta Sabit creo un pequeño guion con posibles preguntas y respuesta ante lo que el suponía podía hacer o decir su hermana, claro que si ameritaba debían improvisar.
Prepararon todo una vez estuvieron en Nueva York y solo esperaban el momento para regresar a la isla y también opinar sobre cuál las candidatas era mejor para convertirse en la madre de sus nietos.
...
Jack miró sorprendido cómo entraban las tres chicas contratadas por Sabrina, ellas eran actrices en ascensos que no eran conocidas.
Las tres eran hermosas y sabía que enervaría con demasía a su Brenda ver esas sexis y atractivas chicas merodeándolo.
—Bueno, ustedes ya saben qué hacer, espero no me fallen y si dan su mejor esfuerzo es posible que tengan mejor recompensa o bonus extra—expreso el inglés.
Las chicas eran hermosas y cada una estaba muy integrada en su papel de chica buena y de familia que ya deseaba casarse y tener bebes.
Jack estaba en la mesa del comedor con las tres esperando el almuerzo cuando Brenda bajo, se quedó mirando la escena confundida, hacía más de una semana que sus padres se habían ido y Jack la ignoraba completamente.
—Buenas tardes—saludo y recibió la misma respuesta.
—Hola, Brenda, quiero presentarte a mis amigas, Alice, Elizabeth y Lisa, ellas se quedarán unos días aquí—las presento.
—Un placer conocer a la mujer que traerá al mundo a mi posible hijo, te agradezco que te sacrifiques por el—La embarazada la miro con ganas de matarla.
—¿Jack que sígnica esto?—cuestionó enojada.
—Ah te explico, recuerda que me dijiste que en cuanto naciera el bebe te irías, pues ahora ando buscando esposa, mi hijo necesitara una madre amorosa y abnegada, ellas tres son inglesas y desean formar una familia, espero te lleves bien con ellas hasta que tome una decisión—sentencio dejando a Karla Brenda con la boca abierta.
—Ni loca establezco relación con ellas, permiso—salió enojada y eso lo puso feliz, sabia que necesitaba llevarla al límite, pero sin que afectara a sus hijos.
...
Brenda estaba llena de enojo por ver a las tres chicas paseándose en traje de baños, pavoneándose como si fueran princesas o modelos de victoria secret, saldría y le demostraría que aun con su pequeño vientre abultado, que a su consideración crecía demasiado rápido.
Fue hasta su maleta y no vio ningún traje de baño, no obstante eso no la detuvo, camino hacia la cocina y le sonrió a la mujer que siempre la trataba bien.
—Hola, oye necesitó una máquina para coser algo, es que no me trajeron toda la ropa que necesito, por ejemplo quiero ir a la playa pero no tengo bañador—la mujer le sonrió, ella era perfecta para su niño y no entendía lo que tramaba con esas modelos encueradas en su casa.
Karla Brenda Palacios
—Mi niño te trajo otras bolsas, quizas allí está lo que buscas; sin embargo, mi cuarto de costura está al final del pasillo, puedes usarlo—asentí y fui con ella hasta la habitación al lado de la mía, donde vi varias bolsas, revise sin encontrar nada hasta que llegue a una blusa transparente con un sostén rojo debajo la prenda era extremadamente sexi y provocativa podría transformarla y me emociono aún más ver un short a tono, no los dudes y los tome.
—Gracias, nana...oh perdón, ¿puedo llamarte asi?—ella asintió y me dio un leve empujoncito.
—Vi en tus ojos que las transformarás, asi que ve—corrí hacia el cuarto y me quede enamorada.
—Mi niño Jack sabía lo que me gusta coser, asi que me lo hizo de cumpleaños—observe unas mantas de bebe y la mire asombrada.
—Sé que no quieres hablar del tema pero me da ilusión el bebe—asentí y fui a la máquina, todo era moderno, asi que lo conocía, me puse manos a la obra y en apenas 30 minutos tenia un atuendo para matar.
—Creo que a mi niño Jack le dará un ataque—dice ella una vez me coloco el bañador, cabe destacar que es muy pequeño y sexual.
—Bueno, al menos dejará descendencia—sonrei tocando mi vientre, pero entonces me di cuenta lo que sucedía y carraspeé.
—Ve mi niña y demuestra que si quieres puedes ser la unica duquesa de esta isla—no dije nada y camine con una bata encima de mi bañador, Jack reía junto a las tres chicas, uno de los chicos de seguridad se acercó al ver que se me había caído algo que por supuesto deje caer apropósito.
—Gracias, eres muy lindo sostenme esto por favor—dije sacándome lentamente la bata dejando a la vista mi pequeño vientre, mis piernas y por supuesto mi gran trasero, el chico a mi lado dejo caer su movil a la vez que su quijada y escuche un gruñido.
¡Oh sí! Si mi querido duque este juego lo podemos jugar los dos...
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Editado: 30.05.2023