P E Ó N [ #2 - Los Gobernantes ]

Capítulo IX

No recuerdo la fecha del día de hoy, no estoy muy bien familiarizado con el calendario en general, ya que el tiempo no influye en nosotros.

Como sea, supongo que querrás saber en qué continúa la historia, entonces, es mejor que la cuenten las personas que la vivieron.

Suerte.

Oh, si, no olvides prestar atención a los detalles.

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Era una bella mañana, podía escuchar el trino de los pájaros fuera de la carpa que usábamos como dormitorio. Habían tres literas en el lugar, una en cada lado y el centro.

Yo dormía en la cama de arriba de la que estaba hasta el fondo de la habitación, debajo de mí estaba Riley. En la del centro, estaban Dylan y Aly. Los otros dos chicos dormían en la restante.

Bueno, para no haceros el cuento largo, cada uno se levantó a la hora que quiso, siendo Aly el primero y Dylan, el último.

Saliendo de la carpa, estaba el campo de la base. A ambos lados habían tiendas parecidas a las de nosotros, en la que estaba a nuestra derecha estaban las dos chicas del escuadrón que nos había recibido, parecen llevarse bien.

Caminé por la pista frente a mi, hasta llegar a una especie de hangar, donde estaban guardadas las naves y los equipos de reconocimiento.

Cuando llegué, todo el otro escuadrón estaba presente, yo era el primero del mío.

–Parece que no se os da bien levantarse temprano.

El primero en percatare de mi presencia fue el Capitán Aly, ya que estaba mirando fijamente a la puerta del lugar, como si nos esperance.

–Creo que es porque es nuestra primera misión de búsqueda fuera del continente –contesté.

Era verdad que teníamos mucha menos experiencia que ellos, ya que no se nos había asignado ninguna misión como solitario hasta este momento.

Yo apenas tenía un año dentro del ejército, ya que entré junto con Riley, Dylan entró unos meses después, justo cuando íbamos a nuestra primera misión como unidad de apoyo y mensajeros. No tenemos mucha experiencia en batallas, por lo que necesitábamos una unidad que tuviera experiencia para la misión.

Debido a todo eso, habían pasado muchas cosas. Hoy era el día en que teníamos que encontrar a esa chica.

Central nos había mandado los últimos datos anoche, por lo que la reunión de esta mañana estaba planeada para discutir un plan de acción en base a esa información, pero da la casualidad de que mi equipo está dormido.

Vaya espectáculo.

–¿Qué podría esperar de los pueblerinos?

Camille se acercó caminando galantemente mientras sacudía sus caderas. Era algo poco embarazoso para mi, si fuera mujer, estoy seguro que no haría eso ni aunque me paguen, pero, ese es caso aparte.

Había algo en sus palabras que me molestaba. No sabía si era su tono de voz o su manera de decir las cosas, creo que ambas.

–¿Te refieres a nosotros?

–¿A quién más?

El hecho de que nos llamara pueblerinos me molestó, pero no iba a desatar un conflicto en este lugar, la gente como ella solo busca pelea, es mejor ignorarla.

–Lo que sea.

Pasé de ella y me dirigí a una mesa, donde estaban reunidos los miembros restantes del escuadrón, discutiendo la información recibida. Si mal no recuerdo, los otros dos chicos no se presentaron cuando llegamos ayer, por lo que no conozco sus nombres.

Justo en ese momento, llegó Riley al hangar, tenía cara de que apenas se había acabado de levantar. Aly y Camille lo recibieron de manera similar a mi. Él se lo tomó con humor, por lo que no pasó nasa.

Pude ver la molestia dibujada en la cara de Camille al no lograr tener una pelea con alguno de nosotros. Pobre.

O eso creí.

Detrás de Riley venía el problemático de Dylan. Aún estaba bostezando mientras se dirigía hacia acá.

—Esto se va a poner peor.

Me di la vuelta y traté de presentarme con los otros dos chicos del escuadrón. Parecían buenas personas.

Uno era Adler, era el tipo que había estado molestando ayer a Camille mientras llegábamos, el otro era Eduard. Noto que se parece un poco a Riley, pero solo en sus capacidades físicas solamente. Ambos son torres, al igual que Adler.

Es un equipo orientado a la fuerza, ¿no es así?

–Hey, chico, parece que les están buscando problemas desde temprano. –comentó Adler.

–Eso parece.

–Déjalos, es la costumbre de Camille y Aly molestar a los nuevos –agregó Eduard.

—Qué buen ejemplo le das a tus compañeros, Capitán.

Justo en ese momento, se escuchó un ruido sordo acompañado de un disparo mis espaldas, me volteé rápidamente y vi a Dylan tirado en el suelo mientras Camille estaba sobre él con su arma.

Estaba seguro que ella había disparado, ya que Dylan no posee un arma por el momento.

Me acerqué corriendo para asegurarme que estuviera bien.

Podía ver el miedo pintado en su rostro. Justo a un lado de su cabeza, había un pequeño agujero. El cañón del arma de Camille dejaba salir un fino humo, ocasionado por la detonación de un casquillo. Creo saber qué pasa aquí, pero no quiero meterme mucho, esa chica, Camille, parece tener el gatillo muy flojo. No quiero problemas.

–¿¡Qué demonios haces!? –gritó Dylan.

Había estado a pocos centímetros de morir, por lo que es normal que estuviera enojado con Camille. Mala idea.

–Oh, solo me preguntaba qué había sido del pervertido que atacó a mi ángel. Pensé que era un sueño y lo dejaría pasar si no te presentabas, pero llegaste, así que no te puedo perdonar.

Volteé hacia todos lados, sin lograr encontrar a Mia, ella era la única que podía resolver este problema.

Unos pasos resonaron a mis espaldas, volteé y me encontré con Adler, el cual se aproximaba lentamente hacia Camille. Con un movimiento rápido, este golpeó si mano, ocasionando que el arma desapareciera, luego la tomó por la espalda y la levantó del suelo. Podía ver cómo Camille pataleaba con todas sus fuerzas para tratar de liberarse del agarre de Adler, pero era imposible, no le podías ganar a una Torre en términos de fuerza pura.



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En el texto hay: combates, clases sociales, pasadostristes

Editado: 25.09.2020

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