Capitulo 17

Fernando

Mientras regresábamos a la villa, no podía dejar de pensar en todo lo que acabábamos de vivir. Valentina estaba radiante, feliz por la noticia de que tendríamos una niña y un niño. Su alegría era contagiosa, y aunque yo mantenía la calma por fuera, por dentro estaba igual de emocionado. Mi mente ya se imaginaba esos pequeños corriendo por la casa, y sabía que haríamos todo lo posible para darles una vida llena de amor y protección.

Sin embargo, apenas entramos en la villa, mi teléfono vibró. Al principio, lo ignoré, pensando que podría ser algún asunto de la empresa, pero la vibración persistente hizo que lo revisara. Un mensaje desconocido apareció en la pantalla. Lo leí en silencio, mientras sentía cómo una presión extraña empezaba a formarse en mi pecho:

"Alguien cercano a ti te está traicionando. Cuida a Valentina si no quieres que ella ni tú terminen muertos."

Sentí un escalofrío recorrerme la espalda. Levanté la mirada hacia Valentina, quien caminaba tranquila junto a mí, una mano descansando sobre su vientre. No quería alarmarla, pero ese mensaje era una advertencia clara y peligrosa. Mi primer instinto fue protegerla, asegurarme de que nadie pudiera hacerle daño. Pero, ¿quién podría estar tan cerca de nosotros para traicionarnos de esa manera? ¿Y por qué?

Valentina notó mi cambio de actitud al instante. Su sonrisa desapareció y me miró con preocupación.

—Fernando, ¿qué sucede? —me preguntó, acercándose un paso más—. ¿Por qué esa cara?

Suspiré, sabiendo que no podría ocultárselo. Valentina era fuerte, siempre lo había sido, y merecía saber lo que estaba pasando. No iba a mentirle ni mantenerla en la oscuridad.

—Recibí un mensaje —dije, sacando el teléfono y mostrándoselo.

Ella leyó el mensaje en silencio, y vi cómo su expresión cambiaba lentamente de sorpresa a preocupación. Inmediatamente, su mano volvió a descansar sobre su vientre, como si instintivamente quisiera proteger a los bebés.

—Todo estará bien, Fernando —dijo, con una calma que no esperaba—. Pase lo que pase, enfrentaremos esto juntos.

Acarició suavemente su vientre, y al ver esa imagen, sentí una oleada de determinación. No iba a permitir que nada les pasara, ni a Valentina ni a nuestros hijos. Ahora más que nunca, tenía que descubrir quién estaba detrás de esto, y tenía que hacerlo rápido.

Mientras Valentina acariciaba su vientre y me decía que todo estaría bien, mi mente no dejaba de darle vueltas al mensaje que acababa de recibir. Tenía que actuar, no podía esperar. Me alejé unos pasos de Valentina, tomando el teléfono nuevamente y marcando el número de Cameron, mi hombre de confianza en seguridad. Él había estado a cargo de investigar las amenazas que habíamos recibido hace unos meses. El teléfono sonó dos veces antes de que respondiera.

—Cameron, ¿cómo van las investigaciones sobre las amenazas? —le pregunté, directo, sin rodeos.

—Señor, estamos trabajando en ello, pero aún no hemos identificado al culpable. Sin embargo, hemos reforzado la seguridad en las últimas semanas. Estoy enviando más guardaespaldas hacia Nueva York. Ellos se encargarán de asegurar la villa y vigilar de cerca a usted y a la señora Valentina. No queremos correr ningún riesgo.

Escuché sus palabras mientras miraba a Valentina. Ella estaba sentada en el sofá, acariciándose el vientre de manera ausente, pero había una mirada en sus ojos que me indicaba que estaba pensando en algo.

—Hazlo rápido, Cameron. No quiero ni un solo error. Necesito saber quién está detrás de todo esto y asegurarme de que Valentina esté completamente a salvo. ¿Entendido? —mi voz sonó más fría de lo que esperaba, pero no había espacio para titubeos ahora.

—Entendido, señor. Nos aseguraremos de que nadie pueda acercarse sin ser detectado.

Colgué el teléfono y guardé el dispositivo en mi bolsillo. Me acerqué a Valentina, quien me observaba con una mezcla de preocupación y algo más, algo que parecía duda. Antes de que pudiera decirle nada, ella rompió el silencio.

—Fernando... —comenzó, su voz suave pero seria—. ¿No has pensado en la posibilidad de que Cameron pueda estar involucrado en esto?

Sus palabras me golpearon como un balde de agua fría. La idea había pasado por mi mente, pero no quería considerarla en serio. Cameron había sido mi hombre de confianza por años, pero en este momento, con las cosas tan fuera de control, tenía que reconocer que cualquier cosa era posible.

—Desconfío de todos, Valentina —admití, pasándome una mano por el cabello mientras intentaba procesar lo que ella acababa de decir—. A estas alturas, desconfío hasta de mi propia sombra.

Valentina asintió lentamente, comprendiendo lo que eso significaba. Sabía que el círculo en el que nos movíamos estaba lleno de intereses ocultos, traiciones y peligros. No podíamos confiar en nadie al cien por ciento. Pero lo que más me dolía era que ahora, la incertidumbre y el peligro estaban a un paso de ella y de nuestros hijos.

—Pero si es Cameron… —murmuró, como si todavía estuviera procesando la posibilidad.

—Lo descubriré —dije, apretando los dientes—. Si él está detrás de esto, o si alguien más lo está, lo encontraré, y lo haré pagar.

Valentina me miró a los ojos, y pude ver en su mirada la misma determinación que sentía dentro de mí. Estábamos juntos en esto, y juntos enfrentaríamos lo que fuera que viniera.