Muchas veces me lo pregunté, y cada vez que lo pensaba mis ojos se llenaba de lágrimas, pensando en todas las veces que sentía que yo era el problema, en todas las veces que me dijeron que yo era el problema, en todas esas veces que pensé que todas estarían mejor sin mí, que estarían mejor sin el “problema”.
Para ellos el problema siempre fui yo, siempre fui la niña que traía los problemas a casa, y que no importaba cuanto se esmerara por mejorar eso no bastaba porque siempre cometía errores.
Y de pronto en mi mente aprecia aquella niña la cual siempre intento complacer a todos, la que intentaba buscar el cariño que buscaba, esa pequeña que hacia de todo para que la quisieran. Es ahí cuando me di cuenta ese era mi error, siempre intentaba buscar el cariño que me hacia falta, haciendo que me convirtiera en la niña problema, porque para ellos eso era un problema, del cual jamás nadie quiso ayudarme.
Siempre miraban mis errores y mis logros eran solo mi obligación, no eran la mayor cosa, o al menos eso era lo que ellos decían.
En mi mente siempre estuvieron presentes los pensamientos de como serian ellos felices si yo no estuviera. Mamá probablemente ya no tendría que trabajar más, para papá ya no seria una carga ni un estorbo y para mi hermano dejaría de ser una responsabilidad menos. Y eso es lo que me duele siempre que lo pienso.
Tan solo quisiera que un día esos pensamientos se fueran y talvez algún día dejara de ser yo, el problema.