Hola, soy un corazón roto y quiero decirte de mí un poco:
No me curaré de un día a otro.
Un parche o aguja e hilo no repararán nada.
No sirve un "todo estará bien".
No, así no suceden las cosas.
Porque soy prácticamente un rompecabezas disparejo,
por más que intenten acomodar mis
piezas a como se encontraban, muchas ya no encajan,
algunas se perdieron
y dejaron huecos.
Y no existe varita mágica
o fórmula exacta
que me dejen
como previamente estaba.
Soy cachitos que se necesitan recoger
poco a poco, a estudio minucioso.
Requiero,
a sabiendas de las piezas faltantes,
recrearme como uno distinto,
uno nuevo;
pero necesito mi propio tiempo,
armarme desde cero.
Sí, solamente eso,
lo ruego: necesito tiempo.
No sé cuánto, quizá un día,
a lo mejor diez...
O un mes,
¿cómo lo puedo saber?
No para siempre seré un corazón roto,
ya mejoraré. Lo juro.
Probablemente hoy no,
pero lo haré.
Pido paciencia,
y que no se tenga un reloj en mano,
eso me estresa.
Soy un corazón roto y esto
te quería contar.