Para que te quedes

5. Amistad

En el presente

Todo el mundo me lo advirtió, pero jamás hice caso hasta aquel dia en donde al fin dejé de cubrir aquellas señales junto a actitudes que había estado presentando y me rehusaba a aceptar, por lo que cuando conecté varios hilos, todo empezó a tomar sentido.

—¿En qué piensas? —pregunto Elías—, te veo tan pensativa

—En… nada, la verdad es que me llama mucho la atención este tipo de atardeceres —respondí y luego se separe de él y me recosté en la viga del puente—, esta tarde ha sido maravillosa, pero creo que ya  es hora de irnos

—Si ya está de noche y no quiero que te regañen —dijo y asentí, en realidad la regañada ya estaba más que confirmada, es decir ya era un hecho y estaba preparada mentalmente para aquello, mi madre me daría hasta un castigo y para mí la verdad ya no era algo nuevo

Sabíamos que ya teníamos que marcharnos, pero no nos movíamos simplemente nos habíamos quedado mirando y luego me reí

 —Antes de que me olvide, quiero hacerte una propuesta aquí —dijo y lo mire curiosa, pues era obvio que sus propuestas siempre eran interesantes

—Bien ¿ahora cuál es la propuesta? —pregunte intrigada y sonrió

—Razones para que vivas —dijo y lo mire sin entender—, mira sé que hay momentos en esta vida en donde quieres volver a hacer lo que hizo que nos hagamos amigos y que estemos hoy aquí, pero creo que si te demuestro lo bueno y lo malo de la vida tu perspectiva cambiará y te prometo que cuando acabe aquello, si quieres que me aleje lo haré

—Vuelvo e insisto, no conoces aquella parte de la historia que me llevo a aquello y es obvio que no quiero o más dicho no estoy preparada para contarlo, créeme que tú eres una de las razones que hace que cada día me levante, pues sé que estarás ahí con un mensaje y una salida —me sincere y él asintió—, pero en el sentido de amistad hay que aclararlo, creo que no había encontrado una amistad sincera con alguien hasta que di contigo

—¡Wao! Eso es tremendo alago —dijo y me reí, tomo mi mano y nos miramos —déjame hacer lo que te he propuesto

—Va, entonces hay que intentarlo —dije y sonrió

—Sabía que lo lograría —dijo y de la felicidad dejo un beso en mi mejilla, cualquiera se hubiese sonrojado, pero yo tenía en claro que él tenía novia y que no había sentimientos más que solo de amistad con él

*********

Cuando llegue a casa, como lo imagine mi madre me esperaba en la mesa y al verme no dudo ni cinco minutos en levantarse y acercarse a mi

—¡Te dije que vengas a la casa apenas terminabas tu asunto con tu amiga! —exclamo enojada y seguido estampo su mano en mi mejilla

—Y yo le dije que no vendría a la casa, son sus hijos no los míos —respondí y de su parte recibí otra cachetada en mi otra mejilla

—Pero mi salida con Víctor ya estaba programa, sin embargo, apenas voy saliendo del trabajo tu hermana me llama y me dice que tienen hambre y la buena señorita no responde ni contesta las llamadas —reclamo

—¿Eso es todo? —pregunte y me miro furiosa—, no pienso seguir discutiendo con usted

—No, mi castigo es que, si quieres hacer lo que te da la gana, hazlo, pero si sigues desobedeciendo mis órdenes y las reglas de mi casa, seguirás encerrada sin salir más que solo a la universidad o cualquier motivo que tenga que ver con tus hermanos y en casos extremos te mandare a vivir con la familia de tu padre —dijo y suspire

—Me da igual —respondí e ingresé a mi habitación

Mis hermanos estaban en ella mientras me decían que no fue su culpa, que pensaron que mamá no iba a reaccionar asi, por lo que luego de unos minutos los mandé de mi cuarto y me recosté en la cama

Lagrimas salían y trataba de controlarlas, pues no me podía mostrarme débil ante mis hermanos y mucho menos ante mi madre, tomé la laptop y me puse a realizar las tareas que debía presentar el lunes mientras escuchaba música y tarareaba una que otra canción 

Elías: razón número uno para que no tengas esos pensamientos

Elías: Me tienes a mi

Sonreí

Elías: Razón numero dos

Elías: Existen atardeceres de otro mundo, como el de hoy

Elías: Por cierto ¿Cómo estás? ¿Te dijeron algo?

Tome el teléfono y grabe un audio de voz

Yo: La verdad que todo va muy bien, no me dijeron nada, tranquilo y bueno ya tengo dos razones —reí—¿Qué estás haciendo?

Elías: Alistándome, tengo una reunión con unos amigos ¿Tú?

Yo: Vida de estudiante, haciendo tareas

Yo: por otro lado, está bien que salgas con tus amigas ¡Disfruta!

En eso llego un mensaje de mi hermano y un nudo se instaló en mi garganta

Luke: No he podido impedir que mi madre te pegue, está muy enojada, pero espero que tu salida te hayas despejado de todo, en unos minutos que llega el pedido de la comida te paso a dejar tu merienda.




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