Solté una risa cuando ya no pude soportarlo y José Alejandro se sentó al lado de su amigo, y a Elías le regreso su color natural.
—¿Cómo estas… Camille? —pregunto el joven
—Muy bien, no me quejo y ¿tú? —respondí
—Igual todo muy bien, me llamo mucho la atención verlos aquí, precisamente aquí —explico y mire a Elías
—Pues es obvio, estamos comiendo los mejores helados de la ciudad —respondió Elías —, y por cierto ¿Cómo asi andas por aquí?
—Hoy Aysell cumple años, y le encantan los helados de aquí, asi que mamá preparo una pequeña celebración en casa y me mando a realizar el pedido para que nos lleven lo suficiente para el postre—explico José —¿Quieren venir a la celebración?
Mire algo incomoda a Elías y enseguida asintió, mientras José no se quedó atrás, asi que antes de que pueda pronunciar alguna palabra, hablo.
—Tranquila, mi familia no muerde, eso sí es algo numerosa —pronuncio y accedí algo dudosa
Se disculpo, ya que lo llamaron desde la recepción en el momento que receptaron su pedido y mire a Elías
—¿seguro que no hay ningún problema? —pregunte y asintió
—Lo digo por Victoria —hable
—No te preocupes, ella sabe de tu existencia y si eso es lo que te preocupa, tranquila, le puedo decir que vaya y asi aprovecho para presentarlas—dijo y accedí
—Pero es que insisto, no conozco a nadie y tampoco se…
—Vamos y juzgaras por ti misma ¿aceptas? —propuso y asentí
Mi teléfono vibro, asi que lo saqué por un momento y vi dos llamadas de mi mamá
—Elías, debo hacer una llamada, ya regreso —informe y asintió
Elías
Camille se fue a realizar su llamada y se acercó nuevamente José Alejandro
—Victoria en cualquier momento te puede descubrir —dijo y lo mire sin comprender
—¿Descubrir qué? Yo no estoy haciendo nada malo, ella sabe de la existencia de Camille —informe y se sorprendió
—¡Lo sabe!
—Si, le comenté de ella hace unos días —pronuncié, y era cierto pues le había comentado de aquello omitiendo algunas partes para no traicionar la confianza que Camille me había proporcionado—, además debo confesarte que no me gusta, ni mucho menos le gusto yo, asi que no te preocupes, no le hare daño a nadie
— ¿Crees que me he comportado algo idiota con ella? —pregunto y asentí—, es que no quería ver a Vicky sufrir y mucho menos ser tu cómplice de traición
—Mira, ahora con esto ya solucionado, debo decirte que con palabras no te has comportado como idiota, pero tus facciones si te delatan —respondí
—Definitivamente necesito pedirle una disculpa, si mi madre se entera de aquello me mata —hablo y me reí
—Entonces ruega que no le vaya de chismoso a la señora Adara —bromee
Camille se acercó a nosotros y nos miró sonriente
—¿¡Nos vamos!? —pregunto José Alejandro y ella me miro, asi que asentí—, pero antes, Camille—tomo su mano y la miro—, lo siento si en algún momento me he comportado como un idiota contigo, solo que pensé que este —me señalo—andaba engatusándote
—Ni yo, ni él tenemos algo más que una amistad, asi que no te preocupes al contrario estoy tan emocionada de conocer a Victoria —hablo y podía jurar que Camille se había ganado a Alejandro
—Entonces ¡¿Qué esperamos?¡ ¡Vamos! —dijo José Alejandro y nos encaminamos a la salida del lugar
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Camille
Llegamos al carro de Elías y me abrió la puerta.
—Antes de irnos ¿recuerdas que te dije que te tenía algo y que era sorpresa? —pregunto y asentí
—¿De qué trata? Pensé que la sorpresa eran los helados, debo admitir que no he probado mejores helados que estos —respondí
—Déjame y busco tu regalo —menciono, abrió la puerta de atrás y saco una caja mediana de color pastel con un gran moño rose Gold —, No sé cuándo sea tu cumpleaños porque nunca me lo has mencionado, pero esto es para ti, ahora ábrela
Abrí la caja y me encontré con una cámara del mismo color de la caja en medio de confetis, también unos chocolates y una tarjeta que decía “Kit de inicio para el curso de fotografía. Para: La chica del puente”
— Really ¿La chica del puente? —pregunte y se río
—Yes, así que no hay ninguna excusa barata para que te des de baja del programa incentivo dictado por mí —menciono
—No lo haré, mucho menos ahora —dije
Lo miré por unos minutos y sin pensarlo dos veces, lo abracé.
—Gracias Elías, esto es algo que nunca lo olvidare —me separe de él y lo mire nuevamente—, muy aparte de lo material, aprecio mucho tu detalle por la intención, nadie lo había hecho antes.
—Aquí tenemos una razón más, así que debes irlas anotando aquí—hablo y de la caja saco una mini libreta—, eh aquí hay otra razón y es que los pequeños detalles no materiales que nos da la vida, debemos apreciarlos.
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Editado: 22.08.2022