-Le parece bien el largo- me preguntas la señorita con su traje de estilista, levanto las manos y tocó mi cabello, me siento muy nerviosa, pero le pedí que no me dejara verme asta terminar todo.
-Creo que está bien- le respondo con los nervios al mil
-¿Cree? - me pregunta riéndose. Solo le sonrió y la veo continuar con su trabajo.
Otra joven está empeñada en mis pies, el tacto me tiene tan relajada que casi me dormía. Ya hizo maravillas en mis manos, las exfolio y les dio un sutil color natural.
-¿Deseas que también lo peine?- me pregunta mi estilista de siempre.
-Por supuesto- le respondo. Por lo general siempre vengo con ella, ya conoce mis gustos y le saca provecho, sabe que me gusta mucho lo excéntrico y por ello le encanta, según ella se divierte mucho y es un reto. Entre el ruido de la secadora más el masaje en mis pies, comienzo a sentir mis ojos muy pesados, ya me había acostumbrado a no hacer nada y los últimos días eh salido varias veces a la calle.
-¿Estás lista? - me pregunta con su voz ansiosa.
Asiento con la cabeza, si antes estaba nerviosa, ahora el corazón quiere saltarme, ¿Y si es un Fake mi idea? Siempre vengo aquí cuando quiero algo loco y está vez fue un desafío decolorar mi cabello y dejarlo como quería.
Abro los ojos sorprendida por el impacto de mi cambio. - wow- digo más emocionada.
Se que mi estilista hace maravillas pero ahora se a lucido, es la.mejor enlo que hace, casi ni me reconozco, depilo mi ceja, arreglo mi cabello, puso una ligera capa de maquillaje y se convirtió en mi hada madrina.
-¿ Ya no parezco de ambulante de la calle? - le pregunto, frunce el seño confundida
-Nunca lo has parecido- me dice con cariño
-Puedes creer que un tipo incluso me dio limosna? - le digo indignada, me pase la mañana muy molesta por ese acontecimiento, no niego que bajo mi autoestima ¿Tan mal me veía?, ojalá y ese imbecil me viera de nuevo para callarle la boca, fue un hijo de puta, lo mejor que hice fue hacerle esa señal con mi mano.
-¿Que?- suelta una inevitable carcajada- perdoname pero eso es demasiado- trata de contener la risa, no se lo tomo a mal, incluso ahora me causa gracia. Si lo viera quizás le agradecería, me incentivo a darme una merecida y urgente arreglada.
-No te preocupes- le respondo un poco contagiada de su risa- te haré la trasferencia- me levanto de la silla- tengo que irme porque aún tengo muchos pendientes- le digo parada frente a ella
-quedaste preciosa- me dice mientras me jala hacia ella y me abraza.- vuelve cuando gustes- me suelta al fin.
No puedo perder la vista en cada reflejo viendo mi nueva yo, me encantó mi cabello, me hace ver muy atractiva. Me paseo en el centro comercial entre varias tiendas, busco algo de mie Stilo, aunque ya no se cuál es mi estilo. Un conjunto puesto el el maniquí llama mi atención, es una chamarra de piel, pantalones y botas. Me imagino en el.
-hola- me acerco a una dependienta- ¿Puedes mostrarme el conjunto negro?
-Claro- me responde con una sonrisa. Aunque desde que entre no me perdía la vista, se que desencajo con lo mál que voy vestida.
Espero parada viendo algunos zapatos mientras llega con la ropa.
-aqui tiene señorita- me habla a la espalda entregándome el conjunto- si gusta medirlo- me señala el probador.
Si mi cabello me gustaba con mi ropa antigua, ahora lo amo con esto que llevo puesto, en el fondo vuelvo a ser de nuevo yo.
-se ve increible- me dice la señorita a mi espalda viendo mi reflejo- le sonrió a traves de el.
La chica vestida de negro con cabello rosa dorado está despampanante, el color me favorece mucho, muchos dicen que el color favorece con tu tono de piel pero yo tengo la teoría que depende de tu personalidad. El cabello me llega un poco abajo de los hombros, me hicieron un ligero flequillo y el peinado es relajado, despeinado, ya no como antes, además me lo hidrato y dejo super bonito. Mis ojos brillan mucho nuevamente. Me calzo unas botas muy altas.
-¿Puede dejar esto en la basura por favor? - le pregunto entregándole mi antigua ropa.
-Claro- responde confundida pero la toma.
-muxhas gracias- tomo las bolsas con otras prendas que también me gustaron y salgo. Tengo un lugar en mente al que me gustaría ir por última vez el día de hoy.
Ahora me siento un poco más llena, aunque sigo estando vacía por dentro.
-Hola cariño- saludo con un nudo en la garganta- perdona que tarde tanto en venir- tomo aire- no quería que me vieras asta que estuviera de nuevo asi- le muestro mi nuevo yo con las manos señalándome a mí misma, giro en una vuelta para que pueda verme por completo.— espero te guste— los ojos se me nublan con las lágrimas a punto de salir, flexiono mis piernas quedando de rodillas frente a la tumba, aquí descansa mi primer amor—aaaah!— un grito desgarra mi garganta, me quedo mucho tiempo en silencio, estos nueve meses me sirvieron para responder cuestiones que yo misma me hacía, se que el "¿Porque tú?" Queda ajeno ya que todos vamos para el mismo camino—Me dejaste muy pronto—le hablo como si alguien fuera a respondeme, no escucho su voz pero lo siento, se que su amor no da para verme tirada en el piso, se que no le hubiera gustado verme así, por eso no vine en este tiempo, se tanto de el, como el sabía de mi— espero te guste los cambios que me hice— me quedo fijamente viendo la tumba— "Eduardo Green, 28 de marzo, el que nace y no vive, muere aunque siga en esta vida terrenal, el que nace y vive, aunque muera, nadie derramará lágrimas ni lo recordara triste ya que no desperdicio ningún minuto de su vida" – de cierto modo es cierto, el vivió de manera feliz, a pesar de las circunstancias siempre fue por sus sueños, vivía rodeado de amor, al igual que murió entre todos los que lo queríamos.– asta pronto amor mio– comienzo a hablar– por nuestro amor seguiré con mi vida, por ti buscaré ser mi mejor persona, por honrarte cumpliré mis sueños; nuestros sueños cariño mío, por tu vida; viviré la mia, más nunca te salgas de mi corazón, descansa amor mío, pero espérame al final cuando llegue mi momento tambien– me pongo de pie y sacudo mis rodillas–nunca te olvidaré mi amor– me abstengo de llorar porque tengo presente la leyenda sobre su tumba, quién las eligió lo conocía muy bien, honraron su última morada con ellas, por respeto controlo las ganas de llorar aunque se me nublen los ojos– no te prometo venir del diario, porque no voy a encadenar me a este lugar – tomo aire haciendo uso de mi autocontrol– aquí solo esta tu cuerpo físico, pero tú alma, ¡Tu escencia!–le grito– esa la llevo en el alma; muy unida a la mia– alzó la mano a mis labios y le mando un beso, con los ojos cerrados, imagino que lo toma y me sonríe, su mirada, sus ojos verdes, doy vuelta y me encamino hacia la salida.
Editado: 11.10.2024