Paraíso

PRESENTIMIENTO. UN MENSAJE DIRECTO AL CORAZÓN

Barriendo el anden del taller, Jorge le da por mirar el cielo y logra apreciar algo inusual.

De un momento a otro, una gran nube tuvo forma como la de un ángel. Y duro unos segundos en presencia de Jorge.

Maravillado y sorprendido, Jorge dice.    –que hermoso señor, gracias por mostrarme la luz de la esperanza.

En ese instante, Gerardo mira a su hijo un poco extraño y le dice.     – ¿Qué pasa?, ¿porque estas mirando tanto el cielo? -      -no me vas a creer papá-     -dime cualquier cosa, soy todo oídos-      -vi un ángel, solo fueron segundos, pero lo vi.

Gerardo lo toma con gracia todo lo que dijo su hijo y le dice.      – parece que estas alucinando, Jorge ven ya a trabajar.

En ese instante, Jorge sintió que tiene un duro trabajo en hacerle ver la verdad a su familia. Y dice en su pensamiento.     –antes de cualquier cosa, debo de unir a mi familia hacia el camino correcto.

En ese momento, Jorge entra al taller y se pone a lijar y luego a pintar una mesa de centro.

1 hora después, el cliente llega al taller junto con su hermano. Y de inmediato le paga las 6 sillas a Gerardo.

Mientras Gerardo hablaba y le entregaba las 6 sillas al hermano del cliente, Jorge rápidamente le hace la factura al cliente y le dice.     – ¿cuál es su nombre señor? -     -puedes llamarme Gabriel-     - ¿Cómo el ángel Gabriel?

     – ¿cuál es su nombre señor? -     -puedes llamarme Gabriel-     - ¿Cómo el ángel Gabriel?

Gabriel se sonríe y le dice a Jorge.      –me has hecho el día, eres un buen muchacho y pronto tendrás tu recompensa-      - ¿recompensa?

Gabriel coge la factura de las manos de Jorge y le dice a su hermano Raguel vamos nos ya, termina de subir las sillas a la camioneta.

Raguel le dice a Gabriel.     –solo me entre tuve un poco con el padre de Jorge, es un buen conversador.

En ese momento, el cliente se va y desde lejos le dice a Jorge.     – ¡NOS VEREMOS PRONTO!

Jorge al escuchar eso le dice a su padre.     –no te parecieron extraños estos clientes? -     -no, lo normal, ¿ahora qué has visto? -     -nada, déjalo así, no crees en nada papá, pero algún día vas a creer en Dios-     -yo no creo en lo que no puedo ver-      -estas absolutamente equivocado, me parece que esto ya lo habíamos hablado antes, no puedes rendirle homenajes a estatuas e imágenes, eso no está bien, debes de creer en el Dos invisible, nuestro pecado es el que no nos deja ver.

Gerardo trata de enojarse y le dice a su hijo.     –sigamos trabajando, ya se ha visto que no vamos a llegar a ningún lado con esto.

Jorge se decepciona al ver y escuchar las actitudes de su padre. Y decide callar y seguir trabajando.

Días después, Jorge se dedicó a unir la familia por medio de la palabra, todo los días les hablaba de Dios y de su salvación, día tras noche.

Domingo 8:30 am, por primera vez Jorge lleva a su amigo Francisco a la Iglesia. Y le dice en la entrada.     – ¿estas nervioso? -     -no... entremos.

Las alabanzas a Dios duraron 40 minutos. Cuando el pastor Leomil sube al púlpito. Y saluda a todas las personas agradeciéndoles por su presencia.

En ese instante, el pastor les dice a todos.     –este es un mensaje directo al corazón de todos, cambiemos nuestra forma de vivir, amemos a Dios, él nos ama y quiero que todos nos salvemos.

Debemos de empezar a cambiar nuestro duro corazón, por un corazón lleno de amor, un corazón de perdón, un corazón de carne y no de piedra.

Estamos viviendo tiempos muy difíciles, el mundo está de patas arriba, todo es caos y destrucción, la venida del señor está cerca y ustedes aun no lo creen...

 




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.