Parallel Dark web

Prólogo – Sociedad en Derrumbe

Una vida extremadamente caótica. En el continente Kuro, donde apenas comer es vida.

Luego de la gran guerra, entre los cinco continentes, divididos cada uno por el mar. Aproximadamente, treinta años atrás. Los continentes libraron la mayor guerra en toda la historia registrada.

La población mundial de 11.532.987.731 de habitantes, fue reducida a 45.000.000 millones registrados. Librando una guerra de diez años.

Ningún continente salió victorioso en la guerra, en realidad, perdiendo más de lo que podían que ganar.

Tampoco, nadie conoce la razón por la cual, las batallas fueron tan destructivas. Utilizando todas las armas prohibidas, sin respetar los derechos humanos. Rompiendo los tratados de paz.

En primer lugar, se esparció un arma biológica, millones de personas fallecieron por un infarto repentino, a través de una gripe.

Continuando, con la destrucción de todos los suministros eléctricos y presas de agua en todo el mundo.

La segunda arma, fue un arma química, causando muertes toxicas, envenenando cultivos. Y así, afectando un tercio de la población civil.

De tercer lugar, utilizaron robots asesinos sin control humano, carecían del criterio humano necesario para regular la fuerza. Podrían cometer trágicos errores y poner en peligro vidas de civiles.

Y, finalmente utilización de armas nucleares. Cambió todo el ecosistema del mundo, aparecieron nuevos tipos de animales, lluvias ácidas, tormentas de arena, enormes tornados, inundaciones, sequías y erupciones en todos los volcanes.

Al observar, el estado crítico que se encontraban los continentes, los jefes mundiales detuvieron la guerra. Con una duración de diez años de solo muertes.

Únicamente los continentes Euro, Carsani, Amburgue y Rina. Fueron los que mantuvieron sus principales países, con una alta tecnología en desarrollo.

Y, el quinto continente Kuro, recibió las mayores consecuencias, ciudades destruidas, reducción de población, ambiente radiactivo, valles desérticos, pero sobre todo, con tecnología escasa.

Pareciera, que entre los cuatros continentes, querían tener un lugar más pobre para explotar y enviar sus residuos, aumentando su desarrollo.

...

Después de despertar, sin nada de recuerdos, en un lugar que desconocía completamente, Daniel abrió los ojos lentamente, sintiendo su cuerpo débil y frágil. 

Miró a su alrededor, tratando de ubicarse en ese extraño lugar que parecía un paisaje post-apocalíptico. Las casas destruidas y las calles vacías le recordaron la terrible guerra que asoló el mundo hace años.

La falta de vegetación, el aire contaminado y radiactivo, el suelo estéril y la presencia de escombros por todas partes, le hizo sentir que estaba en un lugar peligroso y abandonado.

Desde otro lado se puede observar un chico con únicamente escombros a su alrededor y un pan a medio comer....

Recuperando la conciencia: "Mi cuerpo se encuentra débil, apenas con una leve respiración,  vivo a la edad de trece años, mi vida es esencialmente de un chico enérgico" Pensando, analiza su cuerpo. Confundido después de despertar.

¿Dónde estoy? — Susurró mirando con cautela a su alrededor.

Observando con detenimiento, se dio cuenta de que había un pequeño fuerte con cuatro paredes de aluminio y una cama de algodón recogidos de los escombros. "Al menos tengo un lugar para refugiarme", pensó. 

Mientras se acercaba al fuerte, notó la presencia de un cachorro cerca de la pila de escombros: 

"¿Eso es un perro?, no estoy completamente solo...". Emocionado de tener una pequeña compañía. Con miedo de que el perrito huyera, se acercó con cautela al animal.

—¿Estás solo amigo? — Preguntó, tratando de no asustar al cachorro.

— ¡¡¡¡¡Wooff!!!! — Ladra el cachorro, meneando la cola, cerca de la pila de escombros.

Daniel se sintió aliviado al ver que el cachorro le respondía con afecto y amistad. Se acercó para acariciarlo y jugar con él. Mientras lo hacia, reflexionó sobre su situación actual:

"No tengo idea de quién soy o de dónde vengo. Pero al menos tengo un amigo aquí conmigo".

En ese mismo momento, el cachorro que parecía que iba a escapar, se encuentra lanzándose encima del niño. Una amistad entre un pequeño niño jugando con su fiel amigo. Ignorando el terrible ambiente a su alrededor.

— Te llamaré Mini — sonrió, abriendo los brazos al cachorro —. Eres muy suave. Seguro te cuidaron muy bien — comentó, después de jugar un rato. 

El cachorro, a su vez, parecía contento y emocionado de tener una compañía. Saltando y moviendo la cola, como si ya hubiera reconocido a Daniel.

— ¡¡Wooff!! — Respondió, emocionado por la atención del niño.

— ¿Te gusta? — Preguntó, acariciando al cachorro con cariño, por primera vez sonríe —. Soy Daniel Paolo, solo conozco mi nombre amigo.

— Wooff — Responde, como si entendiera todo lo que decía. Saltando de los brazos, empieza a buscar alrededor.

A pesar de la incertidumbre acerca de su pasado, se sintió feliz de tener a Mini a su lado. 
Con él, se olvidó por un momento de la desesperación de encontrarse sin recuerdos y en algún lugar desconocido, olvidado por Dios.

Recuperando la razón. Todavía no deja de pensar: "Por supuesto, no tengo amigos a excepto de este cachorro. El nombre de Mini, es lo único que me suena familiar".

Mini se encontraba en el lado izquierdo de la pila de basura, donde estaba al despertar. El niño sonríe y acaricia a Mini, agradecido por su presencia y compañía en ese lugar desolado. Se levanta y continúa su búsqueda, sabiendo que no puede rendirse aún.

— ¡Wooff! — Ladrando, pareciera que el cachorro desea jugar un rato más. Mordiendo suavemente los tobillos del niño.

— ¡Nos vamos amigo!, un día descubriremos de que raza eres...— agradeciendo de no estar complemente solo, busca la esperanza en la pequeña mascota.

—¿Verdad Mini? —preguntó, hacia su mascota.




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