Pasión Latente

CAPÍTULO 8

Damián

Me quedo de piedra al escuchar lo que dice Anna y en el resto de la entrevista finjo seguir bien con ella y demás, pero apenas se acaba y salimos del set, la encaro.

—¿Qué fue eso? —le pregunto muy molesto.  

—¿Qué fue qué? —pregunta ella luciendo inocente.

—Lo que dijiste sobre tu hermana, la enfermedad —digo brusco.

—Es la verdad, teníamos 6 años cuando pasó y desde entonces ella no logra enfocar el rostro de nadie —dice como si nada.

—Pero eso era privado Annabeth y es algo médico, lo hiciste parecer un chiste —reclamo.

—¿Y qué te importa? Te recuerdo que a quien le debes respeto y amor es a mí. No a ella ni a nadie más. Firmaste y ahora eres responsable de tu vida pública —me amenaza.

—Eres terrible —le respondo.  

—Lo soy, pero seré tu terrible pronto y no podrás escapar de ello —dice ella y se marcha.

Detesto esto.

De verdad.

¿Por qué accedí a esto por una gira?

Fui ávaro

Y ahora estoy con un ser indescriptible.

Cuando llego a casa, mis hermanas y mi madre me miran molestas.

—Damián —dice mamá

—¿Lo escucharon? —pregunto y al ver sus caras estoy más que seguro de que sí lo hicieron.

—¿Qué es lo que tiene esa niña que vas tras ella? —pregunta mi madre.

—No es que vaya tras ella, es que debo ir tras ella —digo por lo bajo, mis hermanas me cogen del brazo y me obligan a sentarme.

—Esta es la parte donde nos explicas ¿Qué rayos tienes con ella? —dice Estrella

—Firmé un contrato con ella, para darle mejor imagen pública ya que ha perdido varios papeles protagónicos por su mala actitud     —les digo rápidamente.

—¿Que tú qué? —dicen las gemelas al tiempo.

—Me ofreció una gira internacional —digo frustrado, tratando de justificarme.

—Bebé, yo no te crié para esto, tu talento te puede llevar a esa gira y tú me estás diciendo que preferiste la vía rápida para ello —dice mi madre y me siento el peor hijo del mundo. Siento que defraudé a todos, especialmente a mí. Por querer lograr las cosas sin mayor esfuerzo.

Nos quedamos un rato en silencio dejando que las palabras floten a nuestro alrededor, hasta que la voz de Luz nos hace replantearnos.

—¿Y si hay una forma de romper ese contrato? —pregunta.

—¿Cómo? —pregunto sorprendido.

—Digo, cada contrato tiene lagunas donde alguna de las partes puede aprovecharse y acabar con él antes de tiempo —Explica Luz.

—Eso es cierto hijo, deberíamos leerlo con cautela para encontrar alguna forma de acabarlo antes, sin tener que pierdas tu reputación o falles en el contrato —dice mamá.

—¿De verdad lo creen posible? —les pregunto sin comprender, cómo lograré salir invicto de la situación.

—Por supuesto, lo solucionaremos juntos —dicen mis hermanas.

—Por cierto ¿Cómo está Alaia con todo esto? —pregunto, mis hermanas me ven con cara de pocos amigos.

—Se fue del club apenas escuchó la locura que dijo Anna y ahora todo el mundo está opinando de mala forma. Muchos creen que es una aprovechada y que está intentando quitarle el novio, que es una falta de respeto todo lo que ella está haciendo y demás. No sé cómo serán las cosas mañana en la universidad —dice Estrella.

—Tiene que haber una forma de arreglarlo —digo, esa foto fue sacada de contexto. Mucha gente creerá que nos besamos y demás, cuando no fue así.

—¿Y qué vas a hacer? Te recuerdo que Anna puede refutarte en todo lo que digas —dice Luz con advertencia en su voz.

—Cierto ¿Cuál era el nombre de su club? —pregunto.

—Las desventajas de la fama ¿Por? —comenta Estrella.

—Ustedes podrían refutar, es lo más lógico -empiezan a sonar los engranajes en mi mente.

—Alaia no quiere tener nada con ese asunto y nos estás pidiendo que la convenzamos de hacer alguna entrevista o algo parecido —dice Luz.

—Le van a hacer la vida un infierno si las cosas siguen así.

—Veremos qué podemos hacer —dicen ellas

Y así empezamos un plan de rescate.




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