Llegamos a Londres en la madrugada, Alessio me cargo hasta el apartamento, cuando me dejo en el suelo, cojeaba un poco, fui a bañarme, y ponerme ropa cómoda, volaríamos a Finlandia, para lo de Nicolás.
Al salir del baño, Alessio estaba mirando mis cosas.
—¿Necesitas algo?
—Pensé que ya estabas vestida
—Pues no
—Te vas a resfriar apúrate —Me miro
—Porque no vas a secarte el cabello y vienes
—Bien
Salió y procedí cambiarme, me senté a verme el pie cuando regreso.
—Déjame ver eso —Se sentó en el suelo y me tomo del pie, muy toscamente
—Auhh, despacio
—Lo siento
—Voy a limpiarte
Lo hizo sacando piedras pequeñas, me puso una crema y después una gasa, y me vendo el pie con una especie de gasa más larga pero fina. Cuando termino me miro.
—Gracias
—¿Quieres comer?
—Sí, pero ¿No nos vamos ya?
—Podemos pasar comprando comida china, haré que vengan por tus maletas
—No me tratarás igual, ¿Verdad? —Me miro
—Solo si tú quieres que lo haga
—¿Eso qué significa?
—Que si me besas frente a mis hermanos, no me negaré
—¿Aunque este Rachel Baker ahí?
—Rouses, mira…
—No pienso luchar por esto, Alessio, estoy cansada, y tú tampoco quieres hacerlo, solo aceptemos el final, ninguno está dispuesto a sufrir más por lo que sea que tuvimos, o hubo. Yo no quería que esto pasara, nunca quise perder a mi amigo; lo único que te pido es que no seas un imbécil como lo has sido
—Rouses, yo estaba pensando en comer…—Maritza entro con su teléfono en la mano —No quise interrumpir
—No, no interrumpiste nada, Alessio solo me ayudaba con algo pero ya termino
—Tengo que ir a arreglar todo para irnos —Se puso de pie y salió
—¿Qué paso?
—Nada, no paso nada
Llegamos al amanecer, eran las siete de la mañana, cuando el avión aterrizó, estaba exhausta, no había podido dormir en todo el vuelo que duro cinco horas hasta Ivalo.
Bajamos del avión cada uno con su maleta, los guardaespaldas se habían quedado en Italia, supongo que Alessio les daba unas razones muy convincentes a la hora de cambiar de ambiente.
Dos autos nos esperaban, de uno de ellos bajo Rachel, que se lanzó a Alessio, Del otro bajaron los Dos Caruso mayores, la amante de Nicolás y Dalia.
—Pero si es Rouses Alejandra, María, Elisabet, Cleopatra, Atenea y lo que sea que siga
—Hola Dalia, no sabía que estarías aquí
—Pues yo si e insistí en venir como verás, no estoy en condiciones —Señalo su vientre
—Si me di cuenta
—Nadie la invito
—Y a ti nadie te pidió opinión Bianco
—Yo doy mi opinión si se me da la gana, ninguna de las dos es nadie para decirme que hacer —Dalia me miro
—Por favor, has el favor de cerrarle la boca
—Si me toca, Nicolás las matará —Mire al aludido, disfrutaba del espectáculo
—Él no es capas de matar ni a una mosca por alguien, no esperes tanto linda, necesito dormir —Su semblante cambio —¿Nos vamos o nos vamos a quedar todo el jodido día aquí?
—Se nota que te alegras de verme
—Mi mayor deseo es dejar de ver tu horrible cara
—¿De aquí a Donde iras?
—Me voy a Canadá, así que acabemos con esto
—Ten más respeto, es el futuro rey
—Y tú cierra la boca a menos que quieras quedarte sin lengua, hay niveles ubícate —Le reemprendió Dalia —Controla a la perra Nicolás
—Ya, suban al auto
—No pienso viajar con la familia Adams en el auto —Me miro
—¿Quieres viajar con ellos? Perfecto
Subió al auto, y mire al otro auto y suspire, antes del retractarme el auto arranco, y solo quedo el otro, al que Esteban y Maritza subieron, me puse las gafas de sol y subí.
A Rachel no le gusto la idea, pero le tenia miedo a Nicolás, así que se calló. Y es así como todos permanecimos el resto del viaje o al menos lo intentamos.
—¿Como esta Zayden? ¿Siguen en Inglaterra?
—Si —Respondí
—¿Hasta cuando se quedará ahí?
—Unos días, tiene asuntos que tender, y su familia vive ahí, entonces
—¿Has logrado controlar a Regina?
—No, sigue loca
—Está muy enojada, no eres su persona favorita
—¿Cómo sabes eso? —Le pregunto Maritza
—Porque Rachel era la mejor amiga de Regina, y ahora está con su ex prometido, pero vaya amiga
—Vaya idiota eres tu Esteban
—La verdad duele y es príncipe para ti, no olvides los títulos, su majestad Rouses Alessandretti, su alteza, al menos que te digamos que no
—¿Te crees superior por tener un puto título?
—No me creo soy —Mire a Esteban
—Ya es suficiente, me pudro de sueño ¿A Dónde vamos?
—Al hotel, Tomás y Elara se quedaron —Asentí —¿Y tú te crees superior?
—¿Por tener un título? —Asintió —Me criaron para que pensara que Dios me había elegido con el propósito de guiar a un país, ya es como le vea
—¿Cómo le vea?
—Sí, diría que nadie debería compararse, cada ser humano es único, pero si —Esteban sonrió
—Dicen que iras al partido que jugara Italia con Inglaterra en el mundial
—Obvio, deben jugar bien o perderán la cabeza
—¿Te gusta el futbol?
—Sí, pasión pura, sabia ver los partidos de mis equipos favoritos en casa, era sagrado para mí, Camila y Lucia me dejaban pintarme el rostro y santa sobre los sillones
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Editado: 23.05.2023