Para el año nuevo, mis padres volaron a escocia, con seguridad extra, Zayden partió con su familia a Londres, así que solo se quedaron los Caruso. Máximo estaba feliz de poder tener a Erick para jugar, y también a los hijos de Nicolás, aunque ellos no jugaban mucho, eran muy retraídos.
—La relación entre Alessio y Erick va mejorando —Mire a Nicolás
Alessio jugaba con Máximo y Erick a la pelota, apetición de Máximo, quien parecía estar creando un vínculo con él; Erick patio la pelota y se cruzó de brazos enojado, y camino hasta mí, lo mire se parecía mucho a su padre, lo que me hizo sonreí.
—¿Por qué estás enojado? Pequeño Alessio —Le pregunto su tío
—No quieres jugar con ellos —Estaba Celoso
—Erick —Lo tomé en brazos —Tu padre siempre será tu padre y te quiere mucho, porque no vas y lo abrazas y le dices lo mucho que lo amas —Lo miró, seguía jugando con Máximo, que se reía de algo que le decía
Lo bajé y corrió con sus piernas chiquitas y gorditas hasta Alessio, que lo regreso a ver cuando le grito, lo tomo en brazos, mientras Máximo los miraba, él me miro y sonrió. Cuando bajo a Erick, Máximo le paso la pelota y siguieron jugando.
—Al fin, esos dos tienen el carácter muy parecido
—¿A que si?
—¿Entonces?
—Ahora no, Nicolás, quiero pasar mis fiestas en paz, y si insiste te pondré este plato de corbata
—Vale cariño, no te alteres, pero a diferencia de mí a Alessio no le gustará que estés ahora y mañana no
—¿Qué pasa? —Mire a Alessio
—Estaba comentándole a Rouses, el lindo baile que hizo con su amigo el día de navidad, después de la conmoción —Rodé los ojos —¿Qué canción era?
—Snowman —Hablo Alessio con hastío, no le había gustado, yo volví a rodar los ojos
—Solo fue un baile, no me bese con él
—Por poco —Menciono Alessio sentándose a mi lado, pensando su brazo por mis hombros
—Qué celoso eres —Lo miré
—Yo no soy celoso, soy precavido
—Sí, claro
—tío Nicolás, ¿Pueden jugar con nosotros, mis primos? Por favor
—No sé si quieran, pero puedes intentar
—Gracias
—¿Qué vamos a hacer mañana?
—No lo sé, mi abuela tiene ideas locas, supongo que tiene algo planeado
—El último día del año, ha sido un año muy movido, regresaste a la vida, este idiota casi se casa, tú casi te casas, me pregunto, habrá algo más antes de terminar, ¿Se van a casar? ¿A caso ya lo hicieron?
—Cállate Nicolás
—¿Cómo lo soportas? Es un gruño sin remedio
—Es que no lo conoces bien
—No creo que no
Mi abuela informó, los planes para el día siguiente, yo subí a la recámara a enviar algunos correos, el trabajo no terminaba nunca.
Tenia la computadora en las piernas cuando Alessio entro, estaba al teléfono, sacó su computadora y se sentó al otro lado de la cama, hablaba con alguien en inglés, sabía que lo había aprendido, pero escucharlo era.
Termine segundos después de que cortara la llamada, pero aún seguía en el computador, me acerque por detrás de él, pasando mis brazos por su cuello, se tensó, y bese su mejilla, hoy no se había hecho la barba, hacía que tenia una pequeña capa.
—¿Ya acabas?
—Mmmm…
Comencé a besarle el cuello, mientras escribía, me miro serio.
—¿Te has molestado? —Negó
—Me estás tentando Alessandretti, te aprovechas de que mis manos están ocupadas —Sonreí —Solo espera a que termine y verás
—Te espero Caruso
Seguí torturándolo, besándolo, que no me di cuenta hasta que sentí sus manos sobre mis muslos, llevaba solo un pequeño short, así que el contacto de sus manos calientes con mi piel fría me sobresalto.
—Bien Alessandretti, a que estás jugando
—No estoy jugando, solo te mimo —Sonrió
Me paso frente a él, no deje de sonreír porque sabía que me dejaría y se iría, tenia miedo de asustarme, pero no me asustaba él, me asustaba el hecho de la experiencia que el tenia.
—Mmmm…, no creo que a tu abuela le guste saber que hemos estado llegando a tercera base en estos días —Lo mire sonrojada —Aún sigues sonrojándote
—No me molestes —Sonrió —Vale ya no te molesto —Se rio
—No te enojes
Beso, mi mejilla, pero no dije nada, lo volvió hacer, pero esta vez repartió besos por mi cara, haciéndome reír, cuando sus besos se detuvieron, comenzó a besarme lentamente los labios.
—Y aquí es cuando me haces perder la cordura —Me reí —Eres una tentación
—Oye si soy un pan de cielo
—Un dolor de culo es lo que eres
—Tonto
—Amas a este tonto
—Desgraciadamente
Lo besé, como él usualmente lo hacía, sentí sus manos bagar por mi cuerpo, le quite la camiseta y quedo desnudo de la cintura para arriba.
—Estás muy vestida ¿No, Alessandretti?
—Entonces has algo al respecto Caruso
Alessio me quito la blusa que llevaba, quede en brasier, para luego deshacerse de mis shorts, quedando en ropa interior, al principio me daba vergüenza, ahora no mucho, pero aún seguía sonrojándome.
Sus besos descendieron por mi cuello, hasta por medio de mis pechos, bajando por mi vientre, deteniéndose al filo de mis bragas.
—Esto estorba, ¿No crees?
Se deshizo de la parte de arriba de mi ropa interior, para estimular mis pechos, el aún tenia puesto la pare de abajo de su ropa.
#17962 en Otros
#2930 en Acción
#28374 en Novela romántica
mafia italiana y amor, mafia erotica amor secuestro, mafia italiana embarazo
Editado: 23.05.2023