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Me incorporé despacio, me toqué la frente, estaba sangrando, no veía nada, había mucho humo, me comencé a desesperar.

—¡Zayden! ¡Maritza! Respondan por favor 

—Hola pequeño cisne —Mi cuerpo se paralizó —tenemos algo pendiente

Alessio

Termine mi última junta, podría ir a ver a Rouses en Londres, había hecho un millón de cosas para ir a verla, algo no se sentía bien, tocaron la puerta.

—Señor la reina madre 

—Ya niña, déjame, él sabía que vendría 

—Señora

—Gracias Rita

—Es una linda oficina, señor Caruso

—Si ¿A qué debo el honor?

—Vine hablar de Rouses, el compromiso y la boda

—¿Qué pasa con Rouses?

—¿Ya fue a la cita médica?

—¿Por qué no le pregunta a ella?

—¿Crees que no sé que he sido un monstruo con ella? No puedo acercarme cuando no sé cómo hacerlo Alessio, la he lastimado más que nadie en este mundo

—Si ya fue —Asintió 

—He invitado a todos los de la lista, pero noté que tu padre no estaba en ella

—No tiene por qué estar 

—Entiendo, me parecería que regresara al castillo a vivir, considero que ir de un lado a otro no estaría bien, más por la seguridad y privacidad. Rouses no puede irse del castillo, espero que entienda que mi nieta no es como las demás chicas.

—Lo sé, y sé que conlleva salir con ella 

—¿Irá a verla a Londres?

—Ese es mi plan

—Me sorprende que no le haya prohibido verse con el señor Windsor

No me agradaba la idea que estuviera todo el tiempo con él, pero era su amigo, y morirá pronto, no podía alejarla de él, así como así. Hasta a mí me comenzaba agradar el sujeto, no podría pensar que moria tan prematuramente.

—Es su amigo, no tengo nada, encontrar de él

Tocaron la puerta y se abrió sin esperar respuesta, Rita entro con un arma en la cabeza y dos hombres.

—No se levanten o se mueren —Mire a la reina y ella a mí

—¿Qué quieren? ¿Quiénes son? —Hable primero

—Encontramos a tu linda princesita muy sola Caruso —Mi cuerpo tembló —Esto será simple, mi jefe tiene a tu mujer Caruso, la única forma de salvar la será diciendo lo que le ocultan

—¿De qué hablan? —Dijo la reina —No se les ocurra tocar a mi nieta

Uno de ellos se acercó y puso algo debajo de los asientos. Volvió alejarse.

—Mi jefe sabe que ustedes le ocultan algo, deben decirlo, o ella morirá, mi jefe está justo con ella en este momento

—No se les ocurra hacerle daño o lo pagarán muy caro, malditos

—El tiempo corre —Sacaron un reloj —Cuando el tiempo acabe, ella morirá si no lo dicen

Mire a la reina, y el reloj, el tiempo corría a velocidad.

—Le ocultado las cartas que sus padres le dejaron, también le oculte las cartas y mensajes que usted le mando —La mire —Ella debía ser fuerte

—No le e dicho algo de mi pasado… —Dije

—Muy tarde, el tiempo se terminó

—¡Hicimos lo que pediste!

—Ahora nos iremos, si se levantan de la silla, morirán, buena suerte

Botaron a Rita y salieron de la oficina, Rita se incorporó.

—¡No te muevas! —grite —Ve y llama a la policía informales que hay dos bombas activas y que es urgente que vengan, apresúrate 

—Rouses, debemos llamarla y comprobar que esté bien 

—No podemos hacer mucho, no hasta salir de aquí

—Señor Caruso debe cuidar de mi nieta a toda costa —La miré —Hace dos meses llegaron amenazas para Rouses que oculte, ella no estaba bien y yo solo las descarte, pero en esa amenaza venían fotos de ella en la universidad, y de ella cuando aún no recuperaba la memoria aquí en Roma

—¿Por qué no me lo dijo?

—Porque supuse que debía ser un loco que no importaría

—¿Qué más?

—No hay más

—Señor, los de explosivos vendrán pronto 

—Bien, no entres y has que evacuen el edificio

—Enseguida

—¿Por qué las oculto?

—No quería pensar en ello, ni verlo, no quería imaginar el hecho que volvía estar en peligro

Los de explosivos llegaron, se acercaron nosotros y revisaron, después de un rato, nos miraron y se sacaron los cascos que llevaban.

—El que hizo esto sabe muy bien lo que hace, es un experto, pero no son de verdad, le falta el detonador, solo fue un engaño

—Necesito que me prepares un vuelo Rita a Londres, lo más rápido que puedas

—Tranquila señora ya paso

—Señor —Mike entro y me miro —Temo infórmale que la Reina, sufrió de un atentado, en este momento la están llevando al hospital

—¿Cómo?

—Al parecer el piso del edificio en el que estaban exploto, hay muchos heridos, entre ellos su alteza real