Alessio
Habíamos llegado tarde a Roma, habíamos pasado tres semanas fuera, todo parecía anormal cuando llegamos.
—¿Se divirtieron?
—Mucho ¿Como estuvo aquí?
—No hubo muchos cambios, los niños se portaron bien, todo bien
—¿A donde fueron?
—A Australia
—¿Australia? Pensé que no regresarías a ese país jamás —Mire a Nicolás —O tal vez escuche mal
—Estuvimos en Alaska y volvimos
—¿La comida qué tal?
—Rica
—Mamá, no sé cómo hacer esto me explicas —Rouses me miro
—Los veo después
—Hablaré algo con Nicolás y subiré —Asintió y se fue con Erick
—¿La pasaron bien? —Fulmine a Nicolás con la mirada —¿Qué? Solo da curiosidad, capas y se quedaron en la habitación todo el tiempo
—¿Y eso a ti qué?
—Bien en el informe del mundo oscuro, bueno nada del otro mundo. Nicolás no congenia bien con su futura esposa, y ella no habla tampoco, solo con los niños.
—Yo tampoco hablaría con el si me forzaran a casarme —Hable —No parece que tenga algo que decir
—Oye es gratificante hablar conmigo, a muchos les gusta
—Hasta que te pones paranoico
—Tomás tendrá una hija —Mire a Tomás. Estaba muy callado
—Felicidades
—No está feliz —Mire a Gia —Quería un niño, ya sebes lo que dicen
—Debería preocuparte que esté sano. Ella y la madre. ¿Algún día la conoceremos?
—No
—Bien
—Lo menos lindo, han sido las amenazas —Mire a Nicolás —Nada del otro mundo. Es normal que amenacen a nuestros hijos, al ser parte de la familia y herederos es peor. Será peor contigo si tienes un hijo con Rouses.
—Nadie pondrá una mano encima a mi familia, eso seguro
—Mi padre dijo que Rouses es muy joven para ser madre, pueden esperar unos cinco años más, sería más óptimo. Cree que aún es un poco impulsiva y caprichosa
—Lo caprichosa es porque es una princesa, y lo impulsiva no es la edad es parte de ella. Pensé que querían con ansias un descendiente y ahora no.
—El mundo oscuro está aterrado Alessio, aterrado de lo que pueda resultar de su unión. Saben quien es ella, y eso les asusta más.
—Bueno mi descendiente llegará cuando tenga que llegar. Podrá ser mi primer hijo como el último, no me importa.
—¿Planeas tener más de uno? —Mire a Tomás
—No lo sé, el tiempo dirá. Y a mí lo único que me importara será que vengan sanos.
—No me juzgues Alessio.
—No lo hago
Rouses dormía placidamente a mi lado, hoy iríamos al médico, ella estaba ansiosa y yo estaba asustado. Tenia miedo de aquel ser que ahora crecía en su vientre y lo que le podrían hacer a él y su madre. Sabía lo que conllevaba el hecho de traer un hijo de nuestra unión más de uno se opondría y no querían que vieran la luz. Yo los protegería, daría mi vida por ellos. Lo cuidaría como hice con Erick y como hago con Máximo.
Pose mi mano sobre el vientre plano de Rouses, ella se movió un poco, me acerque más y deposite un pequeño beso. Lo que no quería ahora es perderlo, nos partiría el corazón a los dos.
Se vistió muy nerviosa, antes de salir la tomé de la mano.
—Tranquila, tomaremos esto con calma
—Si
—Rouses, creo que lo mejor no será decir nada por ahora del bebe —Me miro —No es lo que piensas solo que, el hecho de que lo tengas en el vientre es una amenaza para todos ahí afuera, hasta para mis hermanos.
—Ellos no le harían nada
—Eso no lo sé, y no quiero correr riesgos —Me miro
—¿Lo dices por Tomás?
—Sí, no me gusta su actitud
—Está bien, no diremos nada, ni yo aún me lo creo
—Vamos
Llegamos al consultorio médico, la doctora de Rouses no recibió, junto a otra doctora.
—Ella es la Doctora Patricia Castro, le transferido tu caso, está mucho mejor capacitada que yo y los ayudara
—Un placer sus altezas, yo junto a la doctora Gerald llevaremos el caso
—Okay
Pasamos hasta el consultorio, donde le hicieron varias preguntas a Rouses, escuche cada cosa, mire el lugar y los cuadros en las paredes, esa señora tenia más títulos que yo. Se veía joven.
—Podemos deducir que tienes entre tres a cuatro semanas de embarazo, tendremos que monitorear el embarazo por los precedentes existentes, la mayoría de doctores diría que existe una semana en la que estaremos seguros, pero no es así. No es por alarmarte, te haremos unos estudios y veremos tu evolución. Si haces lo que te digo todo saldrá bien y tendrás a tu bebito en brazos en nueve meses.
—Es lo que más quiero
—Bien
Le recetaron un sin fin de pastillas y cosas, dieta, ejercicio. Joder esa mujer hasta nos dio un consejo para la actividad sexual. Salimos del consultorio, y tendríamos que regresar en dos semanas hasta que el tiempo en el que Rouses podría perder al bebe pasara.
Seguimos normal con nuestras vidas, nadie sabía del embarazo, a Rouses le costo un poco, pasaba cansada todo el tiempo y las náuseas aumentaban. Eso fue encubierto por una intoxicación estomacal, pero sabía que no podría ser así siempre en algún momento se le notaria y deberíamos decirles.
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Editado: 23.05.2023