La campana sonaba marcando el inicio de la primera hora de clases, me encontraba en un dilema muy grande, porque a Axel se le ocurrió la gran idea de faltar a la primera hora para poder hablar conmigo y aclarar ciertas cosas que eran necesario para nosotros de ahora en adelante.
–¡O-oye! ¡¿A dónde crees que me llevas?! – Dije con nerviosismo.
–A cualquier lugar donde no haya nadie, necesitamos hablar seriamente sobre nuestra situación.
–“¡¡ESTA TOMANDO MI MANO!!, ¡¡Y ESTA LLEVANDO MI MOCHILA!!” – Fue lo que pensé estando con las mejillas rojas sin poder creer que esto esté pasando –“¡ESTO ES UN SUEÑO HECHO REALIDAD!” – Grité entre mí.
Esta situación hacía que me imaginara cosas que probablemente nunca vallan a pasar, como estar junto a él en un altar con vestido blanco y el de traje negro, ambos felices mirándonos fijamente declarando nuestro eterno amor a los 4 vientos, sin embargo, todo se acabó cuando sentí que mi mochila cayó en mis pies y mi mano fue soltada para inmediatamente sentir chasquidos de dedos cerca de mi rostro.
–Oyeeee… ¿Estás ahí? – Chasquea –Planeta Aylen, por favor establezca conexión, volvamos a la tierra maldita sea– Dijo con un tono de molestia.
–¿Eh? – Lo observo –¡¡¿Eeeeeehhhhh?!!… ¡¿Qué pasa?! – Sonreí mirándolo tontamente para luego bajar mi cabeza y observar mi mochila.
–Parece que has vuelto, bien... vuelvo a repetir por que seguro estabas perdida en tus pensamientos– Observa fijamente –Como de seguro ya te has de haber enterado por las noticias “somos una pareja” – Hizo comillas con sus dedos –Así que, debido a la situación, lo único que queda es fingir hasta que nosotros dos hagamos un rompimiento público, solo así recuperamos nuestras vidas, podre volver a mis prácticas y tu …
Interrumpí con un tono triste.
–Yo…– Me quede mirando mis pies pensando en las palabras de mis padres –“Estudiar y trabajar” – Interrumpieron mis pensamientos nuevamente.
–Como sea, no me interesa, el punto es fingir toda esta farsa hasta encontrar el momento idóneo de terminar.
–¿Y que gano yo fingiendo todo esto?, ¿Por qué no dices que todo es falso?, eso solucionaría el problema – Dije mientras me acercaba a su rostro.
–Tu no lo entiendes– Dijo acercándose más con una expresión molesta.
–¡¿AH SÍ?! ¡ENTONCES EXPLICAME LO QUE NO ENTIENDO!
Se aleja de mi rostro para acto seguido soltar un largo suspiro.
–No supiera explicártelo, solamente…haz lo que te pido– Traga saliva –Por favor… a cambio te prometo enseñar a patinar.
–¡¿En serio?! Espera… me dijiste que no ayer– Me aparto un poco rápidamente –¡SOLO VIENES A CHANTAJEARME! – Dije señalándole con el dedo.
–¡¿En serio no te puedes callar un poco?! – Se limpia los oídos –Me estresa tu voz, solo dime si aceptas o no.
–Hmmmmmmm– Me quede pensando –Aceptaré porque me gusta la idea de que me enseñes a patinar– Dije con una sonrisa en el rostro –Gracias por darme esa oportunidad de aprender contigo.
Interrumpe poniéndome la mano en la boca.
–Ni se te ocurra volver a darme las gracias, al menos no hasta que se acabe este infierno que acaban de inventar los medios de comunicación– Se acerca lentamente al rostro de Aylén –Espero que cooperes en todo lo que digo ¿oíste? – Dijo con un tono amenazador.
Mientras que yo solo asentí rápidamente.
–Bien…– Dijo mientras la soltaba quedándose unos segundos en silencio.
–Jump… y ahora te quedas callado– Suspiré –Sabes que nos acabamos de saltar las clases ¿Verdad? – Mencioné mientras le tocaba el pecho con uno de mis dedos.
–No me toques con tus sucias manos– Dijo apartándose.
–Uy que delicado, ¿Te lastimé?, perdóname no debí hacer eso, lo siento tanto– Dije con un tono de burla.
–Aaaaahhhh ¡¡Ya cállate!! – Se dio media vuelta para irse –Eres muy molesta.
–¡Espera!, solo bromeaba no me dejes sola en este lugar– Tomé mi mochila del suelo y corrí hacia él –No dejes a tu linda y maravillosa “novia” sola– Comencé a reírme, pero por dentro estaba muy confundida y algo avergonzada de mis palaras.
–Agh… suenas tan repugnante.
Nos salimos del lugar donde estábamos escondidos para caminar normalmente por el inmenso patio del colegio, se sentía extraño haberse saltado la primera hora de clases ya que, literalmente no había nadie por los alrededores, solo nosotros dos. Al cabo de una pequeña caminata, Axel decide sentarse en uno de los bancos del colegio diciendo que iba a esperar que sea la hora del almuerzo.
–¿No vamos a entrar a las demás horas?
–¿Lo ves necesario?
–Realmente no ya que, en sí, siempre termino aprobando mis materias estudie o no.
–Tú lo has dicho, por eso mejor esperemos aquí a que sea la hora de almorzar– Coloca su mano en un lado del asiento –Ven, siéntate…
–¿Eh?
–¿No pensaras estar todo el tiempo ahí de pie o sí?
Me senté un tanto confundida por su extraño comportamiento, además de que no me permitía hablar mucho, me sentía algo extraña, pero aun así, en un momento a otro observé como se me acercaba lentamente con una mirada seria, nuestros ojos se veían fijamente sin siquiera pestañar, el corazón se me estaba acelerando y lo peor de todo es que se acercaba todavía más, me preguntaba si acaso… “¿nos íbamos a besar?”, no se si acaso lo deseaba, pero fue un pensamiento que no paraba de aparecer en mi cabeza, era demasiado, incluso para mí.
–¿Axel?... ¿Qué estás haciendo?... yo… yo no– Observaba constantemente sus labios y sus ojos hasta que me di cuenta que sus mejillas estaban algo rojas.
–Aylen, hay un paparazzi viéndonos, solo quédate quieta– Se acerca aún más –Lo siento, pero… debo hacerlo.
Tomó mis mejillas suavemente, sentía su respiración, el olor de su cabello, incluso ya podía sentir el sabor de sus labios.
– “S-S-S-SI ESTA POR BESARME, ¡¡AXEL MYRES ESTA POR BESARME!!” – Fue lo que pensé.
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Editado: 23.07.2022