Viendo lo mejor de Aylen

Luego de llorar como toda una niña pequeña en la cama de mis padres, el sueño se apoderaba de mí y la vergüenza hacia mi persona puesto que, ya no soy una niña que se pierde en el supermercado, pero aun así estoy actuando como una, mientras tanto, me quedé boca arriba viendo el tejado con la carta en mi pecho quedándome profundamente dormida.

–¿Uh? ¿Dónde estoy?

–Aylén.

–¿Axel?

–Aylen... debo decirte algo muy importante– Le toma de la mano –Realmente te eh amado desde el primer día en que te vi... solo que no sabía cómo decírtelo y me comporto como un idiota –Dijo Axel tomando las caderas de Aylen y con su otra mano el mentón.

–“Axel es tan cariñoso y carismático conmigo, es todo un sueño hecho realidad” – Fue lo que pensé.

En ese momento escuche mi teléfono vibrar y el volumen a tope diciendo “MA-YO-SA, ELLA ME BATE COMO HACIENDO MAYONESA, TODO LO QUE HABÍA TOMADO SE ME SUBIÓ PRONTO A LA CABEZA”. Realmente era un puto sueño todo lo que había pasado, no podía creer que realmente haya soñado algo así, y para colmo me sonroje aún más al ver que estaba besando la almohada como una niñita enamorada.

–¿Qué demonios estoy haciendo? – Coloqué mis manos en las mejillas –¿Por qué estoy soñando con él?, ¿Realmente me gusta? – Me quedé pensativa –No, no, no… solo estamos en una relación falsa por ahora, no tengo porque sentirme atraída… todo es falso…. o es que acaso…– Coloqué mis dos manos entre medio de mis pechos –¿Acaso no quiero que esto sea una mentira?

Me sentía confundida con mis sentimientos, pero ya no quería seguir pensando en ello. Mire la hora y me di cuenta que eran las mismas 3 de la tarde, lo que hizo que inmediatamente me levantara de la cama.

–¡¡¡¿¿LAS 3 DE LA TARDE??!!! – Dije gritando con desesperación –Ay no, la escuela… Axel… quiero decir…. ¡¡AAAHHHH!!, maldición Aylen deja de pensar en él– Dije hablando conmigo misma y dándome golpecitos en mis mejillas.

Luego de respirar profundamente conseguí calmarme, procese bien mis pensamientos y en resumen, ya no tenía como hacer nada, yo entro a clases casi a las 2 de la tarde, por más que me apresure ya lo perdí, así que me levante de la cama y baje rápidamente las escaleras dirigiéndome hacia la cocina puesto que el estómago me rugía demasiado, tenía mucha hambre.

Revisando mi refrigerador, encontré una caja de cereal encima de este, mis ojos se pusieron como estrellitas de navidad al verlas, ya que al menos este cereal era sumamente rico. Agarré un poco de leche junto a un plato de la cocina, mientras colocaba la leche en el plato, me entro una duda existencial ¿Qué va primero?, ¿La leche o el cereal?, sea como sea, primero va el cereal, menuda gente rara que pone primero la leche.

–Buen...apetit – Dije introduciendo la cuchara en el cereal sintiéndome orgullosa de mi creación –Esto es lo mejor de vivir sola.

Mientras comía mi cereal, una bolita de este mismo cayó en mi uniforme, ahí fue cuando me di cuenta que el uniforme no me lo había quitado y, además, estaba super sucio, para variar, el recuerdo de Axel quejándose de mi vestimenta vino a mi mente, haciéndome que me sienta avergonzada por llevar las ropas así.

–Bueno... como que va siendo hora de que lavé mi ropa, hay que aprovechar el hecho de que no fui a clases– Seguí mirando mi uniforme –En fin...

Terminé de comer mi cereal y lo dejé en el fregadero para lavarlo más tarde. Me quité la ropa y me puse una más cómoda para poder lavar mi uniforme a mano debido a lo sucio que estaba, mientras que a la lavadora fui colocando el resto de la ropa sucia de la semana.

Preparé agua, jabón y el cepillo, pero teniendo en cuenta que era muy aburrido decidí ponerme un poco de música a todo volumen e ignorar los mensajes que tenía. Pasaron los minutos, unos 15 minutos como máximo.

–Quedo como nuevo– Dije con emoción –Quedo como recién comprado, hehehe, sí que tengo manos mágicas.

Sali del lugar donde estaba lavando mi uniforme, para escurrirlo y colgarlo afuera en el sol. El día estaba hermoso, nunca me había puesto a presenciarlo de esta manera por estar en el cuarto encerrada, y en las clases con todos esos estudiantes y las ventanas rejadas, sinceramente no se podía apreciar de la misma manera que lo veo ahora mismo.

–Esto me hace poner sentimental– Respiré el aire fresco un momento y acto seguido entre a mi hermosa casa– Limpiare la casa esta echo un desastre.

Me pasé toda la tarde limpiando la casa de arriba abajo, diría que se despertó mi lado materno que quiere ver su casa limpia para las visitas, aunque nadie venga a mi casa, daba igual, no quería sentirme como una vagabunda.

–La casa quedo tan brillante como en las caricaturas que salen estrellitas– Dije guardando los artículos de limpieza en un armario que teníamos en casa.

Había terminado todo y solo quería echarme en el sillón y dormir una larga siesta, pero vi que estaba llena de polvo y húmeda por lavar la ropa a mano, no podía quedarme así, volvería a ensuciar las cosas y paso de estar limpiando nuevamente. Me dirigí al baño para poder tomarme mi respectiva ducha. No lleve la ropa al baño, solo lleve la toalla ya que

después de todo vivo sola, podría vestirme luego en mi cuarto a placer, por ende, entre en la ducha y a su vez puse una de mis músicas favoritas.

–”LA CURACHA, LA CUCHARACHA YA NO PUEDE CAMINAR POR QUE LE FALTA O QUE NO TIENE LAS DOS PATITAS DE ATRAS” – Tartamudee con el bote de shampoo en mi mano.

El agua recorriendo cada rincón de mi cuerpo se sentía increíble, refrescante, incluso me hacían sentir sensual. Luego de unos minutos bañándome, se apagó mi celular ya que se volvió a quedar sin batería, era realmente una pena, pero no podía hacer nada al respecto, así que solo terminé de sacarme el jabón y procedí a salir con la toalla puesta. En el momento que abrí la puerta del baño escuche unos pasos raros, alguien había entrado a mi casa, retrocedí un poco y asustada, agarre lo primero que vi, lo cual fue el bote de shampoo, Sali armada y peligrosa, aunque con mucho miedo de por medio, fui lentamente acercándome hasta que llegue a la sala.