En la mansión Hyuga, Hanabi se disponía a limpiar su bolso, cuando lo vacío un sobre blanco se dejó ver, —¿Que es esto?, parece una carta... Mmm... Veamos—
—¡Hanabi!— Era la voz de su padre que la interrumpió justo cuando estaba por abrir el sobre, —¡Ven aquí!— Su hija menor rodó los ojos hacia arriba pero obedeció ya tendría tiempo de ver ese sobre después, así que rápidamente regreso todo a la bolsa y ante dio el llamado de su progenitor.
—¿Que se le ofrece padre?—
—Me enteré de que fuiste a ver a Yahiko, ¿Es verdad?— Ella bajó la mirada y asintió en respuesta, —Escuchame, has desobedecido la orden de no interferir en ese asunto—
—Padre, pero el lo tomó bien y...—
—Eso no importa, te dije que no lo hicieras—
—Padre, discúlpeme...—
—Prepara tus cosas, está noche tu y yo partiremos a un retiro de un año—
—Pero padre...—
—Es mi última palabra, no permitiré que dañes a tu propia hermana y mucho menos al clan, debes aprender mucho sobre lealtad—
—Si padre— Terminó por aceptar, de todas formas no tenía opción.
—Ahora retirate—
⚫⚫⚫
Pasó un mes desde que Hiashi y Hanabi partero de la aldea, Hinata iba cada 3 días a la mansión para verificar que todo estuviera todo en orden, —Mi amor parece que todo está bien por aquí, vamos a casa— Por alguna razón a Kakashi no le agradaba permanecer tanto tiempo en la mansión Hyuga, decía que se sentía observado, —¡Hinata, ya vámonos!— El lado infantil del peliplateado se hacía presente, —Además siento náuseas—
—Kakashi, te estas quejando demasiado hoy— lo abrazó con ternura, —Voy por mi bolso y nos
vamos—
—Yo te lo traigo, ¿Donde esta?—
—La dejé en la habitación de Hanabi sobre el peinador— El hombre ansioso por salir de la casa se apresuró, cuando llegó encontró dos bolsos exactamente iguales en el peinador, —Ya estoy lista para irnos— Kakashi todavía no sabia cual era el bolso correcto, "Que complicadas son las mujeres" hizo un movimiento mal al girarse y los dos bolsos calleron, en un instante el piso estaba cubierto de cosas, (espejos, labiales, bolsitas más pequeñas, etc...) se desespero y volvió a poner todo dentro de las bolsas, sin importar le dé quien era cada cosa, ¡total!, ¿Que puede pasar? Son hermanas.
Luego de unos minutos peliplateado salió con la bolsa de su mujer, —Vámonos Hinata— Ambos partieron hasta su casa, el había decidido tomarse el día libre, así que tenían todo el día para estar juntos, —Antes debo ir al hospital Kakashi— dijo ella a mitad del camino, lo abrazó por el cuello y lo beso mientras se ponía de puntitas, —Ve a casa y en un momento estoy contigo, ¿si?—
—Esta bien, pero antes iré a casa de Gai , necesito contarle algo—
—Esta bien, nos vemos en la casa— Ella se iba a marchar pero el la detuvo y la volvió a abrazar,
—¿Que sucede?—
—Te amo tanto Hinata, tanto como nunca llegué a pensar que lo haría— A lo lejos un pelinaranja los observaba, "Es extraño, ¿a caso Hinata no ha leído la copia que le deje a Hanabi?" se preguntaba Yahiko desde lejos.
Minutos después Kakashi se apareció en la casa del pelinaranja, lo Gai había sido solo una excusa,
—Bien, ¿Que estas tramando Yahiko?—
El pelinaranja le sonrió hipócritamente, —Que sorpresa que el Hokage visite mi casa, adelante—
—No quiero pasar, solo dime que pretendes, ¿Porque me entregaste la carta y no se la diste a Hinata?— Desde hace un mes que le entrego la carta, algo dentro de el no estaba en paz, algo sucedía.
—Escucha Kakashi, no planeó nada solo acepté que ella te ama a ti y no a mi y pues... Soy buen perdedor—
—No te quiero cerca de ella—
—Hace un mes que no hablo con ella, deja de atormentarte Kakashi, si no tienes más que decir, entonces... Adios—
El peliplata caminó furioso hasta su casa donde se encontraría con su esposa, —Aún no llega— dijo en voz baja, luego decidió ir a tomar un baño relajante.
⚫⚫⚫
—Felicidades Hinata, tienes exactamente un mes de embarazo— Tsunade abrió los brazos y envolvió a la ojiperla que lloraba de la emoción, —Vas a ser mamá Hinata, ese idiota de Kakashi tiene mucha suerte—
—Estoy muy feliz, no... no puedo esperar para darle la noticia, debo irme—
—Recuerda que tienes que venir para llevar un control del embarazo y descartar cualquier anomalía—
—Si, gracias— la ojiperla salió casi corriendo del hospital, no podía esperar para llegar a casa y darle la noticia a su esposo,—¡Voy a tener un hijo de Kakashi! Me siento tan felíz—
Al llegar a la casa arrojó el bolso sobre el sofá y subió hasta la habitación donde encontró al peliplateado dormido, se acercó y acarició los mechones rebeldes de su cabeza, —Yo también te amo mi amor, me has dado el mejor de los
regalos— dijo en voz baja para no despertarlo, decidió bajar y preparar na comida especial y para su sorpresa encontró a Pakkun revolviendo todo lo de su bolso, —¡Pakkun! Pero que...—
—Lo siento princesa, soy un perro y tengo instintos, no lo pude evitar—
—Jaja, esta bien, no puedo enojarme contigo— Lo tomó entre sus brazos, —Te voy a contar algo—
—Ya lo sé, dentro de ti llevas el crió de Kakashi—
—¿Como lo sabes?—
—Los perros sabemos de esas cosas—
—No le digas aún, quiero que sea especial—
—Esta bien princesa, pero eso te costará mucha comida—
—Trato hecho— Ella tomó su pata como sello del acuerdo, después de un rato Pakkun se marchó y Hinata se dispuso a recoger el desastre que hizo
en su bolso, —¿Un sobre?— Lo miraba con extrañeza, —¿Como llegó aquí?— De inmediato por su mente pasó que se podía tratar de alguna sorpresa de su esposo, —Que extraño, vamos a leerlo bebe, al cabo no tiene remitente ni nada— decidió salir al jardín y tomó lugar junto a la sombra de un árbol, llevó con ella también una taza de té.
Editado: 21.01.2021