Estas heridas parecen no curarse jamás, el dolor es demasiado real y hay demasiadas cosas que el tiempo no puede simplemente borrar. El dolor de su ausencia espanta casi toda la cordura que hay en mí, cuando creo que estoy saliendo del letargo vuelvo a caer y más profundo. Estoy tan cansada de estar así que cuando un día creo sentirme bien es un respiro para mi alma herida, sé que nada los traerá de vuelta mis ángeles de luz, pero no sé cómo seguir en esta vida sin ustedes, se me hace casi imposible, pero sé que con certeza que estoy mejor que ayer porque ustedes me dan fuerzas para seguir. Los ame y amare por el resto de mi vida y nunca podría olvidarlos porque son parte de mí y aun cuando mi voz deje de escucharse y mi corazón deje de latir ustedes seguirán siendo lo más hermoso y puro y mi último pensamiento.