No sé si a ustedes les pasa, pero yo he escuchado mi corazón romperse. No hablo de un desengaño amoroso, me refiero a que hay veces en que muchos de nuestros seres queridos: familiares, amigos, padres, etc... nos dan una mala contesta, nos ignoran o simplemente nos evitan (a veces sin darse cuenta) y es en ese momento en el que una parte de nuestro corazón se rompe, se deshace como si de polvo se tratara. Son esos momentos en los que te rechazan un beso o te dicen una palabra fea, en el que las manos te comienzan a temblar y los ojos se te llenan de lágrimas y aunque las reprimas, tarde o temprano van a salir y a dejarte en evidencia, son momentos en los que se siente un nudo en la garganta y nace una sonrisa triste en nuestro rostro. Son esos momentos en los que ves una almohada y la abrazas, en los que añoras a esa persona que era tu lugar seguro, son esos momentos los que se quedan grabados en piel, memoria y alma y nos marchitan desde dentro.