La promesa

En la noche el siente el terminar del verano y el llegar del otoño, dentro de su mente recuerda y tiene la imagen fija en su objetivo y lo que lo guía para seguir adelante.

No todos sus recuerdos del verano fuero dulces, algunos amargos y otros agridulces, pero lo que vivo, experimento y aprendido lo han hecho lo que es hoy.

En esta noche que es alumbrada por una luna enorme en el cielo, le da la fuerza para seguir y anhelar, hoy dos pequeñas que aguardan su regreso y aquella promesa que cumplirá cuando llegue el amanecer.

Al momento en que llega el amanecer, él puede apreciar a dos seres tan pequeños y la falta de su gran amor que no lo podrá seguir acompañando, dado a que tuvo que irse a los cielos con los dioses que la llamaron.

Quedando solo la promesa que en unos cuantos veranos ellos también irían con ella, pero tendrían que esperar, pues sus retoños eran muy frágiles aún.

El desde el cielo despejado puede sentir la suave brisa que acaricia su rostro, sabiendo es la mano de su amada que lo saluda e invita a que siga adelante, próximamente se reunirán todos nuevamente.

Al pasar el tiempo las hojas caen una vez más anunciando la llega del ángel blanco, que cubría todo con una fina nieve.

Con la llegada del ángel blanco, el podrá saber noticias de su amada y podrá enviarle noticias de él y sus pequeñas, que anhelan ver pronto a su madre.

Una vez más se ve como empieza a llegar la primavera, que saluda con su majestuosa belleza y el abrir de las flores que le acompañan.

Ya han pasado varios veranos y por fin se acerca el último en que estarán acá, pronto se reunieran de nuevo y podrán abrazar al amor y la felicidad una vez más.

Con el avanzar de los años él y sus pequeñas están listos para ir al cielo y vivir la vida prometida con sus sueños cumplidos.

Es un momento de gozo y alegría, se siente en el aire y ahora están juntos por la eternidad.