CAPÍTULO 22

Me despierto, veo a Raúl dormido, lo miro de arriba a abajo y lo encuentro "muy contento", me siento sobre él y comienzo a besarle por toda la cara y cuello, se empieza a despertar. 

-Buenos días mi niña, ¿que haces encima?-Pregunta riendo 

-Pues al parecer...tu "amiguito" se ha despertado antes que tú-Digo riendo 

Se inclina un poco hacia delante apartándome de encima suya y se mira. 

-Pues es verdad-Dice volviéndose a tumbar-¿Me ayudas a bajarlo?-Dice con voz pervertida 

-Claro-Digo sentándome nuevamente sobre él mientras comienzo a quitarle la camiseta entre besos 

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-¡Buenos dias!-Saluda Andrea entrando a la habitación 

-Andrea sal, ¿no ves que estamos ocupados?-Dice Raúl ofuscado 

-Vale marimandón-Responde entre risa 

Andrea sale y le cuenta a los demás lo que a visto, después de eso todos entran amontonados a la habitación. Alex se lanza a la cama y se tumba entre nosotros, yo intento taparme lo máximo posible mientras que Raúl se pone la ropa interior bajo las mantas, cuando se la pone sale de la cama, me da mi ropa interior y una camiseta suya y él se pone un pantalón, me visto al igual que él entre las sábanas y salgo de la cama, dejamos sólo a Alex y Raúl le habla. 

-Que sepas que aún no hemos cambiado las sábanas-Dice de espaldas a Alex mientras nos muestra una sonrisa a los demás. 

Seguido del comentario de Raúl, Alex se levanta casi a la velocidad de la luz junto a una cutre imitación de arcadas. 

-Que asco, sois unos guarros-Dice con mala cara 

-Pues dejadnos intimidad y tiempo y la cambiamos, no es mi culpa que te tires en mi cama cuando no nos habéis dejado ni la oportunidad de vestirnos tranquilos 

Tras éste comentario, Raúl sale de la habitación y se va a la cocina, saca un cartón de zumo de la nevera y se echa un vaso-¿Alguien quiere?-Pregunta levantando el cartón 

Todos se sirven un vaso excepto yo, que me sirvo un vaso de leche caliente. Después de desayunar nos vestimos y salimos para ir a comprar recuerdos de este viaje. En una de las tiendas vemos unas pulseras con la bandera Brasileña y nos la compramos todos cómo símbolo de amistad entre todos nosotros para recordar el momento en el que nos conocimos, seguimos pasando por tiendas y comprando ropa, recuerdos, figuritas, fotografías... además de hacernos miles de fotografías en cada lugar, subimos al santo, a la montaña "Pan de azúcar", vamos al puerto... Al rededor de las 15:30 terminamos todas las compras y vamos a casa a soltar las cosas y al darnos cuenta de que al haber comprado tanto no nos cabía todo en las maletas fuimos a comprar unas maletas nuevas, no sin antes parar en un buen restaurante para almorzar. 

-Yo quiero un buen chuletón bien grande, pero sólo para mi, quien quiera que se lo pida-Dice Alex advirtiéndonos 

Todos aceptamos y cada uno se pide su comida, al terminar Alex se queja de que su comida había sido muy poco, se pide un plato enorme de macarrones con queso y después de terminárselo nos propone pedir algo de postre. 

-¿De verdad sigues con hambre después de haberte comido todo lo que te has pedido?-Pregunta Maika incrédula-Menuda comparación, Samantha se ha pedido una ensalada y se ha dejado la mitad y tu después de todo eso sigues queriendo comer más...-Dice riendo 

-Es que no es mi culpa, es Samantha, que come muy poco-Dice alargando la letra "u" 

-Bueno da igual, pídete ya un postre y nos vamos para ir preparando las maletas que el último día sólo tenemos que disfrutar hasta que tengamos que ir al aeropuerto-Añade Raúl 

-Claro, el último día a disfrutar...-Dice Alejandro riéndose 

-Cállate ya Alejandro que sólo hablas para decir idioteces-Dice Raúl con agresividad 

Todos ignoran el momento y Alex para terminar se pide una tarta helada la cuál se come entera. Cuando pagamos vamos a casa a preparar las maletas y todo. Lo primero que preparo son 3 conjuntos para estos últimos días los cuales dejo a un lado, después preparo una mochila en la que meto lo más relevante y lo demás lo meto todo en las maletas. Esto nos ocupa toda la tarde por todo lo que hemos comprado hoy y cuando salimos todos de nuestras habitaciones intentamos nuevamente aunque ésta vez con ayuda de los Alemanes preparar un plato Alemán para cenar, ésta vez sale mejor puesto que Alex no lo escupe y cenamos eso. Cuando terminamos voy a ducharme y al entrar en mi habitación encuentro a Raúl dormido sin camiseta boca abajo en la cama, me acuesto a su lado abrazándolo y me voy quedando dormida lentamente.