HOLA, AMIGOS...Ha pasado un año desde que fallecieron mis alumnos MABEL y JOSE ARMANDO, he tenido un año muy complicado y difícil no solo por aquella tragedia, sino también, porque estuve sin trabajar en aquello que mas quiero SER MAESTRA, en mis largos 50 años he visto pasar por mi vida muchas inocentes almas formándose, creciendo algunas brillando con tanta intensidad como si fueran estrellas del firmamento, otros traviesos e inquietos como cometas y también he visto algunos muchos niños tan tiernos que parecen ángeles en la tierra, si muchos ángeles que han crecido y dejan la institución siendo ya personas que aportaran a la sociedad en muchas formas positivas, aún las consideradas manzanas podridas son necesarias para valorar todos el éxito de nuestros alumnos.
Cuanta Nostalgia me embarga en estos momentos, aún sigo en Tapay un lugar hermoso ubicado en la margen derecha del cañón del Colca, es un valle muy hermoso se divisa el río caudaloso en esta temporada, puedo ver por mi ventana el oasis formado en la margen izquierda y muchas veces me he transportado mágicamente a esa zona en sueños, he recorrido sus jardines, he disfrutado bañarme en su piscina y en retornado a mi habitación galopando en bellos caballos unas veces blancos y otras negros como la noche, la sensación siempre me ha dado mucha paz. Si, si queridos he tenido mucho tiempo para recuperarme, ahora me siento más vital, me siento como aquella niña que era amada y cuidada en el regazo de mi madre, si he nacido nuevamente en este mismo lugar, hoy empezó a llover temprano, puedo sentir el olor de la tierra húmeda, siento la brisa en mi rostro mientras una taza de café calienta mis manos; cuando de pronto suena mi celular ¡oh! sorpresa la llamada es del director del centro educativo,.. contesto la llamada y recibo la noticia sobre una oferta de trabajo para ocupar el cargo de tutora del aula del quinto año de secundaria, al instante dije que si aceptaba, en algún momento de mi vida antes de lo sucedido creo que hubiera preguntado las condiciones y el sueldo, pero ahora no fue así; estoy feliz, muy feliz de pronto siento el cálido sol en mi mejilla, había dejado de llover el clima era estupendo, deje la taza de café en mi mesita de noche y salí corriendo hacia el cerro porque? No lo sé, solo se que algo me decía que debía estar cerca, cerca al cielo aquel cielo azul que todos los días se puede ver en Tapay, estando ya en la cima pude ver el pueblo, el río y todas aquellas plantaciones de tuna en pleno florecimiento y aquellos arboles de palta; por un breve momento me sentí dueña del mundo, me sentía ser dueña de todo aquello que me rodeaba, estaba tan feliz que mi corazón latía intensamente; me recosté por un momento y quede profundamente dormida pasaron un par de horas y desperté llena de energía y con una paz en el alma, baje del cerro y me dirigía hacia mi habitación, allí empecé a empacar las clases habían iniciado y tenia que estar allí con mis niños, si mis niños aquellos pequeños a los cuales extraño tanto, porque? Porque son mi vida, no tuve hijos y siempre todo mi amor se los entregué aquellos pequeños que fueron parte de mi vida.
Aquí, en mi pequeño y gran paraíso llamado TAPAY conocí a una pequeña viajera, su nombre es JENSSY MEYLING ISABEL STERLING A. tiene 12 años, cursa el primero de secundaria como mis exalumnos nos conocimos en un restaurante del pueblo, me contó mucho de sus viajes por la GRAN Y ENORME AREQUIPA un país magnifico para ser conocido, hemos conversado mucho y eso me hizo añorar más mis días de maestra.
Ella es un poco tímida, no le gustan las fotos, pero la anime a tomarse unas cuantas, miren esta foto, la tome al lado del terminal de las combis de Tapay.
Ella es una gran guía y muy buena compañía, hemos charlado de la historia de Tapay hemos recorrido su iglesia, hemos caminado por senderos antiguos que llevan al pueblo antiguo de Tapay, hemos recorrido muchas quebradas y disfrutado el GEISER que esta en medio del gran río del Colca, algún día volveré a tomar una foto para que ustedes disfruten el paisaje.
Mi amiga, retorna también Arequipa, así que podremos seguir disfrutando muchos paisajes juntas.
Hoy partimos de Tapay a las tres de la mañana,
El trayecto es un poco largo sin embargo he disfrutado cada lugar, cada momento del viaje, voy al encuentro de aquello que tanto amo, mis alumnos y las clases que tanto añoro.
Pero es necesario disfrutar el viaje y por ello antes de regresar a la ciudad de Arequipa hice una parada en la zona denominada CRUZ DEL CÓNDOR, la cual se ubica en la margen izquierda del río Colca, allí junto a mi pequeña pero gran amiga, a quien ven en la foto.
Disfrute el vuelo de los CÓNDORES tan bellos y majestuosos en su vuelo, espero que algunos de ustedes puedan visitar este lugar, el paisaje es bello, pasando la cruz del Cóndor visitamos un momento los GEISER muy lindo lugar, disfrute el calor que irradia y aprecie un milagro de la naturaleza, si digo un milagro es porque en este lugar hay este pequeño GÉISER es impresionante.
Por fin en, mi Arequipa; si aquella ciudad blanca, blanca por sus construcciones a base de sillar, blanca por la nieve que cubre el majestuoso Misti. La foto de la izquierda es de la plaza de armas de la ciudad de Arequipa, allí se puede apreciar la pileta de agua con su Tuturutú y al fondo la iglesia construida a base de sillar. La foto de la derecha corresponde a los claustros de la compañía, tiene una hermosa arquitectura y el tallado en el sillar es magnífico. Como no sentirme orgullosa de mi país llamado AREQUIPA; HERMOSA no lo creen, visiten Arequipa y se darán cuenta que por algo es considerado un PAÍS con tradiciones y costumbres propias. Hasta la envidia la hace única.
Esta oscureciendo, así que es momento de la despedida, me despido de mi nueva amiga, aquella compañera de viaje, quien ha posado para mí, en aquellos bellos lugares en los cuales he estado con ella. Me dirijo a mi departamento, voy caminando para disfrutar el paisaje, la gente, pues anhelo sentir aquellos aromas de buñuelos, de pollo a la brasa, de aquel cafecito por la plaza de armas y como no sentir el aroma a pan recién horneado.