En el lírico sentido de la soledad,
se pasea entre penumbras tu mirada,
tus manos me acarician desde lejos,
al despertar ya no puedo sentir nada
pues todo lo que había se ha marchado,
se fue dejandome extasiado,
tu aroma, tu voz, tu recuerdo,
todo se fue acabando el cuento,
tamaña travesía de cantares y sequías
atravieza la paz y la armonía,
que de esta enseñanza no se aprende
sino que se olvida la agonía.