Resulta que por más que suplicaba que me llamaras, jamás ocurría. Esas veces que quería que aparecieras en mitad camino cuando regresaba a mi hogar, simplemente se desvaneció cuando no te veía.
Sin embargo, aún no he podido perder las esperanzas de que algún día, te vuelva a ver sonreír cuando me encuentres al final del camino; como
una vez prometiste.