Me sentía segura en tus brazos. Tus palabras eran poesía en mis oídos.
Tus cosquillas me hacían reír como nunca lo hice.
Ahora tus brazos son espinas a mi alrededor.
Tus palabras son irritantes para mis oídos y tus palabras, cortes profundos.
Todo es un vago recuerdo doloroso de lo que una vez llamaste amor.