Londres, 2012
El timbre suena y salen los primeros niños corriendo con la alegría característica de su edad.
Yo también sonrío al verla venir hacía mi con los brazos extendidos.
-¡Lulú!- grita alegre al verme y nos fundimos en un cálido abrazo.
- ¿Qué tal el último día de clase enana?
-Raro - Olivia me da su mochila , y me la pongo en el hombro - los que más decían que estaban deseando terminar el colegio eran los que más lloraban, otros se abrazaban como si no se volvieran a ver en la vida, cuando van a ir al mismo instituto el año que viene.
Me río
- La gente es extraña cariño.
- La gente esta loca - suelta mientras entramos a una pequeña tienda de chucherías.
- tal vez la loca seas tú- voy eligiendo mis chucherías favoritas y también las de Pam , la madre de Olivia.
- pues entonces me alegro de serlo si con ello no le parezco a la gente de mi clase - dice con un moín pensativo pues no sabe cual de sus snack favoritos elegir.
- Coge los dos - susurro en su oreja
- mamá se enfadará si nos ve con toda esa comida basura.
- Pam no va a decir nada , también llevo chucherías para aplacar su enfado. - Le enseño lo que he elegido para su madre.
- Bueno... pero si nos regaña diré que tu me obligaste- corre hacia el dependiente con todo el alijo de sanck y chucherías que hemos elegido.
El olor de deliciosa comida nos recibe cuando llegamos a casa.
- ¡ya hemos llegado!- grita Olivia quitándose las zapatillas.
Pamela no tarda en llegar, con su largo y ondulado cabello atado en un moño, y su siempre arreglada ropa cubierta por un mandil salpicado de manchas de comida.
- hola chicas, la comida ya está casi lista , ir a lavaros las manos y venir a la cocina.
Cuando estamos apunto de hacer lo que nos ha ordenado nos detiene.
- ¿Qué lleváis en la bolsa?- pregunta levantando una ceja.
- ha sido idea de Lulú- dice Olivia antes de desaparecer por el pasillo.
- pequeña traidora- farfullo entre dientes, antes de dirigir una de mis mejores sonrisas hacia Pam.
- Querida tía, son solo algunos snack que hemos comprado para después de comer- ella coge la bolsa.
- ¿estos son unos pocos snack?
Me acerco a ella y la rodeo la cintura.
- Bueno un día es un día, además hemos comprado también tus snack favoritos- ella mira la bolsa, con nuevos ojos.
- os lavareis luego los dientes-
- claroooo
- Bueno... por un día no creo que pase nada.
Se separa de mi abrazo
-anda ves a la lavarte las manos, el pollo ya debe estar listo.
No he dado ni dos pasos por el pasillo cuando me llaman de la orden.
- Te te necesitan en la sede de la orden de inmediato - la voz al otro lado del teléfono cuelga de inmediato sin siquiera esperar contestación y tampoco la necesitan saben que voy a ir.