-¿Cómo se te ocurre decirle algo así a mi tío?, si no llega a ser por el herrero no quiero ni pensar que hubiera pasado-un pequeño escalofrío recorre el cuerpo de Lorna y se aferra más fuerte a las riendas del caballo.
-¿Me habría golpeado?- pregunto aunque no lo creo, he tenido suficientes peleas para saber cuando una persona va a golpearme y el no parecía querer hacerlo, en sus ojos noté algo diferente, aunque no quería saber que era, además, si el lobo negro hubiera intentado golpearme jamás lo hubiera logrado, antes le habría clavado el pequeño cuchillo robado de las cocinas que tenía escondida en mi manga.
Lorna me mira como si acabara de decirle que he visto un cerdo volando.
-El jamás golpearía a una mujer-dice con seguridad- sin embargo eso no quita que pueda castigarte de alguna forma retorcida, no por nada se ha ganado el titulo del guerrero más temido de las highlands , sabe como hacer a una persona sufrir sin ponerle un dedo encima -
-Tu tío no me da miedo y prohibirme comprar en sus tierras es una crueldad, solo hará que la gente se crea con aún más libertad para tratarme mal, si mi propio marido no me respeta ellos menos - digo y siento arcadas por tener que referirme a ese chucho sarnoso como marido pero es un mal necesario para que Lorna entienda mi punto de vista.
-Tienes razón mi tío no ha obrado bien, luego hablare con el para hacer que recapacite , no debería tratar a su mujer de esa manera, si mi abuela estuviera aquí ya le habría puesto en su sitio-
-Donde es tu abuela, nunca la he visto en el castillo.
-No está se fue hace unos meses, iba a visitar a una amiga pero esta se ha enfermado de gravedad y mi abuela se ha quedado para tratarla.
-¿Ella es curandera?
-Ella es el galeno de estas tierras, es una larga historia, al principio la gente no la aceptaba pero supo como ganar la confianza de la gente, mi abuela me ha tomado como aprendiz- dice orgullosa- mientras ella no esta yo me ocupo de los enfermos, es más acabo de venir de un pueblo vecino un niño estaba muy enfermo, me he pasado días tratándolo pero al final el pequeño vuelve a estar sano como un roble- su sonrisa es tan bonita que la hace aún más hermosa de lo que ya es.
-Eres una mujer realmente talentosa y si tu abuela es la mitad de dulce y buena que tu estoy desenado conocerla - ser galeno es como se les llaman a los médicos en esta época y ver a una mujer ejerciendo la profesión y no solo eso, sino que las personas la acepten es algo impresionante, eso demuestra el talento de estas mujeres y por ello tienen todo mi respeto, Lorna se sonroja ante mis palabras me da las gracias con timidez a lo que la respondo con una sonrisa.
Cuando llegamos al castillo me doy cuenta que no podre salir de este sin ayuda de alguien que lo conozca y la única persona que creo que puede ayudarme y no me delatará al laird es la persona que ahora mismo esta bajando del caballo y entregándole las riendas a un mozo de cuadra.
-Lorna necesito que me ayudes con algo - digo cuando estamos suficientemente lejos de los establos.
-Claro, ¿Qué necesitas? - me dedica una dulce sonrisa que me da la confianza necesaria para contarle lo que quiero hacer.
-Necesito salir esta noche del castillo sin que nadie me vea y necesito tu ayuda para hacerlo-
-¿Por qué ?- pregunta con recelo
-Voy a ver a un amigo, es algo largo de contar, pero en el mercado me encontré con alguien a quien pensé que nunca volvería a ver.
-¿Es un amante?- su tono no es acusatorio, sino curioso.
-No, que asco- le respondo arrugando la cara por el asco - él es como mi hermano, jamás lo podría ver con otros ojos.
Lorna me mira en silencio con esos ojos azul oscuro idénticos a los de su tío, unos ojos que parece que son capaces de ver todos tus secretos con una sola mirada, cuando el silencio se hace pesado y pienso que no me va a ayudar ella une nuestros brazos para ir dentro del castillo y sin pedir más explicaciones me dice:
-Te ayudaré.