El resto de la mañana había estado más distraída de lo normal, no paraba de pensar en lo que el tío Malcon me había dicho, en todos los acercamientos que habíamos tenido Nick y yo en las ultimas 72 horas y en la posible propuesta de Sam, tenia la cabeza en cualquier parte, lo que entorpecía mi trabajo, me tomaba mas tiempo del normal hacer cosas relativamente fáciles y tenían pequeños errores que para mi sorpresa Nick pedía amablemente que corrigiera, lo que complicaba aún más mi situación.
El intercomunicador de la oficina me hizo poner los pies sobre la tierra una vez más, la voz de Nick pidiendo que fuera a su oficina, esta vez un poco más irritada que la ultima vez, di un suspiro y mire el reloj, faltaba poco menos de media hora para terminar mi trabajo, lo que me puso aun mas inquieta, esa mañana en cuanto llegue a la oficina recibí un mensaje de Sam, diciendo que pasara por mi a las 4:10 para que comiéramos juntos, tomáramos algo y por fin pudiéramos hablar de lo que él quería decir la noche anterior.
Camine a la gran oficina tocando como de costumbre y esperando el habitual “siga” de Nick, en cuanto estuve dentro, Nick me miro negando con la cabeza, poniéndose de pie rodeando el escritorio y recostándose en él.
-Prometí mejorar mi trato, ser mas amable y compresivo, pero me lo estas poniendo demasiado difícil el día de hoy Emma, estoy usando todo el auto control que tengo para no ser un completo imbécil como de costumbre, pero, tu simplemente no estás aquí hoy, te has equivocado es cosas tan estúpidas que ni un novato lo haría, así que, te pido por favor me digas que te pasa.
Miré a Nick unos segundo, se notaba exasperado, cansado y algo tenso, teníamos mucho trabajo y yo no era de mucha ayuda, di un pequeño suspiro y sin darme cuenta mis piernas se movieron hasta quedar a un par de pasos de Nick.
-Lo se y lo siento muchísimo en verdad, los últimos dos días han pasado tantas cosas, que mi cabeza es simplemente una maraña y no logro concentrarme en nada.
Mi boca empezó a escupir las palabras descontrolada mente, mi razón se había ido de paseo y hay estaba yo hablando de Nick de lo que me pasaba con Nick y con Sam como si no se tratara de Nick.
-Primero estas tú que me vuelves loca, sabes cómo desestabilizarme, siempre sabes que decir para irritarme e incitarme a discutir y luego también me aturdes con tus repentinos acercamientos, con tu cercanía y con presencia afable y gentil.
Nick miraba atentamente cada uno de mis movimientos, me veía mover mis manos rápidamente en el aire y tocarme el pelo, solo necesito estirar su brazo para poder tomar una de mis manos.
- ¿Te desestabilizo Emma?
Miré mi mano en la de él, ay estaba de nuevo esa sensación, me mareaba sentir su contacto, así que solo la solté, para continuar con mi monologo.
-Y luego esta Sam, que no estoy segura, debo aclar, pero tengo mis buenas razones para creer que me va pedir que sea su novia, sabes cuanto tiempo he esperado que me lo pida, que me diga que siente lo mismo que yo siento por él, pero por alguna razón no quiero que lo haga, ya no estoy segura de lo que siento por él.
Nick tenía sus ojos hechos llamas, ardían intensamente, un fuego de alguna forma diferente pero igual al de la noche anterior cuando tome la llamada de Sam y como todas las veces anteriores que lo mencionaba, nunca había entendido como funcionaba la cabeza de Nick, y había dejado de intentarlo hacia mucho tiempo, él solo era impredecible, si siempre me sorprendía de alguna manera buena o mala, nunca sabia que pasara cuando el estaba cerca.
- ¿Qué es lo que te hace dudar Emma?
Nick se acercó lenta y peligrosamente, él era el cazador y yo su presa, el siempre era el cazador en todos los aspectos de la vida, le encantaba saber que tenia el control y el poder de las situaciones, pero esta vez no me moví con la intención de alejarme, necesitaba saber que pasaba, que me pasaba, que nos pasaba, era obvio que nada de esto era normal o común, pero no estaba segura en qué momento todo había dado aquel drástico giro.
-Esto Nick, ¿Por qué lo haces? ¿Por qué te enoja que Sam este cerca? ¿Por qué no te agrada?
Los ojos de Nick destellaron fuego de nuevo, más ardiente, más intenso, tenía una lucha consigo mismo y estaba perdiendo, no quería apartar mis ojos de los suyos, nos sabía muy bien que tan cerca estábamos, pero suponía que mucho, porque podía sentir los laditos acelerados de su corazón, y probablemente el sintiera los míos.
- ¿Por qué hago que cosa? ¿hacerte dudar?
Estaba intentando confundirme no quería responder, se sentía vulnerable, siempre hacia lo mismo cuando se sentía de esa forma, esconderse para que nadie lo viera ser humano, se alejo de mi un par de pasos, huía, como siempre, pero esta vez no estaba dispuesta a dejar esta conversación a medias.
Lo tome del brazo jalándolo un poco y empujándolo a la vez con mi otra mano, de nuevo estaba casi sentado en el escritorio, lo que le restaba algo de estatura dejándome casi al mismo nivel de sus ojos.
Me instale entre sus piernas, mis manos en su nuca y mis ojos fijos en los suyos, no podría escapar esta vez, no se lo permitirá, necesitaba respuesta y esta vez las obtendría.
- ¿Por qué?
Pregunte casi susurrando sobre sus labios, el lentamente subió las suyas y las puso en mis cadera, también estaba buscando respuestas y ahora estábamos atrapados, y podría jurar que ninguno quería intentar salir de aquel lugar.