El aire que entraba por la ventana del auto acariciaba mis mejillas, y refrescaba el calor que invadía mi cuerpo, las manos me sudaban y la cabeza me daba vueltas, quizás estaba un poco ebria, al final nos habíamos tomado las tres botellas de vino que Nick había pedido.
El rubor se intensifico en mis mejilla al recordar que después de aquel primer beso, poco hablamos de las muchas cosas que debíamos decirnos, nuestros labios estaban ocupados, recorriéndose los unos a los otros, debía admitir que era mi culpa, en cuanto Nick hacia el más mínimo intento de iniciar una conversación acerca de lo que sucedía, solo me abalanzaba sobre él y lo besaba.
El auto de Nick se aparco frente a mi edificio miré el reloj que tenia puesto en mi muñeca, marcaba las 10 p.m. Serre los ojos y reuní las agallas suficientes para mirarlo, agradecer la cena, despedirme y bajar del auto para ir a mi departamento.
-Emma debemos hablar sobre lo que acaba de pasar.
Nick hablo en cuando mis ojos tocaron los suyos, tenía el cabello despeinado, los labios aun un poco hinchados y el pecho agitado, se veía muy sexi, pero sabía que no podía evadir esa conversación el resto de la vida así que solo asentí, segundos antes de que ni empezara hablar sonó mi teléfono anunciando una llamada.
-Disculpa, puede ser mi madre, dame un segundo.
Y saque mi teléfono del bolso, asentí en cuanto me percate que si era mi madre quien llamaba, inmediatamente atendí, pero Nick alejo el teléfono un poco y antes de que yo le dijera algo a mi madre el hablo en tono muy bajo para que no pudieran escuchar del otro lado.
-No le digas nada de lo que paso hoy en el restaurante, no quiero que nuestras madres empiecen a planear una boda que nunca pasara.
Aunque intente ocultar mi decepción ante esas palabras él noto que sus palabras habían tocado una fibra sensible, porque negó con la cabeza, he intento arreglar lo dicho inmediatamente.
-No es lo que quise decir Emm, me refiero…
Levante mi mano negando con la cabeza para detenerlo me puse el teléfono en la oreja y saludé de inmediato a mi madre pidiéndole un segundo antes de dedicarle mi atención por completo.
-Nick muchas gracias por la cena y por traerme a casa, no debiste molestarte, ten buena noche, nos vemos el lunes.
Y en cuanto termine de hablar, salude de nuevo a mi madre tome mi bolso y salí del auto con el teléfono en la oreja, mi madre estaba preocupada, por que aun no llegaba a casa y era un poco tarde ya.
-Si Ma, estoy bien, he ido a cenar con Nick, ya estoy enfrente del edificio.
Tranquilice a mi madre mientras me giraba para entrar en el gran edificio, pero para mi sorpresa Nick también bajo del auto y me tomo de la mano deteniendo mi paso.
- ¿Sam te llamo? Ya veo, no, Ma todo está en orden, dame un par de minutos y estaré contigo para explicarte todo, está bien, te veo en un momento, te quiero adiós.
Terminé la llamada y fue hasta que puse mi teléfono de regreso en mi bolso que Nick no hablo de nuevo.
-Emma lo que dije en el auto, no es lo que estas pesando, es solo que…
- ¿Para ti no soy material de matrimonio?
Nick negó rápidamente con la cabeza, intentando detener los efectos de las palabras que había dicho dentro del auto, no era la primera vez que lo decía y aunque esta vez me lo había dicho de frente y con palabras mas dulces de las que había usado en aquella ocasión un par de meses antes de irse a Londres, dolían de la misma manera.
-NO, Emma, yo no me refería eso, yo solo no quería que Irina se enterara, que le contara a mi madre y que ella hiciera un gran alboroto.
Asentí mientras me soltaba del agarre de Nick, lo miré directo a los ojos, estaba decepcionada, la historia se repetía como todas las veces que habíamos dejado que esto sucediera, pero al menos esta vez había tenido la valentía de decírmelo de frente y de no ser un imbécil, mientras me humillaba frente a sus amigos.
-A esto justamente me refería hoy en el restaurante Nick, se muy bien que no soy las chicas millonarias, con cuerpos de revista, y cutis de bebe con las que sueles salir, pero también tengo claro que esta ves no quiero perder tiempo ni energía, tampoco quiero que las cosas se compliquen más, ya es suficiente de peleas y malos tratos.
Hice una pequeña pausa, para poder leer los ojos de Nick, el solo me miraba sin emitir palabra alguna, sin mover un musculo de su cuerpo, quería que me detuviera que me dijera que era mejor, que las superficiales chicas guapas con las que salía, pero a cambio recibí silencio, mire en dirección a las escaleras del edificio donde vivía, y lo mire una vez más.
-Lo que paso hoy tomémoslo, como una ofrenda de paz y una despedida a esto que nos hace vivir en guerra, limitémonos a ser compañeros de trabajo y familia, llevemos una buena relación, respetándonos y queriéndonos como se supone deberíamos hacerlo, como pasa con Max y como todos los demás, no tienes que preocuparte de nada, nuestras madres no se van a enterar de nada, por lo menos no por mí, ahora debo entrar mi madre esta preocupada.
Nick seguía inmóvil, parado justo frente a mí, con las manos hechas puños, pero sin hacer fuerza, solo me miraba inmerso en sí mismo, me hacer que lentamente, puse mis manos en sus mejillas para acariciarlo suavemente y entonces lo bese, un beso casto y lento, sin mucha intensidad, un beso que sabia a despedida, me aleje de él, para subir las escaleras, y antes de entrar al edificio lo mire de nuevo.